El mundo se detuvo desde el pasado 8 de septiembre, fecha en que se anunció el fallecimiento de la Reina Isabel II de Inglaterra. Las reacciones de los usuarios en redes sociales han sido variadas: hay desde quienes lloran su muerte desconsoladamente, hasta quienes han aprovechado para expresar su rechazo a la monarquía por considerarla además de un sistema de gobierno obsoleto, uno totalmente colonialista.
Actualmente la economía del Reino Unido es la sexta más grande del mundo, detrás de los Estados Unidos, China, Japón, Alemania e India; asimismo ocupa el segundo lugar en Europa.
La administración británica tienen una historia compleja detrás de su grandeza económica. El inicio de Gran Bretaña como potencia mundial comenzó con la formación del Imperio Británico por allá del siglo XVII. Tras la colonización de los imperios Ibéricos, Inglaterra no se quiso quedar atrás y comenzó su conquista en América en 1607.
Según el historiador británico Stuart Laycock en su libro Todos los países que hemos invadido: y los pocos a los que nunca hemos llegado (All the countries we’ve ever invaded: and the few we never got round to), la nación solo no ha podido llegar nunca a 22 países del mundo.
Pero a pesar de que invadió varios territorios americanos, no todos se convirtieron en sus colonias. Uno de estos países, fue México.
¿El Imperio Británico invadió México?
La única invasión que, según Laycock, se realizó siendo México ya un estado independiente es la de 1862. En México esta no se reconoce como invasión/intervención, pues Inglaterra aceptó la soberanía de México y se retiró, a diferencia de los franceses.
Según la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), al concluir la Guerra de Reforma, México atravesaba una situación crítica, tanto económica como política, por lo que el 17 de julio de 1861 el Congreso de la Unión decretó la suspensión del pago de las deudas públicas, incluyendo las contraídas con otras naciones.
La consecuencia de la falta de pago de intereses, fue que el 31 de octubre del mismo año se firmó en la Convención de Londres un pacto entre España, Inglaterra y Francia con la intención de intervenir militarmente en México para persuadir al gobierno de cumplir con el pago de la deuda.
Así fue que el 7 de diciembre de 1861, arribó a Veracruz una escuadra española, a la que se unieron los barcos ingleses y franceses el 7 de enero de 1862. El General Juan Prim Prats, jefe de la expedición española mandó un ultimátum al gobierno mexicano con el fin de negociar sobre la deuda contraída.
En el convenio de La Soledad, se reconocía la soberanía e independencia de México, pero se permitía el desembarco de las fuerzas extranjeras para evitar bajas debido a la fiebre y otras enfermedades que padecía su tripulación.
Los diplomáticos ingleses y españoles aceptaron los convenios de las negociaciones con México, pero el representante francés no reconoció tales acuerdos, por lo que al retirarse las escuadras española e inglesa, únicamente quedaron los franceses en territorio mexicano, comenzando la Intervención armada con fines monárquicos en la que Inglaterra bien pudo haber participado.
El resto de las invasiones que documentó el autor se realizaron en el periodo colonial cuando incursionaban piratas de ese origen. Así que, en estricto sentido, estas “invasiones” se hicieron contra la corona española y no contra “México” como país.
“El Navío Real llegó a Veracruz en 1861 y ayudó a desembarcar a las tropas. Sin embargo, pronto nos dimos cuenta que los franceses tenían objetivos a más largo plazo que simplemente obtener su dinero. Así que dejamos a los franceses”, asegura el autor en su libro.
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