La Fiscalía de Michoacán reportó el hallazgo de Jorge Flores Ortega, director de Seguridad Pública de Irimbo, quien fue reportado como desaparecido y cuyo cadáver apareció ejecutado junto con el de su acompañante en un tramo carretero que conecta con Ciudad Hidalgo.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, los cuerpos del mando policial y Jorge F. fueron localizados alrededor de las 12:45 horas de este 26 de agosto, tras desconocer de su paradero hace cinco días, cuando acudían a Morelia.
Ambos restos se encontraban en las inmediaciones de un canal de aguas negras en la colonia 6 de junio de Irimbo. Ambos presentaban heridas producidas por proyectiles de arma de fuego. Los hombres solo eran conocidos, presuntamente amigos.
Aunque los dos desaparecieron desde el pasado fin de semana, 21 de agosto, la denuncia llegó hasta el día 23 del mes en curso a la Fiscalía Especializada para la Investigación y Persecución de Delitos de Desaparición Forzada de Personas y Desaparición Cometida por Particulares. Fue entonces que se activaron mecanismos de búsqueda.
“Una vez que se realizaron las actuaciones respectivas en el lugar, los cuerpos fueron trasladado al Servicio Médico Forense, para que se practicara la necropsia de ley y continuar con las investigaciones que permitan el esclarecimiento de los hechos”, informó la dependencia ministerial.
Según la ficha de búsqueda difundida por las autoridades, Flores Ortega salió con rumbo a la capital del estado alrededor de las 10:00 horas. Debía recorrer poco más de 100 kilómetros en automóvil para llegar en un par de horas desde Irimbo. Pero todo indica que fue interceptado en la cercanía del municipio.
Carlos Torre Piña, secretario de Gobierno de Michoacán, sugirió que la desaparición del director de Seguridad Pública municipal estaba relacionada con un enfrentamiento entre la Guardia Nacional y policías contra sicarios, cuya balacera ocurrió en Senguio, a 20 minutos de Irimbo.
Fue la noche del pasado 23 de agosto cuando dos agentes locales quedaron heridos por la refriega contra los agresores que viajaban en una patrulla clonada en la zona rural de la demarcación. Medios locales reportaron que este tipo de unidades simuladas cuentan con los códigos, números de emergencia y logotipos de la corporación estatal.
El Este de Michoacán, donde fue asesinado el mando policial Flores Ortega, colinda con el Estado de México y la llamada Tierra Caliente del norte de Guerrero. Esa zona está bajo control de la Familia Michoacana, quienes tuvieron disputas internas en el último año, pero también pelean territorio a los intereses expansionistas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En esa región los focos rojos son municipios como Tuzantla, Ciudad Hidalgo, Zitácuaro, Maravatío, hasta el límite con Huetamo. Mientras que del lado mexiquense la zona de riesgo abarca El Oro, Valle de Bravo, Tejupilco, Texcaltitlán, Ixtapan de la Sal, Pilcaya, Sultepec, Temascaltepec y Coatepec de Harinas. Y al norte de Guerrero, el nodo central es el municipio de Arcelia.
La zona ha registrado diversos episodios de violencia en los últimos años. Debido a que abundan zonas boscosas y serranas, los grupos criminales aprovechan para la siembra de marihuana. Pero también explotan los recursos maderables con tala clandestina.
En Ciudad Hidalgo se establecieron los hermanos Correa, quienes están asociados a la Familia Michoacana para combatir al CJNG. La Secretaría de Seguridad Pública de la entidad ha reportado que esa unión fronteriza permite que las facciones delictivas circulen de un estado a otro para refugiarse de los crímenes que cometen en una de las tres entidades.
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