Con el sismo que se vivió este lunes 19 de septiembre en México de 7.7 grados, se viralizaron algunos videos y fotografías en Twitter sobre gente comiendo un bolillo, pues tras un susto es común que las personas recomienden comer uno para bajar el espanto; sin embargo, pocos conocen por qué se recomienda esto o si en verdad ayuda.
En el marco de la conmemoración por el sismo registrado en 1985 y en 2017, en punto de las 13:05 horas se registró un sismo de 7.7, que de acuerdo con el Sismológico Nacional el epicentro se registró en las costas de Coalcomán, Michoacán.
El sismo se percibió en Michoacán, Colima, Oaxaca, Aguascalientes, Jalisco, Guanajuato y la Ciudad de México. En Colima se dio a conocer sobre el lamentable fallecimiento de una persona, así como otras más heridas y daños en edificios.
En otras zonas donde se sintió el sismo, personas comenzaron a pedir un bolillo para que se les pasara el susto y aunque realmente no hay una explicación científica que recomiende consumir específicamente este alimento después de una emoción fuerte como es un susto, sí puede ayudar a que el cerebro se relaje y se concentre en masticar y así emitir señales de bienestar y tranquilidad.
Tras una emoción fuerte suele segregarse adrenalina, lo que puede provocar una aceleración en la respiración y en las pulsaciones. En un susto, como el que se vivió hoy 19 de septiembre en distintas partes de la República Mexicana, se produce una reacción de alarma y es una respuesta del cerebro a un estímulo inesperado como es el caso de un sismo.
Este cambio tan drástico de emociones modifica el metabolismo y se libera la hormona llamada corticotropina, la cual estimula la producción de cortisol y otras hormonas del estrés en respuesta a la intranquilidad física o mental, lo que se puede traducir a cuando la gente dice que las emociones se pasan al estómago.
Tras un hecho como el que se vivió durante el sismo de 1985 así como el de 2017, es normal que en situaciones parecidas se produzca una sensación de estrés. Esto se explica porque el hipotálamo transmite la amenaza a la amígdala, la cual se encarga de coordinar las reacciones psicológicas con las fisiológicas, es decir, se guardan en la memoria; de esta manera en futuras ocasiones los síntomas de estrés se presentan casi de la misma manera.
Uno de los alimentos que recomiendan comer después de un susto es el chocolate amargo ya que ayuda a la liberación de endorfinas las cuales funcionan como analgésico y producen sensación de bienestar y algunas veces incluso euforia.
A pesar de que se tenga la creencia de que un bolillo ayudará a un susto lo cierto es que es mejor tomar algún antiácido para evitar cualquier malestar ligado al estómago. Pues la ansiedad estomacal se asocia con dolores, falta de apetito y aumento de la acidez estomacal.
Este 19 de septiembre se conmemoró el 37 aniversario del terremoto que sacudió a México en 1985 con epicentro en las costas de Michoacán, el cual fue percibido en el centro, sur y occidente del país. Dejó más de 30 mil heridos, 150 mil damnificados, 30 mil viviendas destruidas y más de 60 mil con daños. La cifra oficial fue de 6 mil decesos y los daños se cuantificaron en USD 4 mil 100 millones.
Otro de los sismos más recordados fue el del 19 de septiembre de 2017, se registró a las 13:14 horas con una magnitud de 7.1 con epicentro 8 kilómetros al noroeste de Chiautla de Tapia en Puebla. La Ciudad de México, Morelos, Puebla, Estado de México, Guerrero, Oaxaca y Tlaxcala fueron los estados más afectados.
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