El presidente Andrés Manuel López Obrador insistió, desde su habitual conferencia de prensa, en desestimar la importancia del hackeo que sufrió la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) pues reiteró que no hay información que ocultar a la opinión pública. Sin embargo, aseguró que “sería interesante” conocer a los autores de lo que fue denominado como Guacamaya Leaks.
El mandatario motivó esta declaración como un simple interés por saber si los responsables coinciden con quienes impulsaron una campaña en contra de él cuando se encontraba en la contienda electoral por la presidencia en 2018. Como lo hizo desde que se tuvo conocimiento de los archivos, que no habría persecución ni sanciones para los responsables, en caso de salir a la sus identidades.
“No hay nada que ocultar. Estos del hackeo que sería interesante saber. Sería importante saber quiénes fueron los que hackearon, pero no para juzgarlos, sino nada más para saber si son los mismos. Porque nosotros padecimos antes de la campaña (presidencial) un sistema de espionaje en contra nuestra que se llamaba Pejeleaks y eran los mismos, Claudio, Krauze. Estos que se quejan de que se les espía”, comentó.
Sobre el archivo por el que se da cuenta que la SEDENA contrató un programa de monitoreo a distancia y usó para presuntamente espiar a diversos grupos y líderes criminales, así como a periodistas y defensores de los Derechos Humanos por igual, López Obrador se mostró reacio a hacer caso de las pruebas que le fueron presentadas por diversos medios de comunicación.
En un giro al discurso, el mandatario acusó los hechos como tareas de vigilancia respecto a los generadores de violencia, pero de forma rotunda negó el señalamiento sobre los comunicadores. Acusó que no existe interés alguno por parte del gobierno ni de las Fuerzas Armadas por espiar a personajes de los que, dice, “son predecibles” en su actuar.
“Por convicciones por principios, no espiamos a nadie. ¿Qué caso tiene espiarlos si son predecibles? O sea hagan un análisis de seis años a la fecha de lo que escriben estos dos articulistas y es en contra de nosotros.
“Nosotros no hacemos nada injusto, no somos autoritarios. Imagínense la fiesta que harían todos estos conservadores y sus voceros si encontraran una prueba del presidente dando instrucciones de que se persiga, o peor, que se censure a alguien o que se le ayude a alguien, no. Ni torturas, ni persecución para alguien. El derecho a disentir garantizado para todos”, sostuvo.
“Un escudo protector”
Fiel a su estilo, López Obrador hizo referencia al conservadurismo y al periodo neoliberal como los impulsores principales de todas las acciones en contra de su administración y, como ya ha hecho, hizo gala de su “autoridad moral como un escudo protector” ante este tipo de situaciones. La filtración de documentos confidenciales no preocupa a la cúpula gubernamental debido a que no hay nada malo que ocultar, según el presidente.
“No hay nada de qué avergonzarse. Estos hicieron un escándalo pensando que iban a socavar al gobierno. Por eso es muy importante no robar, no mentir y no traicionar, es muy importante la honestidad y la autoridad moral”, reiteró. Lo que es un hecho, es que los casi seis terabytes de información a la que se tuvo acceso ha sido la vulneración a la ciberseguridad nacional más grande de la que hay registro.
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