Durante la tarde del 15 de septiembre se mostró un quiebre dentro de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) después de que esta se posicionara a favor de la Reforma a la Guardia Nacional para que pertenezca a las Fuerzas Armadas.
Pues miembros del Consejo Consultivo de la Comisión emitieron un comunicado en el que se posicionaron en contra del pronunciamiento de la CNDH a favor de las reformas aplicadas.
Ya que en contra de toda expectativa, la CNDH emitió un extenso pronunciamiento en sus redes sociales en el que se dijo a favor de que el Ejército Mexicano estuviera a cargo de la Guardia Nacional a pesar de que en la Constitución se estipula que esta debe tener un mando civil.
En este destacó que la complejidad, diversificación y gravedad del crimen organizado que opera en México marca la necesidad inmediata de superar los obstáculos administrativos y de disponibilidad de recursos para combatir a los principales generadores de violencia.
Por lo que vieron pertinente que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se haga cargo de las operaciones de la Guardia Nacional.
Y por si fuera poco recalcaron que no interpondrían una acción de inconstitucionalidad, lo que fue criticado por políticos de la bancada opositora, quienes señalaron que se trataba de una actitud sumisa ante el presidente Andrés Manuel López Obrador por parte de su titular, Rosario Piedra Ibarra.
En el comunicado, establecieron que en calidad de integrantes del Consejo Consultivo de la CNDH, manifestaron su desacuerdo con respecto al actuar de la Comisión:
“Deseamos hacerlo del conocimiento del pueblo, de las víctimas pasadas, actuales y potencialmente las futuras víctimas que podría generar el paso de la Guardia Nacional bajo la tutela militar”.
Además destacaron que en su momento, estos aconsejaron a la presidencia de la Comisión interponer una acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Por lo que lamentaron que la decisión de la presidencia de la Comisión no haya considerado el marco constitucional, los acuerdos internacionales en materia de derechos humanos ratificados por México ni las diversas sentencias y criterios en la materia.
Ante esto, aseguraron que los firmantes se comprometieron a apoyar cualquier iniciativa de la ciudadanía encaminada a revertir la reforma y sus consecuencias al estar firmemente “convencidos del impacto negativo que esta propuesta aprobada podrá tener en los derechos humanos”.
En un primer momento, el documento estuvo firmado por las y los consejeros Tania Espinosa Sánchez, Adalberto Méndez López, Bernardo Romero Vázquez, Jorge Alejandro Saavedra López, Gloria Ramírez Hernández y Georgina Diédhiou Bello.
Posteriormente se sumaron Ángel José Trinidad Zaldívar y Mauricio Ignacio Ibarra Romo.
Cabe señalar que el posicionamiento de la CNDH fue aplaudido por el jefe del ejecutivo a través de su conferencia matutina en la que calificó a la ONU y otros organismos que han reprobado la reforma impulsada por él mismo como conservadores.
“Me da mucho gusto por otro lado que la CNDH tenga una postura distinta a los de la ONU y de estos organismos conservadores que han guardado silencio ante la corrupción que ha imperado en México y en otros países y ante la violación de Derechos Humanos”, afirmó.
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