Así fue como Mafalda también desmontó los estereotipos de género

“La realidad mexicana sigue cercana a esos roles”: reflexionó la directora de Estudios y Políticas Públicas del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, Mireya del Pino

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Mireya del Pino Pacheco, directora
Mireya del Pino Pacheco, directora de Estudios y Políticas Públicas del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred). (Foto: DGCS UNAM)

La directora de Estudios y Políticas Públicas del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Mireya del Pino Pacheco habló sobre la exposición Mafalda: miradas a “lo femenino” y comentó que la historieta muestra estereotipos que nos han acompañado como el rol tradicional femenino de ser mamá, limpiar, cocinar, cuidar a la familia y la casa con una imagen normalizada y estática donde no imaginamos otro tipo de papel para ellas, por lo que considera que la realidad mexicana sigue cercana a esos roles estereotipados.

La situación de nuestro país es que dos terceras partes del tiempo de las mujeres lo dedican al trabajo no remunerado en los hogares, y solamente 31 por ciento de la actividad en el mercado laboral; mientras que la carga se invierte en los hombres, quienes utilizan 69 por ciento de su tiempo en tareas del mercado laboral fuera de casa, enfatizó.

Además, la labor de ellas en el hogar no es remunerada y tampoco se reconoce; algunos grupos feministas han presionado a las instituciones para realizar un cálculo, el cual estima que el trabajo que desempeñan en casa aporta de 22 a 27 por ciento del producto interno bruto, comentó.

Continúa en el MuCo la
Continúa en el MuCo la exposición Mafalda: miradas a “lo femenino”. (Foto: Twitter @MafaldaDigital)

En un ejemplo de la tira, Susanita refuerza el estereotipo de la mujer imposible de transformar; está preparada siempre para casarse y tener un marido proveedor.

A su vez, Felipito ayuda a su mamá a secar los platos y se siente culpable porque será objeto de escarnio por parte de sus amigos, mientras Manolito asegura que los hombres jamás se deben dejar el pelo largo, expuso la experta.

Del Pino Pacheco recordó que la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017 reveló que seis de cada 10 mujeres mayores de 18 años estaban de acuerdo en que lo más importante para una mujer es ser madre. El 43 por ciento también coincidió en que el hombre sea el principal proveedor de la casa; 22.5 por ciento estimó que el trabajo doméstico y el no remunerado deben hacerlo solo ellas, aunque esto signifique la desvalorización y el no reconocimiento.


La historieta de Mafalda muestra
La historieta de Mafalda muestra estereotipos que nos han acompañado como el rol tradicional femenino de ser mamá, limpiar, cocinar, cuidar a la familia y la casa. (Foto: Twitter @MafaldaDigital)

La también curadora de la exposición temporal Mafalda: Miradas a “lo femenino”, considera que más de 50 años después los cuestionamientos que tiene Mafalda en la historieta siguen vigentes respecto a los roles de género entre mujeres y hombres, e invitó a continuar con la reflexión para desmontar los estereotipos de género arraigados en la sociedad mexicana como se muestra en las viñetas de la creación de Quino expuestas en el Museo de las Constituciones (MuCo).

Más de 50 años después
Más de 50 años después de sus cuestionamientos sobre los roles de género y los derechos humanos, Mafalda sigue vigente. (foto: Quino).

Por otra parte, Patricia Kolesnicov publicó para Infobae un texto que resalta las características y temperamento de la niña de cabello esponjado: “El aspecto más explícitamente feminista de Mafalda: lo familiar -lo personal- es político. Vieja y poderosa consigna, que no arranca en esta década ni en estas pampas. Delicadamente, un Quino muy agudo hace un recorrido del machismo en sus personajes; lo encuentra en Miguelito, que le grita a Mafalda “Sos igual que todas”, cuando se entera de que ella tiene otros amigos; lo señala en Felipe, que se enoja y “¡Bueno basta! Estas cosas de mecánica no me gusta discutirlas con mujeres”, lo parodia en el vendedor que pregunta por “el jefe de familia” y lo marca casi con ternura cuando al papá se le van los ojos en la playa pero tapa a su mujer apenas advierte que otros la miran. Era fácil el machismo en Susanita; Quino es sutil y extiende su mirada hasta la propia Mafalda, que reproduce la idea de que, como las mujeres hablan mucho, una presidenta no podría guardar un secreto de Estado.

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