En el marco de la discusión en el Congreso para ampliar hasta el 2028 la presencia de las Fuerzas Armadas en labores de seguridad pública, Cristina Araceli Pérez Rodríguez, madre de Heidi Mariana, la niña asesinada el pasado 31 de agosto en Nuevo Laredo, Tamaulipas, sostuvo este miércoles que los militares fueron los responsables de lo que le sucedió a su hija.
Y es que indicó que así lo ratifican los testimonios de su hijo Kevin, de siete años de edad, y de Griselda Lizeth, de 43 años, la pareja sentimental de su padre, quienes sobrevivieron a los disparos mientras circulaban por el centro de la ciudad.
Así lo dijo en conferencia de prensa desde el Senado de la República, en la que estuvo acompañada por el Senador independiente y Coordinador del Grupo Plural, Emilio Álvarez Icaza.
“No, no hay ninguna duda (fueron ellos) [...] Mi niño de siete años es sobreviviente, la pareja sentimental de mi papá es sobreviviente y ella es la única persona que sabe la verdad. Y las únicas personas que vio en ese momento del accidente fue personal militar”
Cristina Araceli Pérez Rodríguez, madre de la niña Heidi Mariana Pérez Rodríguez, asesinada el 31 de agosto pasado en #NuevoLaredo responsabilizó a militares de lo sucedido a la menor y dijo la han estado presionando para que reciba una indemnización para cerrar el caso. pic.twitter.com/kvXadH6stV
— Azucena Uresti (@azucenau) September 29, 2022
Además, acusó presiones por parte del Ejército Mexicano para que reciba una indemnización y se cierre el caso, por lo que solicitó reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“El Ejército desde un principio estuvo muy insistente, pero no le di la oportunidad de que me convenciera de recibir una indemnización porque yo no vengo a pedir dinero, lujos, nada, lo único que vengo a pedir es justicia y que encarcele a los responsables, para que mi niña pueda estar en paz”
“Que (AMLO) me abra las puertas de la Presidencia y escuche mi versión verdadera. Tengo el derecho de que pueda ser escuchada por él, para que me ayude a hacer justicia y mi niña pueda estar en paz; igual mi familia [...] Que no quede impune y se haga justicia para toda la ciudadanía de Nuevo Laredo y no vuelvan a ocurrir este tipo de hechos”, agregó.
Además, expuso que el caso de Heidi lo lleva la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas y que sus abogados tuvieron contacto con el fiscal Irving Barrios.
“Hemos tenido comunicación con testigos de cercanos que vieron, hay cámaras que tenemos evidencias de que solamente en esa área donde fue el percance solamente hubo elementos del Ejército mexicano”, reiteró.
Por su parte, el senador Álvarez Icaza Longoria argumentó que, el caso no puede quedar impune, por lo que pidió debe ser juzgado por el fuero civil.
“No hay duda, necesariamente tienen que ser investigados y sancionados en instancias civiles [...] el proceso tiene que ser en el fuero civil”
El legislador resaltó que la familia de Heidi también tuvo contacto con la Subsecretaría de Derechos Humanos que encabeza Alejandro Encinas, para elevar su solicitud de audiencia en Palacio Nacional en su legítimo reclamo de justicia.
De acuerdo con las pesquisas de organizaciones y familiares, la manera como sucedieron los hechos conduce a la presunción que no existió un enfrentamiento entre militares y crimen organizado, sino que se trató de un ataque directo.
Cómo fue la muerte de Heidi según su familia
A las 10:23 de esa noche, Griselda y los dos hijos de Cristina, Kevin y Heidi, salieron de su domicilio porque a la menor de cuatro años le dolía el estómago.
Su familia trabaja en el seguro social, por lo que tenían confianza de llegar en siete minutos y ser atendidos rápidamente.
“Estamos hablando del Nuevo Laredo antiguo, cercano al Río Bravo y a los puentes internacionales”, relató Ramos. Al llegar al cruce de las calles Mier y 20 de noviembre, Griselda tuvo que hacer un alto porque al frente había un vehículo militar, dio vuelta a la derecha y a los 20 metros comenzó a escuchar disparos sin poder reconocer quién disparaba.
Fue Kevin quien alertó a Griselda de que ella había sido herida. Griselda volteó, vio a la niña bañada en sangre, abrió la puerta trasera del auto, la tomó en sus brazos y avanzó hasta el seguro social, donde fue directamente a urgencias. Conocía perfectamente el hospital y llegó hasta una mesa pediátrica, pero Heidi ya no tenía signos de vida.
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