La gran carrera por la conquista del espacio, inició el 4 de octubre de 1957 con el lanzamiento del satélite artificial Sputnik-1 de la extinta Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS). En conmemoración de este acontecimiento, la comunidad internacional decidió impulsar la Semana Mundial del Espacio (SME), para celebrar la contribución de la ciencia y la tecnología en pro de una mejor comunicación y bienestar de la humanidad.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha establecido que la SME se lleve a cabo del 4 al 10 de octubre de cada año y qué mejor para festejarla en esta ocasión que algunos sorprendentes fenómenos astronómicos.
El Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) aseguró que habrá oportunidad de observar la galaxia de Andrómeda y la galaxia del Triángulo. Además, se tendrá la visita de la Luna a los dos planetas gigantes del sistema solar y a Marte. Además, si las condiciones lo permiten, se podrá disfrutar de la lluvia de meteoros las Oriónidas y como reto del mes se puede realizar la búsqueda del famoso Cúmulo Doble de Perseo.
Andrómeda, la más cercana de las vecinas
Conocida en la antigüedad como la “Nebulosa de Andrómeda” se le da el crédito de su descubrimiento, en 1612, a Simón Marius quien la observó por primera vez con un telescopio; más tarde, en 1764, Charles Messier la catalogó como M31.
Hoy en día sabemos que es una galaxia espiral, con una masa estimada de 300 mil 000 a 400 mil 000 millones de masas solares, ubicada a una distancia de alrededor de 2.5 millones de años luz; M31, junto con M32, M110, M33, las Nubes de Magallanes, la Vía Láctea y otras más pequeñas, conforman el Grupo Local de Galaxias.
La Luna de paseo entre gigantes
Entre el 5 y el 8 de octubre, la Luna estará visitando a los gigantes del sistema solar. El día 05 tendremos la conjunción de la Luna y Saturno, cuando la Luna pasará 4° 04´ al sur de Saturno, en dirección de la constelación de Capricornio; en tanto, el 08 se dará la conjunción de la Luna y Júpiter, cuando la Luna pase a 2° 03´ al sur de Júpiter, en dirección de la constelación de Piscis.
Además, el día 14 de octubre se dará la conjunción de la Luna y Marte, con la Luna pasando a 3° 37´ al norte del planeta rojo, en dirección de la constelación de Tauro. Para observar estas conjunciones no se requiere ningún instrumento óptico, ya que estos planetas y la Luna son suficientemente brillantes para distinguirlos fácilmente en la bóveda celeste.
La Galaxia Triangulo
La galaxia del Triángulo, M33 o NGC 598, es una galaxia espiral localizada en la constelación del Triángulo, que pertenece al Grupo Local de Galaxias. Se encuentra a casi 3 millones de años luz de la Tierra y se cree que pudiera ser una galaxia satélite de la galaxia de Andrómeda, ya que sólo las separa una distancia de 720 mil años luz.
La galaxia del Triángulo estará bien ubicada para su observación en los próximos meses, hacia la parte noreste de la esfera celeste. Con una magnitud aparente de 5.7 y buenas condiciones de cielo, la galaxia del Triángulo se verá como una pequeña nube difusa, pero con unos binoculares o un telescopio pequeño, quizá se puedan distinguir rasgos de sus brazos espirales.
Orión y cúmulos de estrellas
La constelación de Orión es una de las más conocidas y espectaculares constelaciones de los cielos otoñales e invernales del hemisferio norte. La región de Orión es rica en diversidad de objetos celestes tales como: nubes oscuras, nebulosas en emisión, regiones de formación estelar, estrellas jóvenes y estrellas evolucionadas, entre otros.
En esta ocasión, Orión nos deleita con una lluvia de meteoros “las Oriónidas”, que tendrán actividad entre el 2 de octubre y el 7 de noviembre, con su máximo el 21 de octubre. La tasa máxima observable es de 15 meteoros por hora. Los escombros dejados por el cometa Halley inducen esta lluvia y el mejor momento serán las primeras horas del 21 de octubre.
Hay que recordar que para observar este tipo de eventos solo se requiere centrar nuestra mirada en la región, estar bien abrigados e hidratados, buena música, excelente compañía y cielos despejados.
Los cúmulos abiertos NGC 869 y NGC 884, mejor conocidos como el Cúmulo Doble de Perseo o Cúmulo Doble h y χ Persei en la constelación de Perseo, también se podrán ubicar a simple vista desde lugares alejados de la contaminación lumínica. En sitios no tan oscuros, unos binoculares o un telescopio pequeño serán necesarios para distinguir este inigualable par de joyas celestes. Los cúmulos estarán bien ubicados para su observación en otoño e invierno, hacia la parte noreste de la esfera celeste.
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