México y Estados Unidos llevarán a cabo este jueves en Washington la segunda reunión del Diálogo de Alto Nivel en Seguridad (DANS), para dar seguimiento al mecanismo de cooperación que fue lanzado en septiembre de 2021, juastamente en la capital norteamericana.
El encuentro ocurrirá en medio de un desacuerdo público en materia energética dentro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que tiene a nuestro país a las puertas de un panel de arbitraje internacional, pero también con algunas circunstancias complejas en materia de seguridad.
A un año del nuevo modelo de cooperación en materia de seguridad, que reemplazó a la Iniciativa Mérida, la delegación mexicana será encabezada por el canciller Marcelo Ebrard y el fiscal Alejandro Gertz Manero, mientras que la parte norteamericana el quipo estará integrado por el secretario de Estado, Antony Blinken; el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y el fiscal general, Merrick Garland.
La delegación mexicana llega en un momento crítico debido a la difusión, por parte de Rusia, del acuerdo con México para la cooperación en materia de seguridad aeroespacial “con fines pacíficos”, que a ojos de analistas norteamericanos podría ser la puerta de entrada a la región para los sistemas espías de Moscú, aunque las autoridades mexicanos negaron tales propósitos.
También, el escenario se complica un poco más luego que el hackeo a Sedena por parte del colectivo Guacamaya dejó al descubierto que el Ejército mexicano estaría involucrado en labores de espionaje a activistas y defensores de derechos humanos, además de su presunta responsabilidad en el crimen de Estado por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, mientras el crimen organizado sigue operando sin pudor por todo el territorio mexicano, como quedó en evidencia tras la masacre en Totoloapan, Guerrero.
Además, el incidente del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, y su acercamiento con el gobernador de Zacatecas, David Monreal, para impulsar un acuerdo de cooperación en materia de seguridad, hace pensar a los analistas políticos de la urgencia de EEUU para lograr avances en la seguridad dentro de México, donde la estrategia federal es no combatir frontalmente a los cárteles.
Por su parte, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, reconoció este miércoles en una entrevista al diario Milenio que la relación con el vecino del Norte es complicada, pero no solo ahora, sino desde el anterior gobierno de Donald Trump, quien con el tema de los aranceles estuvo a “milimetros” de poner a México en un problema mayor.
Ebrard también señaló que la detención del ex secretario de la Defensa Nacional de México, el General Salvador Cienfuegos, por sus presuntos nexos con el narcotráfico y las limitaciones impuestas por el gobierno mexicano a la DEA, derivó en el enfriamiento de la relación entre ambas naciones.
Por su parte, las autoridades norteamericanas han dejado saber que su agenda está enfocada en el tráfico de migrantes que atraviesa por México, además de la elevada producción de drogas sintéticas a cargo de los cárteles mexicanos, las cuales son exportadas hacia EEUU.
Roberto Velasco, subsecretario de la SRE, apuntó este miércoles que la delegación mexicana busca poner sobre la mesa el tema del tráfico de armas, pues aunque ya hay avances en materia de inteligencia para conocer el flujo de este tipo de mercancia,
México y la polémica por sistema satelital ruso
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reconoció este lunes que existe un acuerdo de cooperación espacial con Rusia, al tiempo que rechazó una serie de convenios entre agencias de seguridad de Estados Unidos y un gobierno estatal mexicano.
El acuerdo firmado entre México y Rusia en septiembre de 2021 se enfoca en la “exploración y utilización del espacio ultraterrestre para fines pacíficos”, según información brindada por la Cancillería mexicana.
Pero la embajada rusa en México afirmó la semana pasada, en su cuenta oficial de Facebook, que dicho pacto prevé la “posible instalación de estaciones #GLONASS en territorio mexicano”, un sistema global de navegación por satélite ruso, homólogo del GPS estadounidense.
La Cancillería rechazó en un comunicado el sábado tal afirmación, al asegurar que el acuerdo “no contempla acciones relacionadas con el sistema Glonass”.
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