A pesar de que el fenómeno de los tiroteos es comúnmente asociado a Estados Unidos, debido a que ahí existe el derecho a “portar armas de fuego fuera de casa en defensa propia”, en México han ocurrido algunas balaceras en instituciones de educación básica. Por ello, algunas escuelas han optado por ofrecer protocolos y simulacros de tiroteos.
En diversos estados, algunas instituciones educativas, frente a la constante inseguridad han optado por incluir dentro de las enseñanzas en el aula instrucciones o protocolos para actuar ente una situación de violencia. Algunos de los puntos del país donde se han adoptado estas medidas son: Baja California, Zacatecas, Puebla y Morelos.
Uno de los caos más recientes, un alumno de segundo año de la secundaria Nabor Carrillo, ubicada en la colonia Jardín Balbuena de la alcaldía Venustiano Carranza en la CDMX, amenazó con matar a algunos de sus compañeros e, incluso, que podría llevar a cabo un tiroteo dentro de los salones.
“Dice que va a traer una pistola y nos va a matar”, dijo uno de los alumnos que corría riesgo.
En otra ocasión, a través de un video, se pudo observar un simulacro de un curso de verano en Zacatecas donde se les enseñaba a los menores a reaccionar ante una balacera. Durante una tarde, asistieron algunos policías municipales que simularon detonaciones de bala para que los menores y los adultos presentes tuvieran una experiencia más realista.
Las imágenes difundidas permiten observar a los niños ponerse bajo tierra, bajar la cabeza y posteriormente pegarse a las paredes o hacer un círculo dentro del aula. Cabe resaltar que Zacatecas es una de las entidades que cuenta con mayor percepción de inseguridad y también donde han sido asesinados menores durante conflictos del crimen.
En Torreón, Coahuila, se registró un tiroteo el 10 de enero de 2020 en el Colegio Cervantes, en esa ocasión José Ángel Ramos Betts, un estudiante que cursaba sexto de primaria, llevó dos armas a su escuela.
El menor pidió permiso para ir al baño y cuando regresó tras 15 minutos asesinó a su maestra María Assaf Medina, además hirió a seis personas —entre ellas alumnos y un profesor— y posteriormente se suicidó con una de las armas que había conseguido en casa de sus abuelos. No se conocen las razones por las que realizó dichas acciones.
En el año 2021, la Secretaría de Educación Pública (SEP) preparó un protocolo de prevención y actuación en caso de situaciones como sismos, balaceras, incendios, inundaciones, secuestros de menores, fugas de gas y explosión de artefactos en más de 8 mil planteles de educación básica públicos y privados de la Ciudad de México.
Poco tiempo después la SEP se retractó por su protocolo de balaceras, por lo que fueron eliminadas de su manual de actuación.
En otro momento, el 18 de enero de 2017, en un aula del Colegio Americano del Noroeste, en Monterrey, Nuevo León, pasó un evento parecido: un estudiante de 15 años sacó un arma en plena clase y disparó contra la profesora y otros tres de sus compañeros. Después, cargó la pistola nuevamente y la accionó contra sí mismo. Perdió la vida en el hospital horas más tarde.
Durante ese mismo año, el 25 de marzo, mientras ocurría la clase de computación un estudiante del Conalep 106, en la alcaldía Azcapotzalco, en la Ciudad de México, activó por accidente una pistola tipo pluma, calibre 22, cuando se la enseñaba a un compañero, lesionándolo en el muslo.
Tras estas acciones, el responsable se deshizo del arma al tirarla en un bote de basura de la institución, donde fue encontrada más tarde. Tanto el agresor como la víctima aceptaron que los hechos habían sido un accidente.
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