Similar a los bonos de tortillas de la década de los 80, cuando había una rotunda crisis económica, legisladores del Partido Revolución Democrática (PRD) buscan crear un “Tortibono” para que el kilo de tortilla se fije en 10 pesos.
“Para que sea accesible para las familias, pues hay que reconocer que este producto requiere de subsidio fundamental para la base de la economía familiar”, señaló Víctor Hugo Lobo, coordinador del PRD.
Dijo para Milenio que a partir de este jueves que inicia el segundo año de la II Legislatura trabajarán los legisladores de la Ciudad de México para impulsar la autonomía administrativa y presupuestaria para que las 16 alcaldías aumenten su capacidad y calidad.
Cabe recordar que a inicios de agosto, la militancia perredista encabezada por los secretarios nacionales, Camerino Márquez, Karen Quiroga y las y los dirigentes Verónica Juárez, Isaías Villa, Roxana Luna, Carlos Estrada, Julieta Camacho y la diputada local, Gabriela Quiroga, se manifestaron para exigir a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) que implemente un programa especial para el subsidio de la tortilla.
Según Kenia Quiroga, si no se abarca presupuestalmente toda la cadena de producción de maíz, será muy complicado que se pueda ayudar a las familias mexicanas. Además de que actualmente, de acuerdo con ella, las familias mexicanas más afectadas por la pobreza no están comprando los kilos completos de tortilla, por lo que se debe de realizar un plan para ayudarlas.
Asimismo, refirió que esta situación no sólo afecta a los consumidores, sino que también le pasa factura a los pequeños emprendedores que tienen una tortillería, pues el bajo consumo provoca bajas ventas, incidiendo negativamente en la cadena de valor relacionada al consumo de maíz.
Este bono que promueven los legisladores del PRD podría ser similar al que arrancó en 1986, en medio de una crisis sociopolítica y económica del Gobierno de Miguel de la Madrid.
Al inicio de la década de los 80 la tortilla era el alimento más barato y con precios subsidiados, no obstante, en el año de 1986 el precio casi se duplicó, pasando de los 45 a los 80 pesos -del valor antiguo, antes de que Salinas de Gortari quitara tres ceros- y a finales de ese año subió hasta los 130 pesos.
Debido a ello se crearon los “Tortibonos”, cuyo nombre oficial era “Tortivale”, aunque la gente los conocía más con el primer nombre. Estos eran vendidos a familias de escasos recursos por 35 pesos en los locales de Liconsa, oficinas del PRI, así como en instituciones populares.
Aunque el programa tuvo éxito y buena aceptación en su inicio, conforme pasaron los años hubo algunos problemas, como que las personas decían que no se repartían los kilos completos, que había corrupción, que los usaban personas que no eran de escasos recursos o que se repartían a cambio de votos.
Con el cambio de presidencia, en la década de los 90 Carlos Salinas de Gortari se deshizo del programa y se establecieron otros programas sociales como la entrega de una tarjeta de debido, entre otros que actualmente no existen.
A causa del aumento del kilo de tortillas que se vive actualmente, donde en algunas zonas alcanza hasta los 30 pesos, los legisladores del PRD buscan regresar, de forma moderna, los “Tortibonos” para ayudar a las familias mexicanas y productores.
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