La paradisiaca zona de Zihuatanejo, ubicada en la Costa Grande de Guerrero, está siendo azotada por una fuerte ola de inseguridad, violencia y extorsiones, por lo que la Marina ya tomó control de la seguridad pública de ese municipio.
El viernes, el alcalde priista, Jorge Sánchez Allec, informó que el cabildo aprobó que la Marina tomara el control de la seguridad pública, por lo que el teniente de fragata Carlos Sedas Taracera, será quien esté a cargo de las tareas.
De acuerdo con medios locales, elementos de la Marina ya patrullan las calles de Zihuatanejo, desplazando a los policías.
La decisión fue tomada por las autoridades luego de que en los últimos meses, el robo al transporte público, la violencia, pero sobre todo la extorsión, se han incrementado de manera alarmante a lo largo y ancho del municipio.
Uno de los principales objetivos de los delincuentes es el sector empresarial. Lo mismo han sido extorsionados comerciantes relacionados con la venta de materiales para la construcción que de la masa y la tortilla, lo que orilló a muchos de ellos a cerrar de manera temporal.
Otro de los casos graves es el de la extorsión a los transportistas. A principios del pasado mes de mayo, hombres armados quemaron tres unidades y suspendieron el servicio. Pero después vinieron los asesinatos.
El 6 de julio, los operadores del transporte público suspendieron el servicio local y foráneo debido al homicidio de un conductor en una de las calles del centro de Zihuatanejo. Sin embargo, terminaron por aceptar pagar la cuota exigida por los delincuentes para poder reanudar el servicio.
No obstante, a partir de esta semana, los concesionarios de transporte local aumentaron el precio del pasaje de nueve a 12 pesos. Lo mismo ocurrió con el servicio foráneo sin que hubiera un permiso de la Dirección Estatal de Transporte del Gobierno del Estado.
“Lo que nosotros suponemos es que los concesionarios de transporte se vieron obligados a subirle al precio del pasaje para que les alcance en el pago de la cuota a la delincuencia”, dijo un empresario de Zihuatanejo entrevistado por Animal Político vía telefónica.
En tanto que un poblador le contó al diario El Universal que en estos momentos, los criminales extorsionan a casi todos los que ofrecen un servicio en Zihuatanejo: taxistas, a los que rentan las lanchas en las playas, a operadores de máquinas pesadas, hoteleros, tortilleros, incluso, comenzó el control en la venta de productos como la cerveza, refresco, pollo y carne.
“Acá es así de fácil: si no pagas luego luego te quieren quemar tu negocio”, aseguró.
Cabe recordar que la Secretaría de Seguridad Pública de Zihuatanejo era controlada por la policía estatal desde 2017.
Militares, marinos y policías estatales desarmaron a todos los agentes de la Policía Municipal y detuvieron a 42 presuntos integrantes de una organización criminal que estaban infiltrados en la corporación, los cuales portaban uniformes, armas e insignias oficiales pese a que no pudieron acreditar que eran agentes.
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