Para nadie es nuevo que desde hace décadas, el sistema de salud pública de México se encuentra en una espiral de franco deterioro, pero en los últimos años, el problema de una mala atención médica se ha profundizado con un desabasto enorme de medicamentos, déficit de médicos, malas condiciones laborales para los profesionales de la salud, burocracia así como clínicas y hospitales cayéndose a pedazos.
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llegó a la presidencia de la República con 100 promesas de campaña bajo el brazo. Una de ellas, fue tener un sistema de salud pública mexicano como el de Noruega o Dinamarca: en donde la salud es un derecho público gratuito y de muy alta calidad.
“Los populistas de Dinamarca y de Noruega garantizan el derecho a la salud. La salud en Dinamarca es gratuita, está en lo que ellos conocen como Estado de Bienestar; hay protección al ciudadano desde que nace hasta que muere. Nosotros queremos crear un sistema de salud pública de primera y gratuito, porque la salud, como la educación no son privilegios, son derechos”, aseguró el mandatario en su conferencia de prensa matutina del 8 de enero de 2020.
Pero además, desapareció el Seguro Popular, el cual nació con la finalidad de evitar el empobrecimiento de las familias ante la eventualidad de una enfermedad muy grave, como el cáncer o el VIH/SIDA. El argumento fue que el Seguro Popular “no servía”, pese a que brindaba servicio a millones de mexicanos que carecían de seguridad social.
Para ello en 2019 “creó” el Insabi (Instituto de Salud para el Bienestar) pero a cuatro años de iniciado el sexenio de López Obrador, nunca logró arrancar y ahora, el llamado IMSS-Bienestar es quien se hará cargo de todos esos millones de personas que no tienen seguridad social.
Sin Seguro Popular, ni Insabi y con centros de Salud con carencias en todos los sentidos, comenzó a surgir un servicio médico privado pero a precios muy accesibles, para dar servicio a todas aquellas personas que necesitaban una consulta médica, pero que no pueden pagar los servicios médicos en los grandes hospitales privados: Consultorios Adyacentes a las Farmacias (CAF).
Un servicio necesario
Los Consultorios Adyacentes a las Farmacias surgieron en México durante la primera década de este siglo, como una forma de impulsar la prescripción de medicamentos genéricos “similares”. Están reguladas y tienen permisos por parte de la Secretaría de Salud.
Luego de la epidemia de influenza H1N1 en México, ocurrida en marzo de 2009, la Secretaría de Salud emitió un acuerdo (2010) para establecer la prohibición de la venta de antibióticos sin prescripción médica, por lo que se otorgaron permisos para la instalación de consultorios ubicados junto a las farmacias, los cuales están sujetos a la Norma Oficial Mexicana NOM-005-SSA3-2010, que establece los requisitos mínimos de infraestructura y equipamiento de establecimientos para la atención médica de pacientes ambulatorios. La norma está vigente desde el 16 de octubre de 2010.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Distribuidores de Medicinas (ANADIM) se estimaba que en 2020 había 17 mil CAF que diariamente brindaban alrededor de 325 consultas en cada uno de sus puntos.
Además, la ANADIM destacaba que alrededor de siete de cada 10 pacientes de estos consultorios son afiliados al IMSS o al ISSSTE, pero acuden a estos consultorios por su cercanía y menor tiempo de espera con un costo que ronda entre los 25 a 50 pesos por consulta.
La atención en estos consultorios se ha vuelto verdaderamente importante en medio de la pandemia de COVID-19, ya que ante la saturación en los hospitales y la dificultad para poder lograr la atención médica, la gente acudió a los CAF y lo sigue haciendo para poder ser revisado y valorado en una primera instancia y ya con un diagnóstico, tomar decisiones.
Pero además, todos aquellos pacientes que padecen otras enfermedades que no fuera COVID-19, quedaron relegados de la atención médica debido a la emergencia sanitaria, por lo que los médicos de estos consultorios también atendieron a estas personas.
Pese a la alta demanda de estos servicios, los médicos que atienden las consultadas en los CAF tienen muy bajas remuneraciones, así lo señala el doctor Xavier Tello, un médico cirujano y analista en políticas de salud, así como autor del libro “La Tragedia del Desabasto”.
La evidencia más contundente de esta situación quedó asentada en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021 sobre COVID-19 en donde se muestra que siete de cada 10 pacientes en México acuden a tratarse en la medicina privada, aun siendo derechohabientes de las instituciones de salud estatales como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). De este total, el 18% lo hace mediante un CAF.
El pasado 16 de agosto, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell “se lanzó” contra estos consultorios al asegurar que “representan un riesgo para la salud y para la vida de las personas”.
Incluso aseguró que lo importante para estas cadenas de farmacias (que prácticamente ya todas cuentan con consultorios médicos) “lo importante es que salgan con una receta de seis, ocho, 10, 15 medicamentos, la gran mayoría no indicados, no correctamente indicados”, aseveró López-Gatell.
Debido a la polémica que se desató, el propio presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) “salió al quite” para aclarar que no se cerrarían estos consultorios.
“Cuando se habló de las farmacias, creo que no se matizó. No se trata de clausurar los consultorios de las farmacias, de lo que se trata es de mejorar el sistema de salud pública”, dijo el mandatario federal en su conferencia mañanera del pasado 31 de agosto.
López Obrador reconoció que estos consultorios se han multiplicado debido a la falta de atención médica que existe. Sin embargo, reiteró lo dicho por López-Gatell al asegurar que los doctores “pueden inducir” a que se compren medicamentos en las farmacias donde se encuentran ubicados.
“Pueden inducir a que se compren los medicamentos donde están los consultorios, porque también hace falta atención médica. Entonces no es cancelar nada. Es como cuando nos piden autorización para abrir una escuela, pues vamos a dar todas las autorizaciones”, dijo López Obrador.
Además señaló que su compromiso es que México tenga el mejor sistema de salud del mundo.
“Que se escuche bien. Es un desafío conseguir todos los médicos, especialistas, pero los vamos a tener. No solo en las ciudades, en las comunidades apartadas, en el medio rural donde la gente sufre mucho por la falta de atención”, enfatizó López Obrador en esa misma conferencia.
Desabasto de medicinas, hospitales deteriorados y déficit de médicos: la larga lista de los problemas del sistema de salud público
Uno de los primeros problemas que tuvo que enfrentar Andrés Manuel López Obrador desde su llegada a la presidencia de la República, fue el de las protestas de los médicos y personal sanitario exigiendo mejores condiciones laborales.
De acuerdo con el Frente Nacional de Trabajadores de Salud, alrededor de 95 mil trabajadores de la salud no tienen un contrato pese a tener 15 o 20 años trabajando en instituciones públicas de salud, además de tener derechos laborales precarizados.
Y es que en varias ocasiones, López Obrador ha prometido que basificará a los trabajadores del sector salud que trabajan como eventuales y por honorarios.
Pero los recortes a los presupuestos derivados de la llamada “austeridad republicana” y luego la emergencia por la pandemia del COVID-19, redujo aún más las malas condiciones en los hospitales públicos y en consecuencia, también en los salarios, servicios hospitalarios, de estudios médicos y, sobre todo, un desabasto de medicamentos que, de acuerdo con familiares y los propios pacientes, ha puesto en peligro la vida de muchas personas.
Uno de los movimientos más combativos para exigir los medicamentos al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, es el de los padres de niños con cáncer, quienes de manera recurrente realizan manifestaciones. Otras agrupaciones como las personas que padecen VIH-SIDA o enfermedades renales, también han realizado varias protestas para exigir sus medicinas.
Aunque el gobierno federal asegura que sí se han realizado las compras consolidadas de medicamentos, lo único cierto es que los pacientes y sus familiares aseguran que el problema no ha quedado solucionado y cada cierto tiempo, los fármacos vuelven a escasear.
Pero otra grave problemática, asegura el gobierno federal, es la falta de médicos especialistas. De acuerdo con las cifras que ha proporcionado la actual administración es que en el país faltan 200 mil médicos, de ellos, 50 mil especialistas.
Es por eso que el pasado 9 de mayo, Andrés Manuel López Obrador anunció la llegada a México de 500 médicos cubanos para que den servicio en las poblaciones “más alejadas del país”, lo cual desató una fuerte polémica ya que los propios médicos aseguran que sí existe un alto número de doctores, pero la verdadera problemática es la falta de oportunidades y buenos empleos.
A través de una carta enviada al presidente de la República, los médicos y médicas mexicanos expusieron la situación.
“En nuestro país sí hay médicos con capacidad avalada por las universidades de la República, formados en el pleno conocimiento de las necesidades e idiosincrasia de nuestra población, algunos de ellos desempleados o empleados eventualmente con salarios muy bajos o en zonas de inseguridad extrema”, enfatizaron.
Pero el gobierno de López Obrador siguió insistiendo en que faltan especialistas por lo que firmó un convenio con el régimen cubano de Miguel Díaz-Canel, para la contratación de 500 médicos de la isla. A la par, dijo que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) abriría 14 mil 323 vacantes disponibles, lo cual ocurrió el pasado 24 de mayo, cuando comenzó la Jornada Nacional de Contratación y reclutamiento para médicos y médicas especialistas.
El 7 de junio, el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, señaló que 10 mil 920 médicos se habían registrado en la Jornada, la cual cerró el 3 de junio y de las 14 mil 323 vacantes disponibles, solo 6 mil 963 obtuvieron al menos una postulación, mientras que 7 mil 360 no registraron ninguna, “ningún médico dijo ‘a mí me interesa esta vacante’”, comentó.
Con ese argumento, comenzó la llegada de los médicos cubanos a México.
A inicios de agosto de 2022, la periodista Lourdes Mendoza, en su columna que publica en El Financiero, reveló tener copia del convenio entre el gobierno de AMLO y Díaz Canel en el que la administración del político tabasqueño se compromete a pagar a la Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos S.A, un millón de euros mensuales por los “servicios” de los galenos de aquel país en México.
De acuerdo con la periodista, en total serán 610 médicos y médicas quienes cubrirán una parte de las 5 mil 329 vacantes médicas que no fueron reclamadas por profesionales de la salud mexicanos en zonas de alta marginación del territorio nacional.
El viernes 9 de septiembre, el presidente reiteró que seguirá la contratación de médicos cubanos y extranjeros, “aunque les duela a los conservadores”.
Aseguró que la finalidad es atender la salud de los mexicanos ya que insistió en que el país no cuenta con los especialistas en salud que se requieren.
“Vamos a seguir contratando médicos especialistas de Cuba y de otros países, porque tenemos el compromiso de que no falten los médicos, que no falten los medicamentos”, machacó.
De los más de 600 médicos cubanos que fueron contratados por el gobierno de México para atender la supuesta falta de personal de salud en el país, al menos 60 realizarán sus labores en el estado de Nayarit y otros 55 en Colima.
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