Autoridades del estado de Guerrero confirmaron a Infobae México el fallecimiento de Ezequiel Mora Chora, padre de Alexander Mora Venancio, uno de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa que fueron desaparecidos el 26 de septiembre de 2014. Su muerte, según la información compartida a este medio, fue ocasionada por un infarto.
De acuerdo con los reportes oficiales, trabajadores del Hotel Vida en el Lago, ubicado en la carretera Rancho del Cura-Huitzuco en el municipio de Tepecoacuilco de Trujano, fueron quienes notificaron a las autoridades y solicitaron el auxilio de los servicios de emergencia.
Alexander fue el penúltimo de los ocho hijos que tuvo Ezequiel Mora —originario de El Pericón, en Tecoanapa— con Delia, su esposa, quien falleció en 2009.
El señor Ezequiel, a quien también conocían como Don Cheque, se había enfrentado a diversas complicaciones en el último par de años, ya que la pandemia por COVID-19 y el temor a los contagios lo obligó a alejarse momentáneamente de la lucha activa por la búsqueda de la verdad.
“Con eso de la pandemia, el año pasado me pegó en el mes de mayo y me las vi un poco complicado con la desesperación de no respirar. Lo bueno, gracias a Dios, que no nos fuimos. Yo no he participado en el movimiento, me alejé desde abril, de allá para acá no he participado en nada porque me da un poco de miedo enfermarme y por eso dejé de ir al movimiento”, comentó el señor Mora Chora en entrevista para Milenio en septiembre de 2021.
Los restos de Alexander Mora fueron los primeros en ser identificados
Alexander Mora Venancio fue el primero de los tres jóvenes cuyos restos han sido identificados hasta el momento. Fue la única identificación positiva que ocurrió durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
A Alexander le gustaba jugar fútbol y soñaba con ser profesor. Abandonó la licenciatura de Desarrollo Regional en la Universidad Autónoma de Guerrero para inscribirse en la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”.
El 28 de octubre de 2014 el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) fue notificado sobre el hallazgo de restos óseos que, supuestamente, habrían sido recuperados del río San Juan, de acuerdo con personal de la extinta Procuraduría General de la República (PGR).
Contrario a los reportes de la PGR, el EAAF no estuvo presente en el momento en que fueron recuperados los restos humanos, sino que fueron oficiales de la Procuraduría quienes les presentaron la bolsa con los fragmentos óseos, según una entrevista de Mercedes Doretti, la directora para Centro y Norteamérica del EAAF.
“El EAAF fue convocado por la PGR al lugar cuando ya se encontraba la bolsa de restos abierta y la muestra en cuestión ya se encontraba junto con otras sobre un área de limpieza”.
Posteriormente, en diciembre de 2014, el Laboratorio de Genética de la Universidad de Medicina de Innsbruck en Austria confirmó que algunas de las muestras provenientes de estos restos pertenecían a Alexander Mora Venancio.
Tras conocer la noticia, su padre Ezequiel sólo comentó que quería justicia y, aunque no superaría su dolor, jamás se resignaría, según señaló el estudiante normalista Omar García durante una movilización masiva en la Ciudad de México el 6 de diciembre de aquel año.
Este próximo 26 de septiembre se cumplirán ocho años de que Alexander y otros 42 jóvenes fueron atacados, secuestrados, asesinados y desaparecidos en Guerrero. A pesar de los avances en la investigación, hoy la justicia aún se ve como algo lejano para las familias de los normalistas.
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