“Carlos” y los sicarios centroamericanos reclutados por Cárteles Unidos para combatir al CJNG

Para el combate entre cárteles se suelen reclutar y entrenar a personas, esta es la historia de un grupo de nuevos sicarios que vivieron de cerca cómo funciona el narco en México en las batallas contra el CJNG y el Cártel de Sinaloa

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Los sicarios latinoaméricanos reclutados por Cárteles Unidos para combatir al CJNG
(Foto: InSight crime)
Los sicarios latinoaméricanos reclutados por Cárteles Unidos para combatir al CJNG (Foto: InSight crime)

“Carlos” es un ciudadano guatemalteco que migró a Estados Unidos, en ese país conoció a “Pepe”, originario de Michoacán, esta persona comenzó a traficar metanfetaminas y luego lo convenció de unirse a la organización de El Cherry, posteriormente ambos terminaron combatiendo al Cártel Jalisco Nueva Generación.

Según la historia publicada por InSight Crime el grupo de El Cherry era uno de los grupos criminales que había nacido tras la debilitación de la Familia Michoacana y la disolución de Los Caballeros Templarios. Algunas de estas personas se hacían pasar por autodefensas, pero Carlos menciona que todos son criminales.

Un día Carlos recibió una llamada, de alguien que estaba interesado en él, se trataba de El Cherry quien necesitaba soldados. Pepe mencionó que necesitarían más gente, por lo que Carlos contactó con criminales que había conocido en Guatemala.

Calos se involucró en enfrentamientos entre cárteles del crimen organizado tras una videollamada
(Foto: In Sight crime)
Calos se involucró en enfrentamientos entre cárteles del crimen organizado tras una videollamada (Foto: In Sight crime)

Algunos se interesaron pero tras una videollamada con Pepe, en la que se revelaron más detalles, el interés se esfumó y todos se fueron, excepto Carlos, que hizo sus maletas, dejó a su hijo y a su esposa.

Junto con Carlos llegaron varios centroamericanos a una casa de seguridad en Michoacán, ahí estaba Pepe, quien ya estaba en problemas pues había perdido tres cargamentos de metanfetaminas. Junto con su familia eran rehenes de un pequeño ejército de El Cherry.

Esos soldados rodearon a Carlos y los recién llegados, luego llegaron camionetas que los llevaron a otra parte. Momentos después El Cherry le dijo: Te voy a hacer un sicario famoso, luego de ver sus tatuajes.

El Cherry le dijo: "Te voy a hacer un sicario famoso", tras ver sus tatuajes y saber que había estado en pandillas 
(Foto: InSight Crime)
El Cherry le dijo: "Te voy a hacer un sicario famoso", tras ver sus tatuajes y saber que había estado en pandillas (Foto: InSight Crime)

Los nuevos reclutas fueron llevados a un bosque y les enseñaron cómo usar rifles de asalto, tras prácticas entraron en rutina, ayudaban a El Cherry a realizar sus rondas, eran sus guardaespaldas.

A veces, cuando no estaba cuidando El Cherry, Carlos era el encargado de vigilar casas con dinero o drogas. Estaba sujetos a ciertas reglas, no podían consumir metanfetamina, pero sí marihuana y había que respetar a los civiles pero no interactuar con ellos.

Algunas semanas después de su llegada, El Cherry le pidió a Carlos pelear, pues Cárteles Unidos le pedían luchar contra el CJNG. Poco después Carlos junto con otros soldados llegaron a una finca abandonada donde había trincheras improvisadas pues a menos de medio kilómetro estaban “los jaliscos”, quienes tenían sus propias barricadas.

El CJNG contaba con vehículos tipo “monstruos”, drones y granadas, las batallas eran esporádicas e intensas. Pero un día las cosas cambiaron, primero El Cherry tuvo problemas con sus aliados y decidieron cambiarse de bando, ahora trabajarían para el cártel de las cuatro letras.

Los "monstruos" son usados por grupos criminales en sus conflictos armados 
(Foto: Captura de pantalla)
Los "monstruos" son usados por grupos criminales en sus conflictos armados (Foto: Captura de pantalla)

El Cherry prometió que con este cambio serían mejor tratados pues ahora operarían en la ciudad. Pero no sucedió, con “los jaliscos” se sentían secuestrados. A veces Carlos dormía a lado de paquetes de droga listos para ser enviados.

Cuando Carlos llegó al CJNG había una pelea con el Cártel de Sinaloa, una vez capturaron a uno de “los sinaloas”, como les llamaban, luego de ser torturado alguien le cortó la cabeza a la víctima, alguien los brazos y Carlos cortó una pierna, tras esto no pudo comer por días.

Un día a Carlos le llegaron las fotos de un cadáver, era Pepe, quien había sido asesinado. Cuando Carlos vio las fotografías de su amigo comenzó a pensar en cuánto tiempo le quedaba y que debía huir.

A Carlos le enseñaron cómo “cazar” a los sinaloas, le mostraron tácticas militares, a caminar mucho y comer poco. Un día hubo un enfrentamiento contra soldados mexicanos, pero lograron huir. Cuando él y sus compañeros vieron la oportunidad escaparon.

Tras un enfrentamiento con militares mexicanos, Carlos y otros sicarios vieron su oprtunidad para escapar
(Foto: AP Photo/Eduardo Verdugo/InSight Crime)
Tras un enfrentamiento con militares mexicanos, Carlos y otros sicarios vieron su oprtunidad para escapar (Foto: AP Photo/Eduardo Verdugo/InSight Crime)

Consiguieron huir a través de caminar mucho, además tenían transporte hacia Guanajuato, sin embargo los pararon en el camino. Dos centroamericanos fueron asegurados y deportados, Carlos logró quedarse en México y un coyote lo ayudó a llegar a Estados Unidos, ahora busca residir de manera legal en dicho país. También se sabe que, El Cherry, su exjefe, lo sigue buscando.

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