El 19 de septiembre se ha convertido en una de las fechas más dolorosas en la historia de los desastres naturales en México. Tanto el sismo de 1985 como el de 2017 provocaron grandes daños materiales y, lamentablemente, varios miles de muertes en distintos estados del país.
La Ciudad de México fue una de las más afectadas por el siniestro que hoy cumple 37 años, ya que además de los estragos por el terremoto de 8.1 grados en la escala Richter, la sociedad civil se enfrentó a la incapacidad de las autoridades para realizar las labores de rescate y asistencia.
En los días siguientes a aquel sismo fue común ver a gente en las calles removiendo escombros y realizando las actividades que le correspondían a Protección Civil, servicio que exhibió su carencia de personal y de protocolos de acción para una tragedia de dicha magnitud.
Durante la noche de este domingo, la cuenta de Facebook Historias de la Ciudad de México compartió una imagen del Metro, concretamente de la Línea 2 —inaugurada el 1 de agosto de 1970— haciendo su recorrido habitual sobre la Calzada San Antonio Abad después del sismo de aquel 19 de septiembre de 1985.
En la fotografía, obtenida del archivo de Proceso, es posible apreciar, en primer plano, un tren del STC y en el fondo uno de los cientos de edificios que se derrumbaron cuando decenas de costureras trabajaban en ellos.
El inmueble recordado como “el edificio de las costureras” estaba ubicado a la altura de la estación San Antonio Abad. Según datos de la Asociación Civil de Costureras y Costureros 19 de septiembre, publicados por El Universal, en la zona de la colonia Obrera murieron más de 300 trabajadoras de la industria textil a causa del sismo de 1985 y de las deficientes condiciones laborales que prevalecían, desde aquel entonces, en los talleres.
“Unas dos semanas después del terremoto tuve que tomar la línea 2 del metro y ese recorrido fue realmente desolador: edificios como los de la fotografía, pero muchos otros totalmente reducidos a escombros; yo veía pasmado, pero la demás gente procuraba no ver fuera de las ventanillas del vagón”, comentó uno de los usuarios en la publicación.
“Yo vi ese edificio así, fue algo aterrador para mí”, compartió una usuaria que, según dijo, estudiaba en ese entonces en el Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos N° 5 “Benito Juárez”, ubicado en la colonia Centro del entonces Distrito Federal.
“Cuando pasabas por ahí se sentía el ambiente triste, fue algo que no voy a olvidar aunque yo tenía 13 años”, recordó otra seguidora de la página que fue testigo de los daños del terremoto.
“A mi no me dejaron ir al Centro en al menos 6 meses, solo recuerdo que cuando nos animamos a volver, el metro estaba cubierto en el tramo de Chabacano hasta Pino Suárez, había tablones en ese recorrido que no permitían ver hacia las calles”, escribió la usuaria Eloisa Gliz.
Hasta antes del sismo que alertó a la ahora Ciudad de México a las 07:17 horas, existían 800 fábricas de costura. Después del terremoto, 200 se derrumbaron por completo y 500 más sufrieron daños estructurales, de acuerdo con datos de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido.
La trágica historia, lamentablemente, se repitió en el sismo de 2017. Nuevamente en la colonia Obrera, el derrumbe de una fábrica en el número 168 de la calle Bolívar cobró la vida de 21 personas. En el edificio había personal de cinco empresas, tres de ellas vinculadas a la industria textil, por lo que la mayoría de las víctimas eran costureras.
Cabe señalar que dicho inmueble había sido inspeccionado en 2004 por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred). Desde aquel entonces, 13 años antes del desastre, el órgano de Protección Civil encontró anomalías y riesgos en su estructura, por lo que recomendó que se realizaran las labores de mantenimiento y reparación necesarias.
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