Alfredo Alemán Narváez, Comandante Alemán, estaba designado por los Zetas para dominar en San Luis Potosí y aunque fue detenido durante la guerra contra el Cártel del Golfo, años después volvería a conformar su propia célula remamente, desatando el caos en la entidad con alianzas regionales.
Regresó, peleó la plaza y mantuvo dominios, pero cayó de nueva cuenta en un operativo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) realizado durante la madrugada de este 23 de septiembre en Nuevo León. Su recaptura se logró 11 años más tarde sin que se especifique cuando fue liberado con todos los crímenes que le fueron atribuidos como jefe de plaza de la última letra.
El Ejército confirmó el arresto que, según el Registro Nacional de Detenciones, fue alrededor de las 01:35 horas del viernes reciente, cuya puesta a disposición quedó a cargo de la Fiscalía General de la República (FGR) en su delegación de Nuevo León. El último informe señala que el detenido estaba en traslado, probablemente a la capital del país.
Reportes locales señalaron que la recaptura del Comandante Alemán fue en la colonia Montenova sector Nuvol, localizada en el municipio de García y casi en la frontera con Monterrey. El despliegue del Ejército y los guardias nacionales comenzó entre las 20:00 horas del jueves y concluyó por la madrugada en el sector residencial.
De acuerdo con el reporte de la Sedena, trabajos de inteligencia llevaron a localizar el inmueble donde se escondía el jefe de los Alemanes y realizaba sus actividades delictivas. La Fuerza de tarea conjunta determinó proporcionar seguridad periférica para realizar el cateo del domicilio, donde había droga y armamento.
Luego de las inspecciones, las autoridades decomisaron una cantidad no determinada de pastillas de fentanilo; una bolsa con metanfetamina; 120 cartuchos útiles; cuatro cargadores; un arma larga, dinero en efectivo y un vehículo. Todo esto, junto con el detenido, fue puesto a disposición de la FGR.
Alfredo Alemán Narváez fue ubicado por las autoridades como quien se encargaba del acopio de marihuana en San Luis Potosí para su posterior distribución en Estados Unidos. Además, era cercano al actual líder caído de la última letra, Miguel Ángel Treviño Morales, el Z-40, e Iván Velázquez Caballero, el Talibán.
Ambos apoyaron al Comandante Alemán para disputar la huasteca potosina al Cártel del Golfo, aunque al paso de los años las fragmentaciones lo llevaron a estrategias para no perder dominios en el negocio criminal.
El Comandante Alemán fue detenido por el Ejército en noviembre de 2011 en Fresnillo, Zacatecas. De acuerdo con el reporte oficial, este sujeto se desempeñaba como lugarteniente de los Zetas con operaciones en San Luis Potosí.
“Al momento de su detención a ALEMÁN NARVÁEZ se le aseguró un lanzagranadas calibre 40 mm, un arma larga, un arma corta, cargadores y cartuchos, seis granadas calibre 40 mm, un vehículo y medios de comunicación diversos”, informó la Sedena hace 11 años.
Pero después quedó libre, pese a las operaciones criminales de las que era responsabilizado. Presuntamente, se encargaba de cobrar impuestos ilegales en festejos como conciertos, peleas de gallos y carreras de caballos en zonas de San Luis Potosí, Zacatecas, Aguascalientes y Querétaro.
Sin embargo, desde hace dos años ha sido identificada una célula remanente al mando de este capo, incluso, con operaciones conjuntas con los Zetas Vieja Escuela. Aunque ellos mismos presumieron alianzas con el llamado Cártel de la Ministerial, difundieron que ese pacto había llegado a su fin.
En noviembre de de 2020, el Cártel de los Alemanes ya presumía nexos con el Cártel del Golfo en la entidad potosina y en julio de ese año, dejaron narco mantas contra el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que fueron puestas en la capital, así como puentes peatonales y plazas de los municipios de Villa de Arista y Moctezuma.
Por esos meses, el CJNG respondió a la afrenta y desplegó a otro más de sus brazos armados que conforman la Operativa Bélica, cuya disputa ha sumido en una ola de violencia a San Luis Potosí. El Ejército de las cuatro letras desfiló impune desde el municipio de la Pila y poco a poco se extendieron más al sur, en la Huasteca.
Apenas el 24 de junio pasado se registró la detención de Adrián Alemán Hernández, hijo del Comandante Alemán. Por esta captura, el jefe criminal ordenó el asesinato de un policía municipal de Soledad de Graciano Sánchez, demarcación colindante con la capital de San Luis Potosí.
Según el narcomensaje colocado en el parabrisis de la patrulla del agente, esa ejecución fue en represalia. El oficial se encontraba a bordo de la unidad en el camino que conduce al aeropuerto de la colonia Rancho Nuevo. Ahí realizaba labores de custodia al exterior de una casa asegurada por la FGR.
En una de las cartulinas colocadas en la patrulla del policía se leían amenazas contra José Ricardo Gallardo Cardona, a quien exigieron que dejara libre al hijo del líder del Cártel de los Alemanes, o tomarían venganzas contra la recién creada Guardia Civil. Hasta la fecha se desconoce si la liberación ocurrió.
Cuatro días después de esa detención fue difundido un video de la Operativa Bélica en que interrogaban a Rodrigo Alejandro Bárcenas Rodríguez, el Chino, supuesto integrante de los Alemanes. Este sujeto reveló presuntos nexos entre funcionarios del penal de la Pila con el crimen organizado al que estaba adscrito, incluyendo miembros del Cártel del Golfo. A eso respondieron más asesinatos en Tamasopo.
La narcoguerra entre estas células, incluidas facciones del Cártel del Noreste, han sumudo a la entidad potosina bajo asedio constantes de balaceras, descuartiuzados, enfrentamientos e irrupciones de criminales en la capital, así como el sur que comprende Ciudad Valles, Tamazunchale, Ríoverde y Rayón.
La ubicación geográfica y conectividad de San Luis Potosí han convertido al estado en una ruta asediada por el narcotráfico, ya que es el recorrido obligado de otras entidades como Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato y Zacatecas.
El estado cuenta con mil 320 kilómetros de carreteras federales que se distribuyen hacia el norte y este del país, por ello, grupos delictivos concentran sus operaciones para el robo a transportistas, tráfico de drogas y migrantes.
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