Quiénes son el primer círculo del Mencho en autoridades, financieros y jefe de sicarios

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) identificó el primer círculo protector de Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, y quiénes son los principales operadores para su estructura financiera, brazo armado, así como autoridades que facilitan informes al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Parte de la empresa criminal fue conocida por documentos localizados entre correos electrónicos que fueron hackeados a la Sedena por el colectivo Guacamaya, donde se define quiénes son los hombres de confianza del Mencho: desde mandos logísticos, hasta sublíderes de relevancia.

De acuerdo con el informe de julio de 2019, denominado CJNG Avances, la inteligencia militar ubicó que los jefes relevantes que secundan al máximo líder de las cuatro letras son Carlos Andrés Rivera Varela, la Firma, el Morro y/o Colombiano; Francisco Javier Gudiño Haro, la Gallina, Gallo y/o Galleta; así como Juan Carlos González, el Tres y/o Bimbo.

De esos tres, Juan Carlos González tiene mayor importancia, pues es hijastro del Mencho. A mediados de 1980, Cuando el actual jefe del CJNG conoció a su esposa, Rosalinda González Valencia, ella ya era madre del Tres. Después incursionó en el negocio criminal con sus tíos, los Cuinis y/o los Valencia.

El Tres, JP y/o 03, coordina las céluas de sicarios en Guanajuato, apunta la Sedena, donde el mando estructural se ha fincado en Ricardo Ruiz Velasco, también llamado el Doble R, quien a su vez lidera el Grupo Elite y pelea territorio al Cártel Santa Rosa de Lima. Esa facción nació en 2019 y, hasta 2020, contaba con presencia en los estados de Michoacán, Guanajuato, Zacatecas y Querétaro.

Tanto la Gallina y la Firma fueron identficados por el Departamento del Tesoro en abril de 2021 como líderes de un comando armado de asesinos del CJNG que se caracteriza por ataques violentos contra rivales y funcionarios del gobierno para mantener el control territorial y de narcotráfico.

Ambos cabecillas fueron responsabilizados por el atentado de 2020, cuando más de 20 sicarios interceptaron a Omar García Harfuch, secretario de Seguridad de la Ciudad de México, quien salvó la vida gracias a sus escoltas y el blindaje de la camioneta en que viajaba. Además, se les atribuye haber asesinado al exgobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, ultimado en el baño de un bar en Puerto Vallarta hace dos años.

Rivera Varela y Gudiño Haro están en los mismos niveles para las operaciones del Mencho que Julio César Moreno Pinzón, el Tarjetas, quien comanda la célula de los Deltas y fue encargado de continuar el expansionismo del CJNG en la Ciudad de México con órdenes de lugartenientes que radican en Puerto Vallarta, Jalisco y Colima.

En el informe de la Sedena se indica que el Tarjetas es encargado de actividades financieras. Este sujeto fue identificado como autor intelectual del atentado en la Plaza Artz Pedregal, donde en julio de 2019 fueron asesinados dos ciudadanos israelíes. Las investigaciones indicaron que Vanessa Ballar Fallas, la Güera, citó a los extranjeros para entregarles 20 millones de euros, pero en lugar de ello se planeó su ejecución.

Además de esos tres sujetos, las autoridades norteamericanas ya habían identificado en la primera línea del CJNG a Gonzalo Mendoza Gaytán, el Sapo, jefe de plaza de Puerto Vallarta. A ese círculo se unen Armando Gómez Núñez, el Máximo, así como Pedro Peñaloza Zacarías, el Peña, de acuerdo con los documentos hackeados.

Sin embargo, los reportes de inteligencia militar otorgaron una misma importancia a a Saúl Alejandro Rincón Godoy, el Chopa, pues este sujeto iba cada tres días a Villa Purificación para abastecer de alimentos, ropa y medicamentos al Mencho, así como a quienes le acompañaran en ese momento: escoltas o familiares.

El Chopa fue abatido tras un enfrentamiento contra la Guardia Nacional el 23 de abril pasado en Puerto Vallarta. En un inicio resultó gravamente herido y murió horas después en el hospital. Su acompañante, Moisés González Anguiano, el Moy, sí quedó asegurado y procesado. Presuntamente era el escolta y fue quien comenzó las agresiones.

Las autoridades informaron que el Chopa era el principal enlace con los jefes regionales del Cártel Jalisco Nueva Generación. Entre sus funciones estaban la de coordinar el aspecto financiero del Mencho, así como el abastecimiento de armamento y equipo táctico a las células delictivas con presencia en los estados de Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Zacatecas y San Luís Potosí.

Además del Chopa, otro operador importante para Oseguera Cervantes es Lázaro Curiel Nava, el Tocayo, adscrito al mando de Hugo César Macías, Tuli y/o el 5, quien también viajaba de forma periodica a la guarida del Mencho en Talpa de Allende.

Supuestamente, el Tocayo organizó el cumpleaños 53 del máximo jefe con panqué de elote, playeras con la foto del líder y uniformes camuflajeados, lo cual fue entregado por Angelberto Rincón Godoy, el Güero, como parte del círculo logístico.

Mientras que en la protección institucional para el CJNG destacan una serie de funcionarios que fueron corrompidos para servir a las operaciones criminales del cártel de las cuatro letras. Las mismas autoridades norteamericanas ya han señalado previamente a policías y hasta autoridades judiciales como facilitadores del Mencho.

Para la Sedena están implicados Daniel Velasco Ramírez, quien fuera secretario de Seguridad Pública de Jalisco hasta octubre de 2019, cuando renunció al cargo. También se menciona a César Iván Briseño Aguirre, del FRIM.

Además se identificó a Efraín Domínguez Martínez, supervisor Región 4 de la Comisaría del Estado. Igual se incluyó a Juan Pablo Hernández González, director operativo de la Policía de Zapopan.

Supuestamente, ese cerco de protección policial también está conformado por Juan José Montes Ortiz, el Cumbias, director operativo de la Policía de Guadalajara, así como siete elementos de la Fiscalía General de Justicia de Jalisco.

En junio pasado, el Departamento del Tesoro de EEUU fichó en su lista negra de implicados con el CJNG a Severo Flores Mendoza, quien era comisario de Ameca. Conocido como el Rey Mago, se identificó que apoyaba al grupo criminal desde su cargo público a cambio de sobornos, lo cual habría contribuido al avance del control de la organización criminal en el país y en el extranjero.

Con los documentos robados a la Sedena apenas se muestra una parte de su estructura criminal más cercana en la región que le sirve de bastión y guarida al líder, pero actualmente, las operaciones del cártel de las cuatro letras se extienden por 28 de 32 estados del país, por lo que la red sería muchísimo mayor.

SEGUIR LEYENDO: