Tras la aprobación en la Cámara de Diputados del proyecto en el que la Guardia Nacional (GN) pasará a ser de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el influencer Chumel Torres, quien se ha destacado por ser uno de los miembros más severos de la oposición, arremetió contra la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y el actor Damián Alcázar.
Todo lo opuesto al youtuber, el intérprete de Benny García en la película El Infierno es uno de los más fervientes seguidores del presidente López Obrador, pues siempre lo justifica y es partidario de las acciones que realiza.
En ese sentido, cuando este sábado los legisladores de San Lázaro aprobaron con 264 votos a favor, 212 en contra y 1 abstención, en lo particular y en lo general, el proyecto que reforma las leyes Orgánica de la Administración Pública Federal, de la Guardia Nacional, Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos y los artículos transitorios, el actor lo festejó, asegurando que la llamada militarización del país es buena.
Demián Alcázar excusó que no hay peligro con que la Guardia Nacional se una a las filas de la Sedena, ya que a diferencia del pasado, los militares de la Cuarta Transformación construyen y auxilian a la población en lugar de ayudar al crimen organizado.
“Hoy los militares construyen bancos, aeropuertos, trenes, atienden en desastres naturales, sirven al pueblo. Si Calderón hubiera hecho lo mismo, seguramente habría terminado la refinería y los hospitales que dejo en obra negra, pero no, sus soldados fueron un retén de muerte”.
Bajo ese contexto, el influencer Chumel Torres criticó su apoyo total al proyecto de AMLO, asegurando de forma irónica que es una “militarización buena”.
Cabe recordar que aunque fue aprobada en lo general en la Cámara de Diputados la reforma que le daría el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional a la Sedena, ahora pasará al Senado de la República para su votación.
Los morenistas remarcan que el propósito es fortalecer a la GN como cuerpo de seguridad disciplinado, el cual quedará adscrito a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, bajo el control operativo y administrativo de la Sedena, de manera que la población esté mejor protegida.
Cuando surgió la Guardia Nacional, en 2019, el presidente López Obrador aseguró que la Policía Federal de México era irremediablemente corrupta e incapaz de enfrentarse a los cárteles de la droga, por lo que era necesario un nuevo cuerpo de seguridad a nivel nacional.
En el sexenio de Felipe Calderón hubo 121 mil 613 asesinatos; 157 mil 158 casos con Enrique Peña Nieto y de diciembre de 2018 hasta mediados de agosto se habían contabilizado 119 mil 487 víctimas. Pero el presidente López Obrador comparó que el aumento de 2006 a 2012 fue de 192.8% en este delito; de 2012 a 2018 el incremento fue de 59% y desde 2019 a 2021 la tendencia disminuyó 9.1 por ciento. Dichos datos AMLO los ha presentado como justificante a su proyecto, señalando que su proyecto ha tenido resultados a la baja en violencia.
No obstante, la oposición y organizaciones nacionales e internacionales aseguran que entregarle el control de la Guardia Nacional a Sedena es un error grave que podría poner en riesgo a la población.
Por ejemplo, Amnistía Internacional, una de las instancias defensoras de los derechos humanos más importantes del mundo, alertó que esta medida podría resultar perjudicial, ya que “México es más peligroso que hace 16 años cuando se decidió que militares salieran a las calles”, al haber un incremento en delitos como detenciones arbitrarias o tortura, contrario a lo dicho por AMLO.
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