Bebiendo aguas negras: denunciaron que hipopótamos del Zoológico de Aragón nadan en fosa séptica

En videos y fotografías se muestra la mala calidad en la que habitan los animales; hasta el momento las autoridades no han dado su postura respecto a esto

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En los videos se ve
En los videos se ve a los animales nadando en aguas negras (Foto: Tw/@AJaulas)

En redes sociales se compartieron fotografías y videos sobre la situación de la familia de hipopótamos ubicados en el Zoológico de San Juan de Aragón dentro de la delegación Gustavo A. Madero. Denunciaron que estos se encuentran en una fosa séptica, lo que indicaría que se encuentran nadando en aguas negras.

La situación fue denunciada por la cuenta de Twitter Abriendo Jaulas y Abriendo Mentes, la cual escribió: “La familia de #hipopótamos del @zooaragon, están sobreviviendo en una FOSA SÉPTICA y bebiendo AGUAS NEGRAS”. Además destacó que en 6 años se había visto semejante agua “asquerosa” pero nunca así.

@mroblesg en 6 años hemos visto el agua asquerosa, pero nunca así, ya no es líquido, está ESPESA Y LLENA DE PORQUERÍA … ¡nauseabunda y repugnante! Esto ¿lo supervisa #AlinkaOlea, directora de @zooaragon, o solo pone atención cuando hay cámaras? #NULObienestarAnimal”, escribió.

Asimismo, señalaron a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo y a la Secretaria del Medio Ambiente de la Ciudad de México, Marina Robles, para que pusieran atención a la situación; sin embargo, no se han pronunciado al respecto.

Este hecho causó indignación entre los usuarios de la red social quienes tacharon la condición en la que viven los animales como indignante. “Nuestros animales sufriendo”, “Indigno y nulo el tratamiento del estanque de los hipopótamos! Esto es conservación?” y “Te imaginas vivir entre tus propias heces, respirar, nadar, que entren a tus ojos, tus orejas... Pues así viven los hipopótamos bajo la responsabilidad de @ZoologicosCDMX y @SEDEMA_CDMX”, fueron algunos de los comentarios que dejaron en la publicación.

De igual manera pidieron el apoyo de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México, A.C. (AZCARM), misma que apoyó la situación de los felinos ubicados en el Ajusco, los cuales vivían en pésimas condiciones en el santuario Black Jaguar White Tiger.

Las autoridades no se han
Las autoridades no se han pronunciado respecto al caso (Foto: Twitter/ @AJaulas)

Cabe destacar que el Zoológico de San Juan de Aragón alberga distintas especies en peligro de extinción, como el jaguar y el lobo mexicano y aquellas catalogadas como “endémicas” de la Cuenca de México, como el conejo de los volcanes, también conocido como teporingo.

El zoológico fue inaugurado el 20 de noviembre de 1964 y se encuentra ubicado al nororiente de la Ciudad de México, a la altura de la avenida José Loreto Favela, colonia San Juan de Aragón de la alcaldía Gustavo A. Madero.

Actualmente, hay 709 ejemplares de 135 especies diferentes de mamíferos, aves, reptiles y anfibios, entre las que se encuentran el águila real, el búfalo cafre, el elefante africano, hipopótamos, borregos cimarrón, guacamayas, leones, lobos marinos, entre otros.

El zoológico fue inaugurado el
El zoológico fue inaugurado el 20 de noviembre de 1964 (Foto: Twitter/ @AJaulas)

El pasado domingo 28 de agosto, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México informó y lamentó el fallecimiento de “Puga”, una cebra de ocho años que fue agredida por un antílope con el que convivía.

“Puga” estuvo bajo el cuidado del Zoológico de San Juan de Aragón, lugar donde habitó por cerca de tres años. De acuerdo con las autoridades, un día anterior los cuidadores de los animales se dieron cuenta de que la cebra tenía una lesión profunda en uno de los muslos, por lo que dieron aviso al personal de médicos veterinarios para que la revisaran de manera urgente.

A pesar de que lograron detener la hemorragia que presentó el animal y supervisada por personal de la Dirección General de Zoológicos y Conservación de Fauna Silvestre, Puga no sobrevivió y momentos más tarde falleció. Después se determinó que la lesión fue a consecuencia de una cornada que le dio un antílope con quien solía compartir su hábitat.

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