Condenaron al “Gabacho”: el sicario del Chapo Guzmán que fingía ser ministerial

El colaborador del Cártel de Sinaloa llevaba drogas, armas, equipos tácticos e insignias policiales, según se decomisó en el operativo de su captura en los Mochis

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El Gabacho fue capturado por
El Gabacho fue capturado por la entonces Policía Federal (FOTO: JUAN CARLOS CRUZ /CUARTOSCURO.COM)

La Fiscalía General de la República (FGR) obtuvo sentencia condenatoria de tres décadas en contra de Alejandro Alberto Soto Galaviz, el Gabacho y/o el Güero, quien trabajaba como sicario del Cártel de Sinaloa en la facción que dirigía Joaquín Guzmán Loera, el Chapo.

De acuerdo con reportes oficiales, el Gabacho fue detenido el 28 de junio de 2010 en la ciudad de Mochis, donde seis años después sería recapturado el Chapo Guzmán. Ese territorio, como la mayoría de Sinaloa, entra en los dominios del narco asentado en la entidad durante décadas.

En su momento, las autoridades informaron que Soto Galaviz fue detenido con dos sujetos más: Pedro Velázquez Bajeca, el Roca, y José Luis Hayashi Picos, el Pepe y/o Asiático. Pero ahora solo se ha informado sobre la condena contra el Gabacho, quien deberá pagar 33 años tras las rejas.

Los informes señalan que estos sicarios del Chapo Guzmán fingían ser agentes de la Policía Ministerial del estado de Sinaloa, pues llevaban insignias de la corporación. Con ello pretendían pasar desapercibidos si la población llegaba a verlos desfilando con armas largas.

El Chapo Guzmán extendía sus
El Chapo Guzmán extendía sus dominios en la mayoría del estado de Sinaloa (Fuente: Especial)

Estos sujetos fueron capturados por la actual extinta Policía Federal en la colonia Paseo las Aves de los Mochis, donde les decomisaron seis armas de fuego, una granada de fragmentación, cargadores, municiones, así como un chaleco antibalas con las siglas PGJ. Igual les encontraron dosis de cocaína y metanfetamina.

También llevaban consigo otros chalecos tácticos, teléfonos celulares, equipos de radiocomunicación, cartuchos de diversos calibres, gorras y playeras con leyendas de corporaciones policiacas estatales y diversos documentos e identificaciones para simular su pertenencia a las fuerzas de seguridad.

Después del aseguramiento fueron arraigados con el armamento y la droga a través de la entonces Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada que después se convirtió en la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada.

Según la FGR, el Gabacho fue procesado en la Delegación del Estado de México por los delitos de delincuencia organizada en incursiones de narcotráfico, así como la portación agravada de armas de fuego y posesión de cartuchos, ambos de uso exclusivo de militares. También se le imputó el cargo de narcomenudeo, pues se comprobó que el narcótico que llevaba sería para venta local.

Los Mochis fue la última
Los Mochis fue la última guarida del Chapo Guzmán (Foto: GILBERTO MEZA CUARTOSCURO)

El Ministerio Público de la Federación aportó las evidencias necesarias para acreditar la culpabilidad del sicario del Chapo Guzmán y conseguir que sea castigado por 33 años con tres meses de cárcel, de los cuales ya ha pagado dos décadas y se prevé que sea liberado en el año 2043.

Actualmente se encuentra recluido en el Centro Federal de Readaptación Social N 12 CPS-Guanajuato, lejos de los dominios del Cártel de Sinaloa en que se desempeñó a las órdenes del jefe que también caería en 2016, sería extraditado al año siguiente a Nueva York, donde fue juzgado y condenado a cadena perpetua en 2019.

En la década pasada, el municipio de Ahome y la ciudad de Mochis era ampliamente territorio del Cártel de Sinaloa, pero ante el repliegue de lugartenientes y disminución de facciones, remanentes de los Beltrán Leyva se asentaron en esa área que colinda con el sur de Sonora, tales como los Mazatlecos.

Las fuerzas del Chapo Guzmán se alinearon con sus hijos, los Chapitos y/o los Menores, como se conoce a Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar, así como Ovidio y Joaquín Guzmán López, quienes disputan diversas rutas de trasiego a la frontera norte de México para inundar las calles de Estados Unidos con drogas como el fentanilo, metanfetamina y la cocaína.

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