El pasado 3 de agosto un grupo de trabajadores de una mina de carbón en Sabinas, Coahuila quedaron atrapados. A un mes del accidente, uno de los sobrevivientes expuso detalles sobre lo ocurrido aquel día.
Se trata de Fernando Pompa, quien en entrevista con Milenio, confesó que quienes sobrevivieron al incidente sabían desde el primer momento que sus compañeros habían perdido la vida ahogados, pero se aferraron a la idea de estar equivocados y que lograran ser rescatados.
Pompa recordó haber sido alertado por otro de los mineros, José Luis, quien sin dar más detalles le hizo saber de la gran cantidad de agua que amenazaba sus vidas. Fue entonces que el sobreviviente escaló y se enfrentó a obstáculos como el quedar cubierto varias ocasiones por la corriente, hasta lograr salir de la mina.
Al lograr llegar al exterior se enfrentó a la realidad: sus compañeros no habían logrado escapar de la tragedia. En ese sentido relató:
“Cuando salí, ya había un montón de compañeros del otro pozo. Enseguida me sientan y me dicen: ‘Se ahogaron todos güey, todos se ahogaron’”
Confesó no haber querido hablar públicamente de la muerte de los mineros por respeto a la familia y también porque guardaba la esperanza de que se hubiera formado una burbuja de aire que protegiera a sus compañeros de la gran inundación.
Solo habló hasta que los familiares de las víctimas de Sabinas firmaron un acuerdo en el que aceptaron una indemnización y un operativo para rescatar los cuerpos, el cual tomará entre seis y once meses durante los cuales se abrirá un tajo a cielo abierto.
El 1 de septiembre, un día después de la firma del acuerdo, la Coordinación Nacional de Protección aseguró que el operativo para recuperar los restos de los mineros no se detendrá. La coordinadora Laura Velázquez Alzúa aseveró que Andrés Manuel López Obrador instruyó utilizar los recursos necesarios para la labor y que las viudas serán indemnizadas con un monto superior al convencional.
Qué sucedió el día del accidente en la mina se Sabinas
Para Fernando Pompa el 3 de agosto transcurría con normalidad hasta que escuchó un gran estruendo, que pensó provenía de alguna manguera o de la llanta de una carretilla y detectó una gran cantidad de aire. Pese a que se alertó continuó su trabajo.
Estaba a mitad de camino para entregar su carretilla cuando se enteró de que algo no estaba bien. Perdió de vista a José Luis, el compañero que lo alertó y también al padre de éste, Rogelio Moreno, quien fue contra corriente a buscar a su hijo.
Antes de llegar a la superficie se encontró con otros de los supervivientes, Héctor Díaz, que emergió del agua. Ambos lograron avanzar hasta un punto en el que les lanzaron una cuerda para que pudieran salir.
Sin embargo, diez mineros más no corrieron con la misma suerte y perdieron la vida tras quedar atrapados al encontrarse con un río subterráneo mientras estaban cavando.
Este 3 de septiembre se llevó a cabo una misa en honor de cada uno de ellos: José Luis Mireles, Mario Alberto Cabriales, Jaime Montelongo, Sergio Gabriel Cruz Gaytán, Jorge Luis Martínez, José Rogelio Moreno Morales, José Rogelio Moreno Leija, Margarito Rodríguez Palomares, Ramiro Torres Rodríguez y Hugo Tijerina Amaya.
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