En más de una ocasión el transporte aéreo en México ha sido foco de múltiples denuncias que van desde retrasos en los vuelos, discriminación, robos, mal servicio, entre muchos otros factores que han influido negativamente en las aerolíneas que operan en el país.
Para su infortunio, las redes sociales se han convertido en una eficaz herramienta en donde tanto figuras públicas como ciudadanos han podido denunciar y acusar los abusos que han padecido al tratar de trasladarse en avión a otro sitio, tal y como sucedió con la periodista de investigación Sandra Romandía.
Fue la tarde del pasado martes cuando a través de su cuenta oficial de Twitter, la comunicadora compartió con sus seguidores la desafortunada situación que vivió al abordar un vuelo con una aerolínea mexicana que en más de una ocasión ha sido señalada por parte de usuarios de redes sociales de brindar un mal servicio.
De acuerdo con su relato, Sandra Romandía Vega fue la última en bajar del vuelo Vb1323 en asiento 38A de la aerolínea Viva Aerobús.
Aunque no detalló a dónde viajaba o el aeropuerto en donde se suscitaron los hechos, la periodista compartió con sus seguidores que al descender de la aeronave se percató de que había olvidado su bolso al interior del avión.
Cabe mencionar que dentro de su bolso la comunicadora llevaba sus objetos personales, tales como su cartera y celular, no obstante, al momento de tratar de regresar por sus pertenencias personal de la aerolínea le negó el acceso y le aseguró que éstos ya no se encontraban en el sitio que ella mencionaba.
El enojo de Sandra Romandía se potencializó cuando optó por rastrear la ubicación de su teléfono celular y el GPS le seguía indicando que su dispositivo se encontraba al interior del avión del que previamente había descendido.
La periodista indicó que el personal de Viva Aerobús no le brindó la atención requerida, se deslindaron de responsabilidades y le pidieron que se retirara a su casa, dando completamente por perdida su bolso y pertenencias.
De forma casi inmediata, internautas reaccionaron al mensaje de la periodista con comentarios de apoyo y empatía, pues aseguraron que la mencionada aerolínea se ha caracterizado por tener un servicio deficiente tanto en el trato con sus clientes como en la logística de sus vuelos.
La polémica causó gran revuelo, tanto así que Viva Aerobús se vio obligado a responderle a Sandra Romandía a través del mismo medio:
“¡Hola, Sandra! Gracias por ponerte en contacto con nosotros. Lamentablemente no hemos podido contactarte vía mensaje directo, te pedimos que nos envíes un mensaje para brindarte mayor información. ¡Seguimos atentos!”
Hasta el momento se desconoce si la aerolínea ya se puso en contacto con la periodista o si ya pudo recuperar sus pertenencias.
El iPad que terminó en Lima
Un caso similar al de la periodista Sandra Romanía padeció un ciudadano mexicano en días anteriores cuando viajó desde Oaxaca al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
De acuerdo con su relato, al arribar a la capital mexicana descendió del avión sin percatarse de que había olvidado su iPad en la aeronave. Una vez abajo recordó que había dejado su dispositivo en la canastilla del asiento por lo que acudió con personal de la aerolínea Volaris -en la cual había viajado- para solicitar ayuda.
Al igual que en el caso anterior, la aerolínea le advirtió al pasajero que no podía ingresar a la aeronave ya que se encontraban realizando labores de limpieza, posteriormente, el ciudadano pidió apoyo a un policía pero fue en vano, pues le aseguraron que el iPad ya no se encontraba al interior del avión.
No obstante, gracias al GPS del dispositivo el ciudadano pudo constatar que su iPad estaba en el mismo sitio en donde la había olvidado. Desafortunadamente no pudo recuperarla, pues su estadía en la Ciudad de México únicamente fue una escala para trasladarse a la ciudad de Guadalajara, Jalisco por lo que para no perder su vuelo, tuvo que olvidarse de su tableta.
Lo sorpresivo de dicha historia es que días después, el ciudadano volvió a rastrear su iPad a través de la aplicación y su ubicación indicaba que estaba en un hotel de la ciudad de Lima, Perú. Volaris se puso en contacto pero hasta el momento se desconoce si el ciudadano mexicano pudo recuperar su dispositivo.
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