Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el partido político que puso en la silla presidencial a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), atraviesa un momento de transformación interna, donde la concentración de poder en la dirigencia nacional, encabezada por Mario Delgado, fue la marca del III Congreso Nacional Ordinario, desatando múltiples críticas por parte de la militancia.
Lo ocurrido el sábado 17 de septiembre no fue cosa menor, pues reconfiguró el ordenamiento de poder en el partido más grande de México, con lo que se pueden percibir actores protagónicos y actitudes reiteradas que probablemente impacten en los procesos electorales de 2024, donde se renovará la Presidencia de la República, el Congreso de la Unión, la jefatura de gobierno de la Ciudad de México y ocho gubernaturas (Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán).
Ante las quejas expresadas en redes sociales por parte de un número significativo de la militancia de Morena, Infobae México consultó a John Ackerman y a Gibrán Ramírez, ambos miembros de Morena, simpatizantes de la llamada Cuarta Transformación (4T) y críticos de la dirigencia de Mario Delgado, quienes expusieron puntualmente sus diferencias con la dirigencia nacional y plantearon sus perspectivas de lo que debería de ocurrir en Morena.
“Lo que se llevó ahí fue la formalización de un nuevo partido que responde a los gobernadores y a la dirigencia nacional de Citlalli Hernández y Mario Delgado”
Tanto el doctor Ackerman como el doctor Ramírez Reyes señalaron que la concentración de atributos en la figura del presidente nacional de Morena es un acto contrario a un verdadero proceso democrático, pues ahora, con los acuerdos promovidos al Estatuto del partido, será Mario Delgado quien defina la presidencia de las Secretarías de Finanzas y de Organización. Además de que se promovió un esquema hegemónico para la metodología de selección de candidatos que inhibe los contrapesos internos.
Otro punto de coincidencia fue condenar la extensión del mandato de Mario Delgado como presidente del partido y de Citlalli Hernández como secretaria general por dos años más; sin embargo, Gibrán Ramírez mencionó un agravio casi personal pues Morena descalificó a más de 20 mil personas como elegibles, entre ellas él mismo, por pronunciarse en contra de la designación de candidatos para las elecciones de 2021 y en contra de la dirigencia nacional.
En el caso del doctor en Ciencias Políticas por la UNAM, sostuvo que esto fue por condenar la designación de Marina Vitela Rodríguez como candidata a la gubernatura de Durango, misma que perdió ante el candidato del PRI, ya que fue etiquetada como “corrupta” por parte de Gibrán Ramírez.
“De repente desaparecimos de la lista de elegibles. En la primera lista yo sí salía, en la segunda ya no, pero fue el caso de 20 mil personas que, curiosamente, habíamos sido críticos con el partido y su dirigencia”
Como si esto no fuera suficiente, también condenaron la nueva metodología para la elección de candidatos a puestos de elección popular, ya que será la firma encuestadora contratada por la dirigencia nacional la única válida para seleccionar a los perfiles de Morena y, en caso de que algún aspirante llegara a contratar alguna otra, sería motivo suficiente para perder su cualidad como elegible, algo que fue severamente denostado por Ramírez, quien dijo que ante esto, “la fe en el partido es obligadamente ciega”.
Es en este panorama donde el miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM advirtió que agotará todos los recursos constitucionales para que lo planteado en el Estatuto no sea acreditado por el Instituto Nacional Electoral (INE), por lo que adelantó que —tentativamente— el miércoles 21 de septiembre, acudirá ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para impugnar al congreso nacional, aunque reconoció que éste podría darle la razón a Delgado Carrillo.
“Esto no se acaba hasta que se termine, o al revés, como dice el clásico […] Tenemos la razón jurídica y vamos a seguir con las impugnaciones”, dijo Ackerman aún sin tener muchas posibilidades de ganar en tribunales.
Finalmente, Ramírez Reyes adoptó una postura un tanto más pesimista y dijo que no litigará contra esta toma de decisión, pues anticipa una victoria en los tribunales por parte de Mario Delgado: “el tribunal, sistemáticamente, le da la razón a la dirigencia de Morena”, sostuvo, aunque voces como la de John Ackerman tengan la razón.
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