En qué lugar de Ciudad de México estuvo la primera imprenta del Nuevo Mundo

En las calles de lo que ahora es la capital mexicana se asentó la primera imprenta de todo el continente americano

Guardar
La primera imprenta en América
La primera imprenta en América data del año 1539 (Foto: Mediateca INAH)

Tras la guerra entre españoles y los pueblos mexicas del Valle de México que culminó en 1521, la ciudad de Tenochtitlan se convirtió en la capital de la Nueva España, volviéndose una extensión del viejo mundo a donde se trasladaron los herramientas, máquinas y otros adelantos tecnológicos del momento.

En el año de 1539, a casi 20 años de haberse instaurado la nueva ciudad, llegó no sólo la primera imprenta de lo que ahora conocemos como el territorio mexicano, sino de todo el continente americano.

En una de las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México se colocó la primera máquina con la que comenzaron a plasmarse en papel diversos textos; en principio folletos y volantes, para luego dar paso a la impresión de libros.

Juan Pablos fue el primer
Juan Pablos fue el primer impresor de la Nueva España (Foto: Mediateca INAH)

En aquel entonces, un hombre de nacionalidad italiana llamando Giovanni Paoli, conocido en México como Juan Pablos, firmó un contrato con su jefe en Europa; un hombre originario de Sevilla y de ascendencia alemana de nombre Juan Cromberger quien tenía una empresa de impresión. El acuerdo fue para ser él quien dirigiera el primer negocio de imprenta en el Nuevo Mundo.

Pese a que la idea original fue de Fray Juan Zumárraga, quien a su llegada a la ciudad de Tenochtitlan vio la necesidad de tener una imprenta en la región, el mérito se lo llevó la empresa de Cromberger, y de quien obtuvo su nombre la primera imprenta: “Casa de imprenta de Juan Cromberger”, nombre que llevó hasta 1548.

El inmueble que originalmente ocupó era conocido como la Casa de las Campanas en la que era llamada calle de Santa Teresa, esquina con Monedas, ahora Licenciado Primo Verdad y Moneda, número 10, a un lado del Palacio Nacional en el corazón del Centro Histórico. En la actualidad el inmueble es propiedad de la Universidad Autónoma de México (UAM).

Los primeros documentos que se
Los primeros documentos que se imprimieron eran folletos (Facebook del Archivo General de la Nación)

Una vez que la empresa de Cromberger consiguió el permiso del virrey Antonio de Mendoza, Juan Pablos se convirtió en el primer impresor de todo el continente. Una vez asentado, comenzó a imprimir folletos religiosos por encargo de su patrón, los cuales era utilizados para evangelizar a los habitantes nativos.

Por su parte, el primero libro que se imprimió fue Breve y más Compendiosa Doctrina Christiana en Lengua Mexicana y Castellana de fray Juan de Zumárraga. Sin embargo, en aquellos años la imprenta no tuvo un mercado muy amplio, pues el grueso de la población no sabía leer.

En el mismo año que se imprimió el primer libro, Juan Pablos también imprimió -por orden del virrey- el primer libro de carácter no religioso: Ordenanzas y compilaciones de leyes, así como la Mística teológica de San Buenaventura.

La placa en el edificio
La placa en el edificio en calle Moneda (Foto: Mediateca INAH)

En sus primeros años, la empresa no presentó buenas ganancias. Fue a la muerte de Juan Cromberger que su viuda, Brígida Maldonado, quiso mantener el monopolio de la impresión en la Nueva España con la bendición del rey Carlos V, pero al estar tan lejos, decidió traspasar el negocio a Juan Pablos.

Años después el inmueble fue vendido para convertirse en la sede del convento de Santa Teresa de las Carmelitas Reformadas, el cual albergó por mucho tiempo. No obstante, la fama del lugar lo llevó a la actualidad a ser considerado como la Casa de la primera imprenta en México, el cual es un museo además de recinto cultural administrado por la UAM.

En su fachada principal se encuentra una placa en la que se lee: “El Virrey Don Antonio de Mendoza estableció aquí el año de 1536, la primera imprenta de América. Los tipógrafos fueron Esteban Martín y Juan Paoli, (siendo Presidente de la República el C. Venustiano Carranza, el Ayuntamiento provisional de la Ciudad de México, colocó la lápida en 31 de diciembre de 1917)”.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar