Lo que demostró Luis Cresencio Sandoval al no rendir cuentas por hackeo a la Sedena, según Denise Dresser

A casi tres semanas que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) sufriera un hackeo del grupo hacktivista Guacamaya, finalmente el titular, Luis Cresencio Sandoval, asistió a la mañanera de este 12 de octubre.

Fue así que con su presencia - y las imparables filtraciones que día a día se dan a conocer - se veía venir una serie de cuestionamientos al General Secretario para que éste rindiera cuentas respecto a la ciberseguridad de la dependencia, así como de los casos y revelaciones en los que se le han involucrado (como espionaje, colusión con el crimen organizado, entre otros).

Sin embargo, la presencia militar - y de otros integrantes del gabinete de seguridad - habría servido para que el presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) externara sus agradecimientos por sus labores en las aduanas. Tan pronto culminaron los reconocimientos, los funcionarios partieron del recinto de Palacio Nacional.

Aunque el mandatario justificó la retirada con la reunión de alto nivel en Estados Unidos (EEUU) que sostendrán este jueves, algunas opiniones reprobaron que Luis Cresencio no emitiera palabra alguna respecto a la más grave vulneración a la ciberseguridad del Ejército; siendo una de ellas la periodista Denise Dresser.

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A través de su cuenta de Twitter, la también columnista sustentó su crítica al recordar que el Secretario de Defensa, así como otros funcionarios pagados por el erario, está obligado a rendir cuentas.

Sin embargo, al rehusarse a ello - como Dresser lo planteó - no solo significaría “un desprecio por la ley, la democracia y la vigilancia civil al Ejército”, también evidenciaría el verdadero peligro detrás de la militarización.

El próximo 13 octubre , México y EEUU llevarán a cabo una reunión del Diálogo de Alto Nivel en Seguridad (DANS), en donde la delegación mexicana estará encabezada por el canciller, Marcelo Ebrard, y el Fiscal General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero.

Hasta donde han dado a conocer las autoridades norteamericanas, la agenda se enfocará en el tráfico de migrantes que atraviesa por México, además de la elevada producción de drogas sintéticas a cargo de los cárteles mexicanos, las cuales son exportadas hacia EEUU.

Las últimas revelaciones dadas a conocer tras el hackeo masivo a documentos de la Sedena, aseguran que elementos de esta dependencia estarían vendiendo armamento a miembros de la delincuencia organizada.

Según detalla uno de los informes, fechado el 10 de junio del 2019, sería desde el Campo Militar No. 1 ubicado en la Ciudad de México (CDMX), desde donde se estarían realizando las actividades de compra-venta.

En ese sentido, la Defensa Nacional tuvo conocimiento de que al menos un militar ofrecía equipó táctico, armas, granadas e información de movilidad y operativos de las Fuerzas Armadas a una célula de un cártel con base en Tejupilco, en Estado de México (Edomex).

Los metadatos del equipo telefónico del militar involucrado dieron con que la base de operaciones del soldado está en el municipio de Villa de Almoloya, cerca del octavo regimiento de la Sedena. Pero el proveedor de armas, según señaló el informe, tiene su base en el Campo Militar No. 1 de la capital del país.

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