Cerveza: cómo y hace cuánto llegó esta bebida alcohólica a México

México es un país con muchas opciones gastronómicas. Sin embargo, en el país también se consumen muchas bebidas. Entre ellas, las alcohólicas tiene gran variedad. Pulque, mezcal, tequila, entre otras, conforman el listado de las bebidas alcohólicas que pueden degustar los mexicanos.

Sin embargo, una de las más consumidas es la cerveza, según información difundida por la página oficial del Gobierno de México, Según dicho sitio, el consumo percápita de alcohol en México es de 7.2 litros anuales, y la principal bebida consumida es la cerveza, pues el 75.7% de las personas que ingieren alcohol la prefieren, mientras que el segundo lugar es ocupado por el tequila.

La cerveza es una bebida alcohólica muy famosa a nivel internacional. Según un comunicado del Gobierno de México, difundido también en su página oficial, la historia de esta bebida se remonta a nueve mil años en el Oriente Medio, hoy Irak, donde era fabricada por los sumerios.

La cerveza en México lleva muchos años existiendo. Todo se remonta al año 1542, cuando Alfonso Herrera, uno de los emisarios de Hernán Cortés, solicitó al emperador Carlos V un permiso para abrir un establecimiento para producir cerveza.

Dicho lugar se establecería al pie de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, en la Hacienda El Portal, lo que actualmente se conoce como Amecameca, en el Estado de México.

Esta primera cervecería mexicana permaneció entre cuatro o cinco años, pues no tenía las condiciones para subsistir, la cerveza era muy cara y la producción mínima. Al ser muy cara, su producción nacional, durante esta época se importaron a México 619 barriles y un poco más de 71 mil botellas de cerveza. Estas importaciones no fueron porque el consumo de la bebida fuera popular en México, sino que era para que los ricos pudieran beberla.

Con el paso de los años, se establecieron varias cerveceras en México, pero no prosperaban porque debían importar el lúpulo y la cebada; esto llevo a México a la necesidad de cultivar cebada.

Fue hasta finales del siglo XVIII que las cervecerías empezarían a hacerse más populares en México, a mediados del siglo XIX se industrializó la producción nacional de esta bebida y para el siglo XX comenzaron a surgir las grandes cerveceras mexicanas.

En la actualidad, México es un gran productor cervecero.

Durante la época conocida como el Porfiriato, que duró más de 30 años, y que fue cuando Profirio Díaz, expresidente de México, estuvo en el poder, se dio un impulso importante a la producción cervecera.

Y es que, si bien sí se consumía esta bebida durante esta época, la gente prefería tomar licores como mezcal y el pulque, por lo que no tenía una gran relevancia en el mercado nacional. Con Díaz esto cambió. El presidente Díaz creyó como ningún otro mandatario en la cerveza mexicana. En el ensayo Evolución histórica de la Cervecería Cuauhtémoc, Beatriz Pérez, Andres Guzmán y Armando Mayo explican que “al periodo comprendido entre 1890 y 1910 se le puede considerar como la etapa de surgimiento de las grandes empresas manufactureras de cerveza en México, periodo que corresponde al Porfiriato”.

La industria cervecera en México, como se conoce en la actualidad, nació durante el mandato de Porfirio Díaz y no fue una coincidencia, sino una inversión bien planeada. A partir de que Díaz decidió que le apostaría a esta bebida, cambiaron las reglas. Y es que en 1890 fomentó el establecimiento de las primeras fábricas mexicanas de cerveza, y aplicó aranceles para frenar las importaciones de Estados Unidos, Alemania y Gran Bretaña.

En su ensayo El nacimiento de la industria cervecera en México, 1880-1910, Gabriela Recio del Centro de Estudios de México y Estados Unidos de la Universidad de San Diego, California, explica que “el valor de las importaciones de (la cerveza) cayó en un 70% en el periodo comprendido entre los años fiscales de 1888 a 1889, mientras que la producción nacional se incrementó alrededor de un 147% en el periodo 1880 a 1899″.

Además de los aranceles, el otro elemento que ayudó a cimentar la industria nacional cervecera fue la Ley de Industrias Nuevas, promulgada durante el periodo en el que Díaz estuvo en el poder.

Ésta se decretó el 30 de mayo de 1893, y decía que aquellas empresas que pudieran demostrar que eran nuevas en su ramo y que invirtieran un mínimo de 250 mil pesos, podían ser acreedoras a exenciones de impuestos, y podían importar materiales libres de aranceles hasta por 10 años.

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