La Ciudad de México es una de las ciudades más grandes y hermosas de todo el mundo. Por su historia, sus edificios históricos y sus calles, la capital mexicana destaca y es uno de los destinos turísticos de México más solicitados.
Además, en la capital, hay lugares llenos de moda, atracción, y “caché”. Muchas de sus calles son así. Y es que en todo el mundo, hay ciudades que destacan por sus calles. Este año, la marca de medios de comunicación y hostelería Time Out, que publica guías locales de algunas de las ciudades más interesantes del mundo, presentó su segundo resumen anual de las calles más geniales del mundo.
Y es que más que todo un barrio completo, una sola calle puede definir la cultura y esencia de una ciudad.
“En la mayor parte del mundo, la vida prepandémica ha vuelto con fuerza. La gente hace planes con entusiasmo y vuelve a salir a sus ciudades y a hacer escapadas urbanas”, dijo James Manning, editor de viajes de Time Out, en un comunicado. “Nuestra lista de las calles más geniales del mundo agrupa las vías clave que los lugareños entendidos, incluidos nuestros editores y colaboradores expertos, recomiendan recorrer ahora mismo”.
La lista de este año cuenta con 33 calles, tres más que en la primera edición de 2021. También incluye varias ciudades nuevas, como Taipéi, Bombay, Atenas y Acra.
El primer lugar de la lista de este año es la calle Wellington, en el barrio de Verdún de Montreal. Laura Osborne, esitora de Time Out Canadá, dice que la calle tiene “bares de cócteles increíbles, lugares de brunch estelares, algunos de los mejores sándwiches de la ciudad e incluso una playa urbana de arena”, además de que se convertirá en peatonal en 2023, lo que sin duda añadirá más puntos de interés.
Aunque Estados Unidos no ocupa el primer lugar, puede estar tranquilo, pues tiene el mayor número de calles en la lista: la calle Ocho de Miami, la calle de MacDougal de Nueva York, y la avenida Wentworth de Chicago.
Sin embargo, México no se queda atrás. La calle que aparece en la lista de la Ciudad de México es la Avenida Amsterdam, en el moderno barrio de La Condesa.
Avenida Amsterdam
El trazo de la Avenida Amsterdam fue ideado por el arquitecto José Luis Cuevas, igual que el fraccionamiento residencial, que asemeja la forma que tenía la pista del antiguo Hipódromo de la Condesa, inaugurado en octubre de 1910 por Porfirio Díaz Mori.
La avenida Hipódromo, entonces llamada así porque fue la pista del antiguo Hipódromo Condesa, fue propiedad del Jockey Club de México y a la fecha se conoce como avenida Amsterdam. En 1902 se inició la construcción de la colonia Condesa y el 22 de julio de ese mismo año, el Jockey Club adquirió un predio de 300 mil metros cuadrados.
En 1908 la Compañía Bancaria de Obras y Bienes Raíces, dueña de la colonia, cambió este predio por otro cercano, debido a modificaciones del trazo del fraccionamiento. Luego el gobierno federal le transfirió al Jockey Club una manzana adyacente a sus terrenos, lo que dio un total de 467 mil 844 metros cuadrados a su propiedad. La superficie donde se construyó el hipódromo era parte de la hacienda de la Condesa de Tacubaya propiedad que durante el siglo XVIII llevaba el nombre de Santa Catalina del Arenal. Esta hacienda era propiedad de Catalina Dávalos y Orozco, Condesa de Miravalle, donde se producía pulque y se sembraba maíz y trigo.
En octubre de 1910, el hipódromo fue inaugurado con una carrera a la que asistieron políticos, diplomáticos y hombres de negocios. Después del derrocamiento de Francisco I. Madero, el Jockey Club se disolvió, debido a que no se había constituido legalmente, y en 1913 resurgió como el Jockey Club de México.
En el hipódromo, no sólo se realizaban carreras de caballos, también había torneos de polo y charreadas, organizadas por el Club de Polo y la Asociación Nacional de Charros. Debido a que estalló la Revolución Mexicana, el hipódromo paró sus actividades, y reabrió sus puertas al público hasta 1921.
Amsterdam siguió el ejemplo de la colonia Roma con su calle de Orizaba, al construirle un camellón al centro, y la avenida tiene un camellón central arbolado y dos modelos muy especiales de bancas revestidas de azulejos.
Las primeras casas que se construyeron a los costados de Amsterdam, alcanzaban dos niveles como máximo y tenían fachadas muy sencillas sin grandes ornamentaciones. Las bardas que las delimitaban alcanzaban apenas el metro de alto. La mejor manera de perderse en la avenida Amsterdam es recorrerla a pie, los sábados y domingos, para disfrutar de sus árboles y ambiente natural que ofrece su camellón, así como descubrir aquella arquitectura de estilo art déco, funcionalista y colonial californiano que le ha valido a la colonia Hipódromo ser considerada como zona patrimonial.
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