A diferencia de lo que suele ocurrir, este 1 de septiembre el Zócalo de la Ciudad de México no resultó invadido de personas, ni siquiera con motivo del Cuarto Informe de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en donde resaltó -entre otras cosas- un ahorro de 2.4 billones de pesos y aseguró que “Triunfará la Cuarta Transformación”.
La cita fue a las 5:00 de la tarde, pero el día inició mucho antes pues desde temprano el presidente señaló que los homicidios van a la baja. Así empezaba a divulgar información sobre su trabajo.
Horas después, poco antes de las 5:00 los integrantes del gabinete empezaban a llegar a Palacio Nacional, afuera la gente iba de un lado a otro, casi sin prestar atención a las vallas que rodeaban la plancha del Zócalo. Minutos después de las 5:00 todo estaba listo para transmitir.
Adentro todo inició a tiempo, con saludos y honores a la bandera; por fuera la gente caminaba, platicaba y solo unos pocos escuchaban atentos. Entre los presentes había algunas lonas con exigencias y cerca de ellas personas con ideas y esperanzas de que las cosas cambien.
“Por el bien de todos, primero los pobres”, pero ¿primero para qué?, ¿para morir de hambre?”, se preguntaba una señora que busca ganarse la vida vendiendo elotes afuera de Palacio Nacional.
Su reclamo ocurrió al mismo tiempo que, en Palacio Nacional, AMLO destacaba: “El Estado dejó de ser el principal violador de los derechos humanos, el aumento al salario, el reparto de utilidades y los programas para el bienestar se han convertido en los medios de distribución de riqueza”.
Afuera de Palacio Nacional había unas cuantas personas que lo veían como un verdadero cambio, como un buen avance para el país. Gente que se reunió para reconocer que el presidente sí es diferente.
Según datos del propio gobierno uno de los mayores logros son los programas para el bienestar, los cuales buscan mejorar la calidad de vida de la población.
AMLO también señaló que en México ya no domina la oligarquía sino un gobierno democrático, cuya prioridad son los pobres.
Cerca de ahí, en otro punto, un individuo asegura que el principal mandatario del país tiene algo que es digno de respeto, el hombre - dice- tiene buenas intenciones. Pero lo que importa de verdad son las acciones. Además señala que si de verdad va a haber un cambio AMLO debería rodearse de expertos y gente que lo asesore en todos los temas.
No muy lejos, dentro de Palacio Nacional el presidente rinde cuentas ante la presencia de los profesionales que lo rodean y le reconocen su esfuerzo.
Una persona más, una estudiante cuenta que se forma profesionalmente en una de las instituciones que AMLO creó, se le nota feliz y reconoce que un mandatario que goza de tanta popularidad se debe a que la gente lo siente cercano.
Pero afuera también hay gente que busca a personas por toda una nación por más años de los que lleva la actual administración, son un grupo dedicado a buscar a desaparecidos y quieren algo muy concreto: hallar a quien ahora no está.
Al final dentro de Palacio Nacional se apagó la voz de un hombre y sonó el himno, no faltaron los aplausos, pero afuera la gente vivía su jueves, algunos con ilusión, otros con indiferencia, otros tantos comían y veían la decoración patria por el 15 de septiembre.
El presidente llegó a su Cuarto Informe con una alta aprobación, su mensaje fue transmitido a través de varios medios incluso desde el Metro de la Ciudad de México, pero parece que la gente que estaba justo afuera de Palacio Nacional no le prestó tanta atención.
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