Ácidas críticas despertó la tensa polémica desatada entre los senadores Héctor Vasconcelos, de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), y Lilly Téllez, de Acción Nacional (PAN), tras la aprobación de la reforma a la Guardia Nacional en el Senado.
Sin embargo, a la discusión intervinieron militantes de ambas bancadas para defender a sus respectivos colegas; siendo uno de éstos el propio presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien abogó por Vasconcelos durante su tradicional mañanera.
Fue así que desde Palacio Nacional, el Jefe del Ejecutivo expresó su afecto por el también hijo de José Vasconcelos, ex secretario de Educación (1921–1924), a quien señaló no sólo como “un amigo entrañable”, también como “un ser humano excepcional”.
De esa manera, pero sin hacer mención explícita a la senadora Téllez, respaldó al senador, asegurando que él no merecía ser blanco de los insultos que recibió tras la sesión de la Cámara Alta.
“Fue ofendido y no lo merece. Él no es polemista así vulgar. No. Es un hombre correcto. Entonces desde aquí le mando un abrazo a Héctor cariñosísimo”.
El insulto al cual López Obrador hace referencia es aquel donde la blanquiazul - mediante su cuenta de Twitter - tachó a Vasconcelos de ser un “retrógrada” e insinuó que habría participado en la sesión de la Cámara Alta bajo los efectos del alcohol.
Esto, tras recordar la polémica de hace 18 años en la cual el ahora legislador de 77 años se vio envuelto por presuntamente haber provocado un accidente automovilístico tras conducir en estado inconveniente, durante su ejercicio como embajador de México en Dinamarca.
Sin embargo, el morenista no se quedó callado y replicó a su homóloga opositora, acusándola de “lanzar una nueva calumnia” al “revivir una infamia” que fue desmentida en su respectivo momento.
De esa manera, anexó tres documentos que descartaron el estado inconveniente señalado como el supuesto causante del accidente, siendo uno de éstos el dictamen traducido de la policía danesa, en el cual se lee:
“La policía de Copenhague puede confirmar a esta petición que no se pudo determinar que el embajador de México, al momento del accidente, hubiera conducido bajo los efectos del alcohol en contravención a la ley de tráfico”, señaló el escrito firmado por la directora de la Policía, Hanne Bech Hanse, en 2004.
La advertencia que desató el pleito Vasconcelos-Téllez
El 9 de septiembre, la cámara de Senadores fue sede de una acalorada jornada de casi 12 horas, en la cual - entre abucheos y amenazas - aprobaron la integración de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Una de las intervenciones que más destacaron fue la de Lily Téllez, quien tundió a las y los legisladores que apoyaron la iniciativa enviada por el mandatario, López Obrador - la cual, a ojos de la oposición, críticos y especialistas, fomenta la militarización del país.
“Se ahogan en el agua que juraron que no beberían. Como el falso profeta, López Obrador ofreció paz y entregó muerte. En este gobierno ha habido más muertos que en los gobiernos anteriores. (...) Es culpa de la colusión con el crimen organizado”.
Ante dicho pronunciamiento, Vasconcelos interrumpió la tercera ronda de oratorias y respondió con el mismo fervor a Téllez por “cometer calumnias y difamaciones”. Esto, seguido de una amenaza para interponer una demanda penal en su contra “por calumnias, difamaciones y daño moral al presidente de la República”.
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