Originaria de México y otros países de América, la hierba santa, también llamada momo, está considerada en el top siete de plantas medicinales del país, según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, ya que además de ser aromática de uso comestible tiene propiedades medicinales.
A este ejemplar natural se le conoce de muchas maneras, tales como acuyo, yerba santa, hoja santa, tlanepa, alajá, momo, pimienta sagrada o científicamente nombrada Piper auritum, que fue descubierta alrededor de 1815 en Xalapa, Veracruz.
De acuerdo con el Instituto de Ecología (INECOL) ha sido utilizada en México desde la época prehispánica como un elemento para perfumar el chocolate, condimentar alimentos y como medicina, ya que los sacerdotes españoles le dieron el nombre hierba santa por sus impresionantes propiedades.
Cabe destacar que la planta es rica en vitamina A y B, así como en calcio y hierro. Esta sirve como remedio para problemas cutáneos como la cicatrización, puede reducir también la inflamación muscular, los dolores reumáticos y de cabeza.
Asimismo, la hierba santa contiene elementos benéficos que pueden ayudar a disminuir la fiebre e inflamación de los riñones, calmar dolores de estómago, evitar la indigestión, estreñimiento, diarreas, problemas respiratorios.
Puede aliviar la bronquitis y la tos, también se utiliza para el estrés y el insomnio, ya que es un relajante natural. Un dato curioso de esta planta es que su aroma se debe a un compuesto llamado safrol, el mismo que poseen algunas cervezas de raíz.
Un artículo del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) puntualizó que se ha documentado su uso para tartar problemas relacionados a padecimientos del cuerpo femenino como la inflamación o infección de la matriz, así como para lactar.
De igual forma, se puede utilizar para tratar las mordeduras de víboras, cólicos y quemaduras. Una de sus contradicciones es que se ha descubierto que consumir hierba santa puede inducir a abortos espontáneos.
En cuanto a sus propiedades químicas se encuentra el contenido de fitoquímicos como ácidos fenólicos, que sirven para la protección del ADN y como antioxidante. Además contiene flavonoides que tienen acción antiespasmódica, antiulcerosa y antiinflamatoria; y finalmente los aceites esenciales.
De acuerdo con un artículo del Dr. Franciasco Aedo en el sitio Elaesi de medicina integrativa, la hierba santa se puede encontrar fácilmente de manera silvestre en sitios templados o tropicales como: Morelos, Puebla, San Luis Potosí, Veracruz, Tabasco, Oaxaca, Ciudad de México, Hidalgo y Quintana Roo.
Sus hojas son grandes, en forma de corazón y con membranas, suelen medir aproximadamente 25 centímetros y este ejemplar natural tiene un sabor parecido al del anís, por lo que se puede ingerir en té, infusión o cápsulas.
Una persona que este padeciendo de diarrea, dolor de estómago o de garganta puede prepararse un té de hierba santa, lo que ayudará a combatir el malestar, además de los otros síntomas y problemas mencionados.
Cómo preparar té de hierba santa
1. Poner una hoja en un litro de agua y dejar hervir durante 10 minutos.
2. Dejar que enfríe y beberlo, se puede acompañar con un poco de miel y de preferencia no usar azúcar para que el efecto sea mejor.
Antes de ingerir este tipo de remedios naturales es necesario consultar con un médico por alguna contradicción que pueda causar, ya que no es recomendado para mujeres embarazadas esto con el fin de evitar el riesgo de un aborto.
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