La narcoguerra interna del Cártel de Sinaloa después del culiacanazo fue por diferencias con enlaces corruptos entre lugartenientes de Ismael Zambada García, el Mayo, y aquellas células bajo el mando de los Chapitos, hijos de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, quienes tuvieron que aceptar lo más conveniente a la organización criminal.
Documentos hackeados a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por el colectivo Guacamaya revelaron la causa que desencadenó aquella disputa interna prolongada durante meses en la capital de Sinaloa, así como en zonas aledañas, hasta que los líderes decidieron intervenir.
De acuerdo con la información de inteligencia militar, el brazo armado de los Chapitos y la guardia de seguridad personal del Mayo Zambada comenzaron la batalla el 25 de noviembre de 2019, cuando apenas se había cumplido un mes del caos generado para rescatar a Ovidio Guzmán López.
Los reportes de la Sedena señalaron que todo empezó por represalias de sicarios adscritos a las operaciones de Miguel Ángel Gaxiola Quintero, el Ruso, mando a las órdenes de Zambada García. Ellos son conocidos como los Rusos, en alusión al apodo de su jefe.
Aquel lunes indicado por el informe castrense, los Rusos golpearon con tablas a 11 policías de Culiacán que brindaban protección a los Chapitos y/o los Menores: Iván Archivaldo, el Chapito, y Alfredo Guzmán Salazar, Alfredillo; así como Ovidio, el Ratón, y Joaquín Guzmán López, el Güero Moreno.
“A partir de entonces, ambos grupos disputan el control de la producción y venta de droga sintética en Culiacán”, se lee en la ficha de marzo de 2020 que fue localizada en los llamados Guacamaya Leaks.
En ese entonces se apuntaba a la hostilidad de los grupos locales como causa de asesinatos en la capital de Sinaloa. Del lado de los Chapitos tuvo que intervenir Néstor Isidro García y/o Néstor Ernesto Pérez Salas, el Nini, 09 y/o Chicken Little. Este sujeto comanda a los Ninis, célula que opera como cuerpo de seguridad para el Chapito principal conjuntando sicarios jóvenes que rondan de 20 a 35 años con perfil violento.
Los Ninis son identificados como queienes atacaron al Ejército el 30 de septiembre de 2016, cuando hubo cinco agentes muertos y 10 soldados heridos. También encabezaron las acciones de narcoterrorismo el 17 de octubre de 2019, aquel jueves negro en que lograron someter al gobierno federal para liberar al Ratón que había sido detenido en Culiacán.
Fuentes consultadas por Infobae México ya habían reportado que el relevo generacional que representan los Chapitos no es bien visto al interior del mismo Cártel de Sinaloa. Pues su impulsividad e inexperiencia los lleva a cometer errores tácticos.
Los informes de la Sedena coincidieron con esas precisiones, pues los Rusos actúan con menos protagonismo porque el Mayo Zambada procura una estrategia conciliatoria con sus socios para que haya unidad en el grupo del crimen transnacional. Eso también contribuye a que se consolide su facción hegemónica.
Las explicaciones obtenidas por este medio señalaron que el líder por décadas del Cártel de Sinaloa tuvo que mediar en la batalla interna con los Menores, pues la guerra no es conveniente a sus intereses en su principal bastión o para atraer presiones en las necesarias intervenciones del gobierno con el envío de tropas que justifiquen atender la inseguridad.
Ahora se sabe que después del culiacanazo, los Rusos del Mayo Zambada mostraron la discrepancia entre las dos facciones que mantienen el liderazgo. Supuestamente, sicarios de los Chapitos manifestaron sus desacuerdos sobre quién era de mayor jerarquía en el Cártel de Sinaloa.
Una de las batallas que siguió a los tablazos de policías en Culiacán se extendió a la disputa local de Agua Caliente, cuando por el lado de los Chapitos estuvieron los Ninis.
Después, la disputa persiguió a ambas facciones en zonas como Tepuche en Sinaloa, Valle de Mexicali y San Luis Río Colorado, Sonora, dejando una estela de múltiples asesinatos, enfrentamientos y el terror entre la población que ha quedado en medio de la narcoguerra. Esto se ha prolongado en los últimos tres años y lo han padecido operadores que responden a un grupo o a otro como si se tratara de daños colaterales.
La solución a la disputa entre Rusos y Ninis tuvo qué ser acordada con intervenciones del Mayo Zambada y de los Chapitos, debido a que las diferencias en niveles inferiores afectarían la estructura criminal del Cártel de Sinaloa.
De ahí que Miguel Ángel Gaxiola Quintero, el Ruso, fue enviado a Baja California para salir de la zona que dominaba en territorio sinaloense. Sin embargo, las batallas continuaron entre Rusos y Ninis. De modo que la narcoguerra interna solo se desplazó del bastión criminal.
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