Ricardo Monreal, coordinador de la bancada de Morena en el Senado de la República, defendió la permanencia de las Fuerzas Armadas en las calles hasta marzo de 2028, esto por que las fuerzas civiles, muy probablemente no tendrán la misma capacidad que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para realizar tareas de seguridad y protección ciudadana.
Este miércoles 21 de septiembre inició la discusión parlamentaria en relación a la permanencia de la Sedena en la dirección operativa y administrativa en la Guardia Nacional (GN) por cuatro años más a lo acortado en 2019, cuando se constituyó este cuerpo de seguridad.
Al especto, el también presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) reconoció que en México se vive una crisis de inseguridad que difícilmente será resuelta por las policías municipales y estatales, por lo que señaló que, lo que se vive en las calles es un indició de que en 18 meses se continuará necesitando de la ayuda de las y los elementos adscritos al Ejército y la Marina para coadyuvar en tareas de seguridad.
Aunado a ello, aseguró que tarde o temprano se tiene que discutir esto y, la diferencia de tiempo de este año y medio que se tiene no marcará una gran diferencia, por lo que instó a que las Fuerzas Armadas continúen en México para combatir al crimen, esto en virtud última de seguir protegiendo a la ciudadanía.
“¿Quién los va a substituir? ¿Qué fuerza civil tiene la característica para enfrentar la delincuencia y el crimen organizado?”
Por lo que sostuvo que la discusión de este miércoles forma parte de un maniqueísmo parlamentario, pues el debate del Senado debería de estar centrado en la modificación al 5° transitorio constitucional y no el militarismo, como la oposición parlamentaria lo quiere hacer ver: “lo que estamos debatiendo es la prórroga que aún no se vence de marzo de 2024 a marzo de 2028, eso es todo”.
Fue así cuando planteó que al no tener mayoría calificada para aprobar esta iniciativa, ésta se regrese a comisiones para que se dictamine nuevamente para que se vierta en el texto una redacción que mantenga la aprobación de la mayoría y, de este modo, se apruebe dicha modificación. Cabe destacar que cuando propuso esa alternativa, el Pleno comenzó a hacer ruido en reacción adversa.
Y es que para que esta iniciativa sea ratificada en el Senado de la República se necesita dela mayoría calificada, es decir, dos terceras partes, lo que se traduce en un total de 86 votos a favor de los 128 integrantes de la Cámara Alta, con ello, los partidos promotores de la llamada Cuarta Transformación (4T) deben de buscar el consenso de las bancadas opositores.
Esta circunstancia es particularmente difícil en el Senado, pues en la Cámara de Diputados esta iniciativa pasó fácilmente porque es una reforma promovida y apoyada desde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y, como empata con la agenda política de Morena, pues juntó la mayoría calificada del Palacio Legislativo de San Lázaro.
No obstante, el Revolucionario Institucional en la Cámara Alta manifestó su aversión a esta iniciativa, por lo que Morena debe de conciliar urgentemente con las fuerzas opositoras en virtud de que éstas queden satisfechas con la redacción final de la iniciativa y, así, contar con su voto. Esto porque Miguel Ángel Osorio Chong, coordinador de la bancada tricolor en el Senado, y Claudia Ruiz Massieu, senadora del PRI, se posicionaron en contra. Por lo que la bancada de Morena promovió que esta iniciativa se regresara a comisiones para que se dictaminara nuevamente y se consiga el consenso de las bancadas opositoras.
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