Tras la masacre que dejó 20 personas asesinadas en San Miguel Totolapan, un presunto cabecilla criminal de la sierra de Guerrero explicó que los Tequileros iban contra él, pero todos los que cometieron el crimen ya fueron ejecutados.
“El atentado era contra mi persona y por supuesto contra Conrado y contra su papá. Alguien de ahí del pueblo, no sé quién, no sabemos quién, fue el que traicionó. Tenían la gente adentro”, aclaró el presunto capo sobre la persona que dio la alerta del encuentro en una casa y que desencadenó el multihomicidio, así como ataques al Palacio Municipal este 5 de octubre.
Presuntamente, el hombre que habla sería uno de los hermanos Hurtado Olascoaga, pero no se ha definido si se trata de José Alfredo o Johnny. El primero de ellos es conocido como la Fresa y el otro, con el apodo del Pez. Ambos son máximos jefes de la Familia Michoacana.
Antes de su intervención, el presunto líder criminal aclaró que nunca en su vida había hecho un video, pero la masacre en San Miguel Totolapan ameritaba explicaciones, pues estaba furioso porque murieron familiares muy cercanos y cobraría venganza a cualquier costo.
A través de un clip de más de 10 minutos que fue compartido en redes sociales, el supuesto cabecilla de la Familia Michoacana contó que sostuvo una reunión con el alcalde Conrado Mendoza y con su equipo de organización ciudadana, pues los Tequileros habían difundido un video sobre el resurgimiento de sus intereses criminales.
En el mensaje, el presunto líder del narco narró que llegó a la casa, pero la trampa estaba puesta para ejecutarlo. Sin embargo logró salir con vida, pese a que no contaba con un comando de supuestos sicarios a quienes identificó como “su gente”.
Durante el trayecto de escape fue perseguido, pero viajaba en una camioneta blindada. Supuestamente, sus subordinados asesinaron a parte de los enemigos e incluso mostró un video de como quedaron vehículos quemados, así como huellas de sangre.
El supuesto cabecilla añadió que vive en San Miguel Totolapan y su casa está a una cuadra del Palacio Municipal, cuyo domicilio, supuso, todo mundo conoce. Aseguró que partió de su residencia al sitio donde sería la reunión con el alcalde y su equipo, debido a que horas antes los Tequileros difundieron un narcomensaje.
Tanto el político local, sus funcionarios de gabinete y el resto de la organización de Paz planearían acciones al respecto de la grabación compartida en redes sociales. Pero se confiaron al suponer que los enemigos no estaban cerca y que el video era falso.
“Fue confianza, no fue otra cosa, fue confianza, pero igual tomaron la decisión ellos de hacer una reunión para extremar precauciones para lo que sea. Nos tenían la trampa bien hecha”, apuntó.
El presunto líder de la Familia Michoacana detalló que no murió en el lugar por el blindaje de su vehículo. Aseguró que no iba acompañado con sicarios, porque consideraba que el lugar era tranquilo. Supuestamente, los Tequileros se apresuraron en ejecutar el crimen y no lograron su principal objetivo.
Comieron ansias estos cabrones, no me dejaron bajar, si me hubieran dejado bajar ahí estuviera yo también
Cuando pudo salir, solo observó que su camioneta estaba destrozada. Entonces pudo escapar rumbo a un poblado llamado Valle Luz y San Francisco. Ya en esos lugares contactó a sus vigilantes en los cerros cercanos, pues estaban atentos a las amenazas, aunque nunca creyeron que fueran concretadas.
Los Tequileros siguieron al capo y su lugarteniente identificado como el Comandante Colima. Al llegar con “sus muchachos”, se reagruparon. En este punto de su narración, el sujeto hizo un paréntesis para recordar que él comenzó la “lucha” con el alcalde para expulsar a sus enemigos, algo que se tiene registrado, comenzó en 2017.
Cuando los sicarios llegaron a donde estaba, fueron repelidos. Ahí fue cuando acercó su celular con un clip donde se documentaba el saldo final. A punto de soltar el llanto, recalcó que estaba furioso porque todo se salió de control.
“Estoy muy molesto por lo que pasó y y la verdad no dejamos ni un cabrón, ahí decidí que no merecían ni enterrarse porque se volaron la barda ahora sí, al meterse ahí a ese pueblo tranquilo ”, aseguró.
También asumió la responsabilidad por haberse confiado, al punto de que su familia fue víctima en la narcoguerra. Además acusó que sus enemigos están festejando sin importarles que hubiera bajas. Entre ellos estarían la Mula, el Vago y quien fuera diputado priista de Guerrero, Saúl Beltrán Orozco, máximo líder de los Tequileros.
“Los voy a buscar a donde los encuentre, a donde los encuentre, lo que me gaste, lo que me tenga que gastar, les voy a encontrar”, advirtió al mismo tiempo que pidió tranquilidad al pueblo porque todos los que cometieron la masacre ya fueron asesinados y apenas sobrevivieron dos o tres heridos, incluidos unos que escaparon de una combi.
Los que entraron, están muertos todos
El presunto jefe criminal comprendió que la venganza no devolvería la tranquilidad de inmediato y ni siquiera sabe cuantos muertos hubo. Pero pidió confianza para pacificar la zona de Tequileros porque nunca volverá a confiarse ni a bajar la guardia. Entonces confesó que su hermano lo reprendió por sus errores que costaron vidas.
“Mi hermano me dio la regañada de mi vida por andar confiado, por andar sin gente, pero yo a San Miguel lo notaba muy tranquilo, la gente me veía en los jaripeos, en todo, con mi familia sin un arma”, justificó.
Por último recordó a su amigo Nazario, quien sería Nazario Domínguez Nájera, director de Desarrollo Rural de San Miguel Totolapan, fallecido en supuesto accidente carretero el pasado 3 de octubre y cuya muerte comenzó la narcoguerra reciente.
Añadió más nombres como Jesús Torres y otras personas como Pablo, quienes que emprendieron la batalla contra los Tequileros. El supuesto jefe narco prometió que vengaría la masacre sin importar los costos, pues cuenta con poder económico. Aceptó que de haber muerto ayer, sería parte de su vida delincuencial, pero el alcalde pereció por buscar el bienestar de su pueblo.
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