Múltiples secretos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) han quedado al descubierto luego de que un grupo de activistas denominado como “Guacamaya” hackeara sus servidores y obtuviera al menos seis terabytes de información que hasta hace apenas unos meses permanecía oculta.
Bajo ese tenor, poco a poco se ha hecho de conocimiento público algunas circunstancias desfavorables en las que se han visto involucrados elementos adscritos a las Fuerzas Armadas Mexicanas. Desde lavado de dinero y hasta nexos con grupos criminales, el hackeo de “Guacamaya” ha puesto a tambalear aquella imagen incorruptible y seria que guardaba el gremio militar en el país.
Es así como en medio de los millones de documentos obtenidos de sus servidores fue posible identificar un diagnóstico acerca de el desempeño que el Ejército Mexicano ha tenido al cooperar en actividades y operativos especiales junto a las Fuerzas Armadas Estadounidenses.
Tanto México como Estados Unidos han mantenido una relación diplomática y de cooperación con el paso de los años para buscar soluciones a los problemas que aquejan a ambos lados de la frontera que comparten, tales como el narcotráfico y la migración.
No obstante, un informe militar obtenido, consultado y difundido por el medio Latinus ha dado cuenta de que ni la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ni la Secretaría de Marina (Semar) son capaces de coordinar o planificar operaciones de fuerzas especiales con Estados Unidos.
Dicha información se constató a través del diagnóstico realizado en conjunto por las Fuerzas Armadas Mexicanas y el Comando Norte de los Estados Unidos, en el cual se expone que el Ejército Mexicano carece de “funciones y responsabilidades codificadas” para realizar tareas en grupo.
Del mismo modo, el análisis fechado en enero de 2022, detalla la capacidad limitada que tantos las fuerzas armadas mexicanas como las estadounidenses tuvieron para comunicarse de forma segura durante operaciones y ejercicios en conjunto.
Adicionalmente, en el diagnóstico filtrado de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se expone que el Comando Norte de los Estados Unidos -el cual forma parte de su Ministerio de Defensa- se muestra preocupado por las limitaciones que tiene el Ejército Mexicano, así como por la urgencia de capacitación que se requiere para homologar capacidades.
Resulta pertinente mencionar que mucha de la información que contiene dicho análisis sobre las Fuerzas Armadas Mexicanas y Estadounidenses fue abordada el jueves pasado por el canciller Marcelo Ebrard y el secretario de Estado, Antony Blinken, en el Diálogo de Alto Nivel de Seguridad celebrado entre ambos países en Washington.
En dicho encuentro, ambos funcionarios coincidieron en la necesidad de mantener acciones y operaciones en conjunto, sobre todo en materia de inteligencia.
No obstante, en el diagnóstico filtrado por “Guacamaya” y difundido por Latinus, se expuso que las Fuerzas Armadas Mexicanas cuentan con una “integración limitada de inteligencia, vigilancia y reconocimiento en la planificación y ejecución de operaciones”.
Por ello, en el mismo documento se propusieron soluciones para que antes de 2029 las “Unidades 1″ de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) planifiquen y ejecuten con éxito misiones de fuerzas especiales en centros de entrenamiento de combate y, de este modo, logren demostrar su compatibilidad operativa con el Ejército Estadounidense.
Finalmente destacó que en el análisis realizado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y por el Comando Norte de los Estados Unidos, se insta a las Fuerzas Armadas Mexicanas a fortalecer el monitoreo cibernético, de modo de que sean capaces de detectar, responder y recuperarse de las ciberamenazas.
“Para el año 2028, las Fuerzas Armadas de México planificarán y ejecutarán ejercicios de ciberseguridad y defensa a nivel de unidad, conjunto y combinado e integrarán las operaciones cibernéticas en los ejercicios militares”, se lee en un extracto del documento difundido por Latinus.
SEGUIR LEYENDO: