A diferencia de lo que piensa el presidente Andrés Manuel López Obrador y la mayoría del Congreso, el gobernador del estado de Jalisco, Enrique Alfaro, aseguró que la “militarización” de la Guardia Nacional no es el camino adecuado para enfrentar el problema de inseguridad que enfrenta desde hace varios años el país.
En breve entrevista, a su llegada a la comunidad de Santa Catarina, donde acompañó a AMLO a la presentación Plan de Justicia para el Pueblo Wixárica, el emecista reconoció que si bien el Ejército está ayudando en tareas de seguridad, no es la ruta que se había planteado cuando se creó la Guardia Nacional como un “mando civil”. En este sentido, señaló que lo mejor es fortalecer a las policías locales.
“Lo hemos dicho en muchas ocasiones, no tiene nada que ver nuestra postura con un cuestionamiento a la importancia del Ejército, a su prestigio como institución de este país, pero creemos que es mejor retomar el espíritu original de la reforma: fortalecer las policías locales y entender que esta deber ser una transición en un momento complicado, pero no puede ser la apuesta del futuro militarizar el país”
“Creemos que la ruta que se había planteado se había planteado en la reforma que permitió crear la Guardia Nacional establecía un mecanismo de transición y plantear que la policía nacional esté bajo un mando militar nos parece un camino equivocado”, agregó.
Por lo anterior, dijo que en 2024 se tendría que terminar el lapso para que el Ejército continúe en las calles y regrese a los cuarteles, pues la intención del gobierno federal es ampliar su presencia hasta 2028.
Asimismo, expresó que es “increíble” que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) proponga prolongar el periodo que el Ejército participe en labores de seguridad.
Cabe recordar que el general Luis Crescencio Sandoval fue recientemente nombrado como nuevo responsable del control operativo, financiero y administrativo de la Guardia Nacional, luego de que el Senado de la República aprobó su dependencia a la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) con efecto inmediato, mismo que ya fue publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Por su parte, el presidente López Obrador se pronunció sobre el problema territorial que atraviesan ganaderos de la comunidad Wixárica con el estado colindante de Nayarit. Aceptó que se trata de un problema prioritario para las dos entidades y que hay grupos delincuenciales que deben ser atendidos.
Posteriormente explicó que desde los cuatro estados occidentales (Nayarit, Jalisco, Colima y Michoacán) implicados han solicitado la presencia de la Guardia Nacional, por lo que a pesar de mencionar que las comunidades han mantenido la paz, la intervención de grupos delincuenciales es evidente.
“Hay grupos muy poderosos de la delincuencia y se requiere el apoyo del estado”
Luego de que Morena y sus aliados lograron aprobar en la Cámara de Senadores que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tenga todo el control operativo, financiero y administrativo de la Guardia Nacional (GN), el general Luis Crescencio Sandoval alertó este viernes que si los militares son regresados a los cuarteles podrían originarse problemas similares a cuando fueron sacados a las calles para encargarse de las tareas de seguridad pública.
Incluso, afirmó que si se le permite a los militares mantenerse “en las calles” hasta 2028, como lo propone el presidente Andrés Manuel López Obrador, trabajarán en el fortalecimiento de la Guardia Nacional para que sus elementos realicen acciones netamente como soldados.
“El proyecto para 2024 es que la Guardia Nacional tenga 150 mil hombres [...] Queremos seguir haciendo el trabajo, y al tener la tutela de la Guardia Nacional nos va a permitir que se fortalezca aún más, y llegue quizá, el día en que tengamos que realizar las acciones netamente militares como soldados, que no las dejamos de hacer”
Sin embargo, para expertos, activistas y opositores al gobierno de la autollamada Cuarta Transformación (4T) esto significa una mayor “militarización” del país, pues la GN habría nacido como “un mando civil”. Y es que la preocupación radica en que el Ejército Mexicano se ha caracterizado por violar constantemente los derechos humanos.
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