El pasado miércoles 21 de septiembre se conmemoró el Día Nacional de la Lucha Libre, que es uno de los deportes que más representa a la cultura mexicana y que ha estado en el país por mucho tiempo.
A lo largo de la historia, muchos han sido los luchadores mexicanos que han destacado a nivel nacional, e incluso, a nivel internacional. Tal es el caso de, por ejemplo, El Santo, quien se volvió una estrella del deporte, pero además, llevó su talento a la pantalla grande, pues fue intérprete de varias películas que se volvieron todo un éxito en México y otros países.
Además de él, podríamos nombrar a Blue Panther, Blue Demon, Mil Máscaras, Atlantis, Místico, Rey Misterio Jr., Negro Casas, entre muchos otros.
Aunque la lucha libre es un deporte que se practica en diferentes partes del mundo, en México se vive de una manera muy diferente, pues forma parte del folklor de nuestro país con máscaras, llaves, vestimentas, gritos de la afición, etc.
Algunos de los recintos más representativos de la lucha libre mexicana son la Arena Coliseo o la Arena México, que fue llamada La Catedral de la Lucha Libre, además, es catalogada como Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México.
El 21 de septiembre se conmemora el Día Nacional de la Lucha Libre porque, en ese día, pero del año 1933 se inauguró la primera compañía de este deporte en México, la Empresa Mexicana de Lucha Libre, que luego se convertiría en el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL).
El encargado de fundar la marca, fue Salvador Lutteroth, que con el paso del tiempo incrementó su popularidad al tener en sus filas a luchadores que pasaron a la historia. También se considera como la base de la creación de otras empresas a lo largo del país.
En 2016, senadores de la República presentaron la iniciativa de conmemorar a la lucha libre, solicitud que fue aprobada en abril del 2019, y en septiembre del mismo año se decretó que el 21 de ese mes sería el Día Nacional de la Lucha Libre y del Luchador Profesional Mexicano.
Sin embargo, la historia de la lucha libre en México es mucho más antigua, pues se remonta al siglo XIX. La lucha libre comenzó en México en 1840, 100 años antes de que se formalizara como disciplina deportiva, y tenía como escenario plazas públicas, teatros, plazas de toros, o algunas incipientes arenas de box donde se realizaban demostraciones de lucha grecorromana, judo o jiu-jitsu.
Entre 1864 y 1867, cuando se vivió la Segunda Intervención Francesa en México, en donde tuvo un breve periodo de gobierno Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota de Bélgica, estos espectáculos deportivos de lucha olímpica y grecorromana continuaron, a pesar del conflicto político y social.
A inicios del siglo XX, los promotores de los eventos de lucha libre en la Ciudad de México, eran principalmente extranjeros. Son los casos del italiano Giovanni Resselech, que organizó dos temporadas de lucha en 1910, o el belga Constant le Marín, quien en 1921, incluso presentó una función en la que se enfrentaron un mexicano y un rumano.
Con estos antecedentes y con la gran popularidad que fue adquiriendo el deporte en el país, fue que el 21 de septiembre de 1933 se registró la primera función de lucha libre en la Arena México, antes Modelo.
Posteriormente se ingresaría a la tradición la máscara en la lucha libre mexicana. Sin embargo, esta fue una tradición que comenzó un luchador norteamericano. Salvador Lutteroth, fundador de la Empresa Mexicana de Lucha Libre, vio en Texas lucha a un joven llamado Corbin James Massey. Él le llamó la atención, por lo que lo trajo a luchar a México bajo el nombre de Ciclón MacKey. En su primer pelea perdió y pasó desapercibido.
Sin embargo, en 1934 el joven regresó a México, pero no quería ser reconocido, por lo que pidió a Don Antonio Torres que le fabricara una máscara para ocultar su identidad. Torres se dedicaba a fabricar el calzado a los luchadores de la época.
Durante su primer lucha enmascarado, la tapa le fue muy incómoda al norteamericano, por lo que volvió con Torres para confeccionar una nueva y mejorada máscara. El mexicano le tomó 17 medidas a la cabeza de Massey, curiosamente esos son los estándares para las máscaras actuales. Mientras Massey luchaba enmascarado lo hacía bajo el mote de La Maravilla Enmascarada.
El Murciélago Velázquez fue el primer luchador en utilizar una máscara, aunque el auge llegaría después, con el surgimiento de varias leyendas, como el Santo, Blue Demon, Rayo de Jalisco, Huracán Ramírez, entre otros.
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