A más de un año de haber sido detenido en Guerrero, Susano Sánchez Sánchez fue entregado a las autoridades de Estados Unidos para enfrentar un proceso legal por los delitos de asociación delictuosa y contra la salud.
Esto, de acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR), debido a que la Corte Federal de Distrito para el Distrito Norte de Georgia había requerido al líder criminal vinculado al Cártel del Golfo (CDG), quien se encargaba del trasiego de drogas como marihuana, cocaína, heroína y fentanilo a las tierras norteamericanas.
Desde que las fuerzas de seguridad mexicanas capturaron a Susano ‘S’ en Acapulco en marzo de 2021 se tenía contemplada su extradición. Sin embargo, esta pudo concretarse apenas el pasado 31 de agosto.
La entrega del líder del CDG se llevó a cabo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde elementos de la FGR lo remitieron a los agentes estadounidenses designados para su traslado al país vecino.
Según la información compartida en un comunicado por parte de la Fiscalía, Susano Sánchez estaba al mando de las operaciones de tráfico de narcóticos en diversas áreas de EEUU, tales como Atlanta, en Georgia; Chicago, en Illinois; y Texas.
Cártel del Golfo: su legado y sus alianzas
Susano Sánchez Sánchez fue identificado en 2012 por Proceso como operador principal del CDG, una de las organizaciones criminales más antiguas de México, en cuyas filas han figurado personajes como Osiel Cárdenas Guillén, Jorge Eduardo Costilla Sánchez El Coss, Antonio Cárdenas Guillén Tony Tormenta y Mario Ramírez Treviño X20.
Además de sus acciones en el tráfico de drogas, una de las huellas más significativas del Cártel del Golfo es el nacimiento de Los Zetas, quienes surgieron como un brazo armado del cártel y rápidamente se convirtieron en uno de los grupos más sanguinarios y temidos del país.
Sánchez Sánchez, de acuerdo con la información de Proceso, habría tenido a su mando en algún momento a Gregorio Abeja Linares, El Güero Abeja o El Güero Huetamo, exjefe de plaza de los Caballeros Templarios detenido en 2013 y sentenciado en 2018 a 32 años de prisión.
Investigaciones de la extinta Policía Federal citadas por Insight Crime señalan que en 2010 existía una alianza entre el CDG y la Familia Michoacana para combatir a Los Zetas.
Sin embargo, para 2012 el escenario era distinto, pues la Familia Michoacana y Los Zetas se unieron para hacerle frente al recién surgido cártel de los Caballeros Templarios.
Este repentino cambio en los lazos del Cártel del Golfo no era un asunto nuevo para ese entonces. En 2004 Cárdenas Guillén y Benjamín Arellano Félix habían pactado desde prisión una alianza entre el CDG y el Cártel de Tijuana, la cual duró apenas un año. Su ruptura en 2005 provocó una sangrienta ola de violencia en los estados fronterizos.
Dos años después, en 2007, se daría otra ruptura pero con el Cártel de Sinaloa, lo cual tuvo repercusiones a lo largo del territorio nacional.
El fentanilo y su impacto en Estados Unidos
La incursión de los cárteles mexicanos en la producción y tráfico de drogas sintéticas como el fentanilo han tenido graves repercusiones en el país gobernado por Joe Biden.
Las principales razones por las cuales organizaciones como el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) han optado por este opioide son su accesibilidad —es muy económico y ampliamente disponible— y la fuerte adicción que provoca.
Datos de la Administración del Control de Drogas de EEUU (DEA) apuntan que dos miligramos de fentanilo son suficientes para quitarle la vida a una persona.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades registró que 107 mil 622 personas en los Estados Unidos murieron por sobredosis de drogas e intoxicaciones en 2021. Del total de esas muertes, el 66 por ciento involucró opioides sintéticos como el fentanilo.
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