El pasado 26 de septiembre, las calles de la Ciudad de México (CDMX) atestiguaron la movilización de miles de personas por los ocho años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, quienes al grito de “vivos los queremos” ó “26 de septiembre no se olvida” exigieron justicia por las familias y víctimas.
En aras de ello - y como suele ocurrir con las manifestaciones - se instalaron vallas metálicas en la periferia de Palacio Nacional, desde las primeras horas del martes. Esto, con el fin de prevenir que el inmueble donde habita el presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), fuera “vandalizado” o destruido.
Dicha práctica ha sido reiteradamente criticada y condenada por internautas y líderes de opinión, tales como la periodista, Denise Dresser, ante quien no pasó desapercibida la instalación del cercado con motivo de la marcha por el caso Ayotzinapa.
Y es que a ojos de la también columnista, así como de otros críticos de la administración, la protección al edificio representaría el miedo del Gobierno Federal a las y los manifestantes (de diversas causas). De ahí que Dresser volvió a cuestionar cuál sería el temor que movería a López Obrador a blindarse contra las familias de los normalistas, mujeres, estudiantes y demás protestantes.
“El presidente López Obrador coloca vallas contra las mujeres, contra los estudiantes, contra las víctimas, contra las madres de los desaparecidos, contra los familiares de los 43 de Ayotzinapa. ¿A qué le tiene miedo?”.
El presidente @lopezobrador_ coloca vallas contra las mujeres, contra los estudiantes, contra las víctimas, contra las madres de los desaparecidos, contra los familiares de los 43 de Ayotzinapa.
— Denise Dresser (@DeniseDresserG) September 26, 2022
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Sin embargo, aunado a las vallas se desplegaron elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) capitalina, algunos de los cuales se ubicaron detrás de los muros de 3 metros de altos. Testimonios señalaron a éstos últimos de ser antimotines.
Y es que, cabe recordar que unos días antes de la conmemoración, normalistas de Ayotzinapa protestaron a las afueras del Campo Militar 1-A, en cuya fachada realizaron pintas y colocaron carteles. Esto, ante más de un centenar de elementos de la SSC, quienes se encontraban dentro del recinto, en el cual se tienen presos al general José Rodríguez Pérez y tres militares más que pertenecieron al 27 Batallón de Infantería de Iguala, Guerrero, acusados de la desaparición de los jóvenes normalistas, en 2014.
Aunque el Jefe del Ejecutivo no refirió a dichos acontecimientos, sí llamó a protestarse de manera pacífica, pues, según él, su administración ha refrendado una ideología de la “no violencia”.
“Lo único es evitar la violencia porque no es nuevo. (...) No se puede enfrentar la violencia con la violencia y hay que seguir el ejemplo de quienes nos han enseñado a poner en práctica la resistencia civil pacífica, la no violencia”, exhortó en su tradicional mañanera del pasado 26.
López Obrador señaló “mala fe” tras la filtración del informe sin testar
En la conferencia del mismo lunes, el tabasqueño fue cuestionado por la filtración del reporte sin testar del caso Ayotzinapa - revelada por el periodista Peniley Ramírez.
Ante ello, Andrés Manuel consideró que la revelación habría cargado consigo una intención de “mala fe”, posiblemente para dañar la imagen de su Gobierno. No obstante, se expresó a favor de no ocultar las informaciones que puedan llevar a la verdad, aún cuando éste - para el caso de la también llamada “Noche de Iguala” - fuera dolorosa para las y los familiares.
“Yo creo que lo hicieron de mala de. Pero en mi opinión, no se deben ocultar las cosas. (...) (La verdad) sí es muy dolorosa. Lo demás es una actitud de zopilotes, pero si se conoce la verdad, no hay problema”, aseveró.
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