El Tren Maya se ha convertido en un talón de Aquiles para Andrés Manuel López Obrador y su autodenominada Cuarta Transformación y es que, pese a que las obras ya comenzaron, la polémica continúa rondando el que planea ser uno de los proyectos insignia de su administración.
En esta ocasión, una usuaria de redes sociales identificada con el username de “CrisNo” documentó en un video lo que por meses ambientalistas y expertos han señalado: el suelo kárstico de la Península de Yucatán no cuenta con las condiciones necesarias para que le pase por encima un tren a 160 kilómetros por hora.
En la grabación, se puede apreciar a la activista adentrarse junto a un grupo más de personas en el Cenote Guardianes, mismo que se localiza justo por debajo de donde se realizan las obras de construcción del Tramo 5 del polémico proyecto estrella de la autodenominada Cuarta Transformación.
De fondo y a lo lejos comienza escucharse el ruido de una pesada maquinaria que ya opera en la zona en la construcción del Tren Maya, no obstante, todo alcanza un nuevo nivel cuando tanto “CrisNo” como sus acompañantes comienzan a sentir y escuchar las vibraciones del suelo provocadas por el pesado tractor que circulaba.
Dicha cuestión fue suficiente para que de forma casi inmediata todos salieran de la cueva ante el inminente riesgo de un colapso, lo que llevó a la activista a cuestionar si realmente el sistema de cuevas subterráneo ubicado en la zona podría contener el peso y fricción de un tren a 160 kilómetros por hora si tan solo con la maquinaria las vibraciones son atemorizantes.
“Un llamado a la prudencia” fue como calificó “CrisNo” su visita a las obras del Tren Maya y es que aunque el mandatario tabasqueño ha justificado dicho proyecto con el argumento de que impulsará el turismo y llevará progreso a las comunidades más endebles de la Península de Yucatán, lo cierto es que el daño ambiental que generaría a una de las regiones más bellas del país podría implicar más desventajas que beneficios para las y los habitantes de la zona.
Además de que, por necedad y capricho, en el peor de los escenarios podría colapsar gran parte del sistema subterráneo de cuevas de la región, provocando un daño ecológico irreparable y poniendo en riesgo la vida de aquellos quienes opten por el Tren Maya como su medio de transporte.
Por ello, colectivos de activistas, ambientalistas y múltiples expertos han solicitado con insistencia al presidente Andrés Manuel López Obrador que suspenda las obras del Tren Maya o que, por lo menos, se realicen las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) como lo dicta la ley y no de forma arbitraria como hasta el momento se ha desarrollado el proyecto.
Uno de los principales opositores al proyecto estrella de Andrés Manuel López Obrador ha sido el colectivo Sélvame del Tren, quienes a través de múltiples eventos informativos han expresado su preocupación por el daño ecológico y social que el proyecto trae consigo, además de evidenciar la ilegalidad que ha permeado los permisos de construcción del Tren Maya.
En conferencia de prensa, uno de los abogados colaboradores del colectivo señaló que antes de que cualquier obra comience es necesario contar con una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) emitida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), no obstante, las obras del Tren Maya comenzaron sin dicho estudio, además de que se ha contemplado una MIA por tramo cuando la ley establece que es una sola por proyecto.
Dicha premisa ha sido evidenciada por la convocatoria que lanzó recientemente Semarnat en donde invita a instituciones académicas, investigadores, organizaciones sociales, civiles y la sociedad en general a reuniones informativas de las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto Tren Maya en los tramos 6 y 7.
Cabe mencionar que, pese a que las obras comenzaron desde hace ya un par de meses, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) ingresó las MIA respectivas a dichos tramos para su evaluación ante la Semarnat apenas el pasado 4 de agosto.
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