La Dirección Federal de Seguridad (DFS) fue una agencia de inteligencia creada por el ex presidente mexicano Miguel Alemán Valdés en 1947. La idea era crear un organismo parecido al Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Entre sus funciones estaban las investigaciones políticas, pero en 1985 desapareció por sus altos niveles de corrupción, su participación en el asesinato del periodista Manuel Buendía y sus vínculos con el narcotráfico.
Algunas investigaciones aseguraron que los narcotraficantes Ernesto Fonseca Carrillo “Don Neto”, Miguel Ángel Félix Gallardo “El jefe de jefes” y Rafael Caro Quintero gozaban de su protección y complicidad así como de credenciales firmadas por el director de la agencia, José Antonio Zorrilla Pérez.
El asesinato del ex agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena Salazar, orquestado por los mencionados líderes del Cártel de Guadalajara, fue uno de los “temblores” más fuertes que propiciaron la disolución del polémico organismo de seguridad.
En un reporte de la DFS, con fecha del 5 de junio de 1985, se señala que cuatro meses después del asesinato de Kiki Camarena, se informó con base en dos notas de “El Sonorense” y “El Imparcial” que al interior de la DFS se realizó una purga por sus nexos con el narcotráfico.
El resultado fueron 427 agentes expulsados. Los subdirectores fueron relevados y se cambiaron a 19 de 31 delegados estatales, mientras que 5 quedaron bajo investigación y tres más fueron a prisión, detalló el informe obtenido por Infobae México a través del Archivo General de la Nación (AGN) y como parte de la serie Los archivos secretos del narco.
“La Secretaría de Gobernación emitió un boletín en el que se informa de la reestructuración de la DFS, señalando que los subdirectores ya fueron relevados. 19 delegados en provincia ya fueron separados de la corporación al revisarse sus expedientes y cinco más fueron sujetos a investigación y tres fueron encarcelados”, precisó el informe.
El 9 de febrero de 1985, antes de que fuera detenido en octubre junto a su presunta pareja Sara Cosío, Caro Quintero, el “Narco de narcos”, huyó con algunos de sus cómplices del aeropuerto de Guadalajara.
El Primer Comandante de la Policía Judicial Federal, Armando Pavón Reyes, encarcelado por cohecho, dejó salir al grupo porque supuestamente se identificaron como agentes de la DFS. El mismo Caro Quintero le mostró un gafete de la corporación con el nombre de Pedro Sánchez.
Sin embargo, las autoridades que confrontaron aquella información con los archivos de la DFS no encontraron credenciales expedidas en favor de ninguno de los narcotraficantes, y tampoco encontró ningún agente o ex agente que se llamara Pedro Sánchez.
“En conclusión a la fecha, el fundamento de la supuesta existencia de credenciales de la DFS, que tenían en poder los narcotraficantes, es únicamente afirmación de Armando Pavón, Primer Comandante de la J.F, y actualmente preso por cohecho”, precisó
Más tarde se acusó al ex comandante de la Policía Judicial Federal de haber recibido 60 millones de pesos de parte de Caro Quintero para que le permitiera escapar del Aeropuerto Internacional de Guadalajara.
Zorrilla Pérez: el García Luna de los ochentas
El 9 de abril, la Secretaría de Gobernación canceló todas las credenciales de sus dependencias de investigación e información. Dos días antes fueron detenidos Eliseo Soto Martínez y Rafael Luis Velasco Trigueros, agentes de la DFS, junto con Ernesto Fonseca Carrillo, alias “Don Neto”, en Puerto Vallarta.
Junto al cabecilla narco también fueron arrestados otros 8 ex miembros de la DFS, pero la corporación se deslindó de ellos al argumentar que sus casos competían a “instancias de la administración de justicia”.
Eliseo Soto Martínez fue dado de alta en la DFS el 1 de noviembre de 1984, mientras que Luis Velasco inició sus labores el primero de enero de 1934.
Otro agente identificado como Ignacio Araiza Zavala fue dado de alta el 16 de febrero de 1981, pero fue encarcelado por estar vinculado con la siembra de marihuana en el poblado del Búfalo, Chihuahua, donde Caro Quintero tenía un plantío de enormes dimensiones que fue descubierto por “Kiki” Camarena.
Los ex comandantes de la DF, Daniel Acuña Figueroa y Rafael Chao López, también fueron encontrados responsables.
El ex director de la corporación, Zorrilla Pérez, se salvó de ser arrestado porque justamente el 24 de mayo presentó su renuncia a la DFS para postularse como candidato a diputado federal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Debido a que en aquel entonces ya se contaba con indicios de que Zorrilla Pérez estaba involucrado en la muerte de Buendía en las evaluaciones que se hicieron al interior del PRI se determinó sacarlo de la campaña para evitar daños posteriores, inclusive al propio secretario de Gobernación de entonces, Manuel Bartlett.
Sin embargo, como Zorrilla Pérez huyó del país, solo se le pudo detener cinco años después y en el arranque de otro gobierno, el de Carlos Salinas de Gortari, por la autoría intelectual el homicidio del periodista y uno de sus agentes.
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