En los últimos meses Kim Kardashian se ha posicionado entre las principales tendencias de redes sociales por sus drásticos cambios de look. Y es que la famosa socialité estadounidense ha llamado la atención de sus seguidores por su considerable reducción de tallas que trascendió el pasado mes de mayo, cuando desfiló por la alfombra roja de la Met Gala con el histórico y entallado vestido firmado por Bob Mackie que Marilyn Monroe usó en 1962 para cantarle “Happy Birthday” al entonces presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy.
La empresaria de 41 años no sólo desató críticas por dañar significativamente la prenda nude con destellos, también por el estricto plan alimenticio que siguió durante tres semanas para perder alrededor de siete kilos rápidamente y así poder entrar en la prenda con ayuda de su equipo. Como era de esperarse, Kim Kardashian contó con especialistas que cuidaron desde su alimentación hasta sus rutinas de ejercicio para lograr el objetivo sin afectar su salud.
En ese momento se pensó que su cambio físico sería temporal y pronto recuperaría las pronunciadas curvas que la han caracterizado durante el último lustro, pero todo parece indicar que no fue así, pues usuarios de redes sociales han señalado que Kim ha continuado bajando de peso y como prueba de ello están sus recientes fotografías de Instagram.
Eso no es todo, también se especula que se habría quitado los implantes que originalmente colocó en su busto para hacerlo más grande. Fue durante su pasada visita a The Late Late Show con James Corden donde los seguidores del programa notaron un cambio significativo en los senos de la socialité gracias al pronunciado escote que lució como parte de su espectacular vestido plateado.
De acuerdo con los internautas, existe una diferencia considerable entre el tamaño del busto que lució Kim Kardashian el pasado 15 de septiembre con cómo apareció en el mismo show hace cinco años, pues también llevaba un vestido brilloso de tirantes con un ideal escote bajo que dejaba al descubierto la parte superior de sus senos.
Hasta el momento la socialité se ha mantenido al margen de la situación dando pie a que sus seguidores cuestionen si realmente quitó sus implantes y cuál es su verdadero estado de salud. Todas estas dudas podrían quedar al descubierto en la segunda temporada de Las Kardashian, su reality show disponible en Latinoamérica a través de Star Plus.
Cabe recordar que hasta principios de este 2022 Kim y su hermana Khloé se caracterizaban por sus pronunciadas curvas, no obstante, ambas están pasando por un cambio físico similar que podría tener repercusiones a nivel social. Y es que las Kardashian integran una de las familias más populares a nivel internacional gracias al nivel de fama que han alcanzado con sus negocios, modelaje y escándalos, por lo que cualquier tendencia que siguen corre riesgo de ser reproducida sin importar la edad.
Tan sólo la ex pareja de Kanye West cuenta con 330 millones de seguidores en Instagram, mientras que la modelo que recientemente se convirtió en madre por segunda vez tiene alrededor de 273 millones en la misma plataforma. Sus peinados, maquillajes y looks en general constantemente son reproducidos por algunos youtubers e influencers, quienes las consideran como figuras que imponen moda, por lo que no resulta extraño pensar que sus cambios físicos modifiquen el canon de belleza que apoyaban.
No solo sus tratamientos estéticos en el rostro y decoloraciones extremas ponen en riesgo la salud de los internautas, también su reducción de tallas. Estas radicales modificaciones físicas podrían significar un retroceso considerable de la aceptación del cuerpo humano tal y como es -movimiento social mejor conocido como Body Positive- a una tendencia casi olvidada que fue popular entre las celebridades durante la década de los años 90, el Heroin Chic.
De acuerdo con un artículo publicado por la revista Vanity Fair, el Heroin Chic es una corriente estética cuyo objetivo principal es lucir extremadamente delgada o delgado, sin músculos marcados, sin curvas. Esta tendencia no considera que cada cuerpo es diferente por sus características y genes, por lo que muy pocas personas realmente pueden ser talla cinco o menos sin dañar su salud.
Que una persona someta a un estricto régimen alimenticio y realice rutinas de ejercicio no garantiza que será “Heroin chic”, al contrario, posiblemente ponga en riesgo su salud por seguir una moda que enaltece estereotipos fuera de lugar. Incluso, quienes traten de conseguir su “peso ideal” para sumarse a esta tendencia corren el riesgo de desarrollar un trastorno alimenticio como anorexia o bulimia.
De acuerdo con la Secretaría de Salud en México, la anorexia: “Comienzan con una disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos, lo que trae como consecuencia alteraciones en el organismo como es desnutrición, anemia y pérdida de la calcificación de los huesos, la cual de no ser atendida puede llevar a la muerte”.
Mientras que en una conferencia que dieron la doctora Elizabeth Pérez Cruz y la maestra Michelle Charlier Kuri en 2016 para la misma dependencia gubernamental, ambas especialistas explicaron que la bulimia es un trastorno que consiste en consumir una gran cantidad de alimentos para devolverlos antes de que comience su descomposición en el estómago con el fin de no aumentar de peso.
“Estos problemas afectan gravemente la salud al provocar desnutrición, infertilidad, cambios metabólicos, gastrointestinales, desgarramiento de esófago, insuficiencia cardíaca, presión alta, articulares, entre otros”, dijeron.
Por esa razón resulta muy importante analizar las tendencias que proponen grandes figuras internacionales, pues sus repercusiones podrían atentar contra la salud. Asimismo, es necesario que los padres de familia estén al pendiente del contenido que consumen sus hijos, pues están expuestos a todo tipo de tendencias y retos virales que podrían terminar en catástrofes.
Cabe recordar que durante la última década del siglo XX la modelo británica, Kate Moss, fue considerada como la máxima exponente del heroin chic -de acuerdo con un artículo publicado por Vogue-, pues mientras desfilaba por las pasarelas más importantes a nivel mundial era reconocida por su apariencia; recibía cientos de elogios que la llevaron a convertirse en un modelo de belleza deseado por muchos y casi siempre inalcanzable.
Muchas personas trataron de igualar su extremada delgadez e hicieron todo lo posible para conseguirlo, pero el resultado fue desalentador porque terminaron desarrollando trastornos alimenticios que sólo con ayuda médica y psicológica se pueden superar.
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