La relación de trabajo político entre el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard Casaubón, siempre ha sido cercana, pues se remonta a la elección del 2000 cuando el actual canciller declinó su candidatura por la Jefatura de Gobierno del entonces Distrito Federal a favor del tabasqueño.
En aquel momento, Ebrard representaba al Partido de Centro Democrático (PCD), fundado por el expriista Manuel Camacho Solís, a quien conoció en su paso por el Partido Revolucionario Institucional (PRI); sin embargo, tras los comicios, dicho instituto político desapareció y se mudó al Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Ya como perredista, Ebrard Casaubón se volvió muy cercano al actual jefe del Ejecutivo Federal, pues del año 2000 al 2002 se desempeñó como consejero político; posteriormente -hasta 2004- fungió como el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Distrito Federal, aunque fue destituido por el entonces presidente Vicente Fox tras un linchamiento de policías en la delegación Tláhuac.
No obstante, el internacionalista por el Colegio de México (Colmex) pronto volvió al gobierno de la capital, pues fue designado como secretario de Desarrollo Social, cargo al que renunció en 2005 cuando buscó suceder a AMLO en el gobierno del DF, acto que consolidó en las elecciones del 2006 al obtener el triunfo.
Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal
Pese a algunos escándalos como la tragedia de la discoteca News Divine o críticas por la construcción de la Línea 12 del Metro, la administración capitalina de Ebrard fue ampliamente reconocida en su momento, no solo en México, sino alrededor del mundo, tanto que fue reconocido como El Mejor Alcalde del Mundo en 2010 por la Fundación City Mayors, premio en el que AMLO quedó en segundo lugar en el año 2004.
Tal reconocimiento empezó a elevar de rango de popularidad del actual canciller al interior del Sol Azteca, por lo que confesó públicamente sus intenciones de competir por la Presidencia de la República; sin embargo, su camino no fue sencillo, especialmente porque AMLO también se encontraba alzando la mano desde el inicio del sexenio de Felipe Calderón, luego de haber sido vencido por el panista por menos del 0.58% de la votación total.
Conviene recordar que tales resultados provocaron que AMLO, sectores perredistas y algunos grupos sociales se unieran a su lucha en reclamo de presuntos delitos electorales, por lo que encabezó un plantón en Paseo de la Reforma -una de las avenidas más importantes de la capital del país-, así como la conformación de un gobierno legítimo, por lo que se había consolidado como uno de los personajes opositores más fuertes contra la entonces administración federal.
Obrador vs Ebrard
Aunque existieron más interesados en la candidatura, las cúpulas del Sol Azteca comenzaron a conflictuarse en relación a estos dos personajes, los cuales ya atraían una fuerte fuerza militante: por un lado, el obradorismo iba tomando relevancia a nivel nacional, tanto así que posterior a la elección se separaron del PRD y se volvieron un partido político; mientras que “los marcelistas”, apoyados por la corriente Los Chuchos, comenzaron a ganar aceptación entre la base militante.
Fue en noviembre de 2011 cuando se dio a conocer que sería a través de un método de encuesta -muy similar al que actualmente aplica Morena- como se decidiría quién sería el abanderado perredista, mismo que tendría la tarea de vencer a Enrique Peña Nieto, exgobernador del Estado de México, así como evitar que el PRI volviera a la titularidad del Ejecutivo Federal.
Tras muchas críticas y controversias, semanas más tarde se dio a conocer que el actual Presidente de la República venció al canciller en tres de las cinco preguntas que lanzaron dos casas encuestadores a más de 6 mil ciudadanos en todo el país. Posteriormente, AMLO propuso a Ebrard como próximo secretario de Gobernación, en caso de que resultara ganador.
Ante tal nombramiento muchos especialistas apuntaron que, para evitar un rompimiento partidario de cara a una importante elección, ambos políticos llegaron a un acuerdo, pues sentenciaron que el secretario de Estado y López Obrador convinieron que fuera el tabasqueño el candidato y, en caso de resultar ganador, Ebrard tendría fuertes posibilidades de sucederlo, acción que apuntaron es lo que está ocurriendo de cara a los comicios de 2024.
Movimiento Ciudadano
No obstante, AMLO no ganó la elección del 2012 y Ebrard no lo siguió a Morena, como había hecho en el año 2000 cuando se afilió al PRD, contrario a lo que muchos apostaron, el político capitalino continuó en el Sol Azteca hasta el año 2015.
Y es que la firma del Pacto por México -el acuerdo legislativo en el que los partidos de oposición se comprometieron a apoyar las Reformas Estructurales de Peña Nieto- inconformó a muchos de los fundadores y líderes del PRD, tanto así que Ebrard calificó como una “acción incomprensible” con los deberes políticos de la izquierda mexicana.
Tras dicho acto, contrario a lo que muchos pensaron, Ebrard Casaubón se unió a las filas de Movimiento Ciudadano, un partido con el que se había aliado el Sol Azteca en comicios pasados. Con dicho instituto intentó participar en las elecciones del 2015 por una candidatura para ser parte de la Cámara de Diputados; sin embargo, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) revocó su candidatura.
De acuerdo a lo que declaró el máximo tribunal en materia electoral en el país, la decisión se tomó porque su nombre se registró simultáneamente en dos partidos políticos para el mismo cargo, sin que éstos anunciaran coalición.
Y es que, otra de las razones por las que Ebrard renunció al PRD fue porque lo dejaron fuera de las listas oficiales de las candidaturas plurinominales.
Se reencuentran en Morena
Tras dicho episodio, Ebrard se mantuvo lejano de la política un par de años más; sin embargo, su regreso se dio en 2017 cuando volvió a aparecer junto a Andrés Manuel López Obrador en los inicios de la campaña presidencial, ya que fue el encargado de la interacción del instituto y el candidato con los estados del noroeste de México.
Luego de dos procesos electorales, AMLO por fin obtuvo la victoria en 2018, por lo que se convirtió en Presidente de la República y, contrario a lo que había anunciado en 2012, Ebrard no sería el titular de la Segob, sino que le encomendó las relaciones internacionales del país, al encabezar la SRE.
Actualmente, Marcelo es uno de los pocos secretarios de Estado que continúan en su cargo desde el 1º de diciembre de 2018; además de que ha tomado popularidad a nivel internacional, ya que ha sido el encargo de representar a México en diversos foros internacionales cuando el mandatario mexicano se ausenta.
Debido a tales reflectores y algunos señalamientos de Obrador en las conferencias mañaneras, muchos han apuntado a que Ebrard, al igual que Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López son los favoritos para suceder en la silla presidencial, mismos que no han negado sus intenciones por competir.
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