El día que “Los Chapitos” tomaron represalias contra la gente de Dámaso y mandaron asesinar a 16 policías

Una emboscada contra el Ejército para rescatar a “El Kevin” fue la antesala de una serie de asesinatos y desapariciones que tuvieron como blanco a los policías municipales que ayudaron a los militares

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Los Chapitos protagonizaron una sangrienta guerra contra la gente de "El Licendiado" tras la captura definitiva de su padre (Infobae)
Los Chapitos protagonizaron una sangrienta guerra contra la gente de "El Licendiado" tras la captura definitiva de su padre (Infobae)

La madrugada del 30 de septiembre de 2016, en la carretera que conecta a los municipios de Badiraguato y Culiacán, en Sinaloa, un convoy de militares fue emboscado por miembros del Cártel de Sinaloa.

De acuerdo con la versión del propio Ejército mexicano, tres horas antes un retén de militares trató de detener una camioneta en el poblado de Bacacoragua, pero al ver que el vehículo se siguió de largo abrieron fuego.

La versión de los militares fue que los sujetos armados y vestidos de civiles también les dispararon, y como resultado, varios integrantes del Cártel de Sinaloa resultaron heridos, entre ellos Julio Óscar Ortiz Vega, alias “El Kevin”.

“El Kevin”, quien había quedado bajo el resguardo de los militares, fue trasladado en una ambulancia de la Cruz Roja a Culiacán, custodiado por camiones y camionetas militares.

Sin embargo, aproximadamente a las 15:25 horas, cuando la ambulancia y los soldados llegaron a Culiacán por la zona norte, que conecta con la carretera México 15, fueron emboscados por un grupo armado que posteriormente rescató a Ortiz Vega.

El saldo fue de cinco militares muertos y 10 más heridos, así como un paramédico lesionado.

Las represalias del Cártel de Sinaloa

Un policía custodiando las calles de Culiacán, Sinaloa. (Cuartoscuro)
Un policía custodiando las calles de Culiacán, Sinaloa. (Cuartoscuro)

Esa emboscada fue la antesala de una serie de asesinatos y desapariciones que tuvieron como blanco a los policías municipales que ayudaron a los militares en dicha acción.

El primer ataque fue contra Juan Antonio Murillo Rojo, un mando de la policía vinculado con el comandante Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, señalado como protector y sicario del Cártel de Sinaloa.

En el ataque sobrevivió Murillo Rojo, pero dos de sus escoltas perdieron la vida. Posteriormente, el 21 de enero, fue ejecutado Israel Ruiz Félix, comandante de la Policía Municipal.

Dos días después desapareció José Antonio Saavedra Ortega, polícia municipal de Culiacan, y el 26 de enero su compañero Reyes Yosimar García Cruz.

Al día siguiente el comandante de la Policía Municipal de Culiacán, Jesus Alberto López Vargas, fue víctima de un atentado, aunque los agresores no lograron su cometido de asesinarlo.

Policías municipales de Culiacán en una fosa donde fueron hallados restos humanos (Cuartoscuro)
Policías municipales de Culiacán en una fosa donde fueron hallados restos humanos (Cuartoscuro)

Fue hasta el 19 de feberero cuando se registró otro evento violento. Ese día desparecieron y asesinaron al comandante de la policía municipal de Culiacán, Jorge Eusebio Soto Bustamante.

El 27 de febrero desaparecieron el comandante de la policía municipal de Culiacán, Reynaldo Zamora Gaxiola, cuyos restos fueron encontrados tres años después en la ribera de un río; y el 22 de marzo fue asesinado el supervisor operativo de la Policía Municipal de Culiacán, Jesús Alberto López Vargas, quien ya había sobrevivido a un atentado.

Ese mismo día fue asesinado el policía José Ontiveros Rivera mientras vigilaba una casa de “Los Ántrax”, y el 24 de marzo fueron ultimados los policías estatales Juan Alfredo Medina Dorado y Jesús Daniel Pineda Martínez.

El primero de abril fue asesinado el oficial Juan Carlos Zavala Valencia, tres días después el policía Jaciel Amador Mendoza y el comandante Juan Zurita Hernández, y el 13 de abril el agente de tránsito Marcio Herrera Quiroga.

Finalmente, el 18 de junio también fue ultimado José Felipe Morales Antuna, comandante de la policía estatal.

Guerra intestina del Cártel de Sinaloa

"El Licenciado" aprovechó el vacío de poder de "El Chapo" para liderar la organización criminal (Foto: Infobae)
"El Licenciado" aprovechó el vacío de poder de "El Chapo" para liderar la organización criminal (Foto: Infobae)

Tras la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán, el Cártel de Sinaloa vivió una serie de guerras intestinas por el control de la organización.

Los grupos enfentados eran “Los Chapitos”, integrados por los hijos del Chapo, Jesús Alfredo e Iván Archivaldo; y la gente de Dámaso López Núñez, alias “El Licenciado”.

La hipótesis de los asesinatos de los 16 policías fue que “Los Chapitos” los habían identificado como protectores y pistoleros bajo el mando de “El Licenciado”.

De hecho se dijo que el rescate de “El Kevin” fue orquestado por López Núñez para mantenerlo como rehén y utilizarlo para negociaciones posteriores.

El 9 de marzo de 2017 las autoridades mexicanas confirmaron la muerte de Julio Óscar Ortiz Vega, alias “el Kevin”, quien cinco meses antes fue rescatado por el grupo armado cuando era trasladado en una ambulancia escoltada por militares.

El entonces gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, indicó que el cadáver de Ortiz Vega fue encontrado en el municipio de Navolato el domingo anterior con impactos de bala.

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