El pasado 22 de julio, trabajadores sindicalizados de la empresa Teléfonos de México (Telmex), perteneciente al magnate mexicano Carlos Slim, alcanzaron un acuerdo con la compañía para levantar una huelga declarada tras el fracaso de las negociaciones de un contrato colectivo. Dicha huelga duró, en total, 28 horas.
El Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRP) y la empresa firmaron un acuerdo que implicó el levantamiento de la huelga y se logró el restablecimiento en Telmex de la normalidad operativa y laboral, señaló en un comunicado la dependencia.
El cese de labores del STRM, que está conformado por 66 mil trabajadores, se decidió ante el fracaso de negociaciones del contrato colectivo en lo referente a jubilaciones, nuevas plazas y aumentos salariales.
“El acuerdo suscrito obliga a ambas partes a conformar una Mesa Técnica con representantes de la empresa y el sindicato, que en los próximos 20 días hábiles presentará propuestas viables de solución al pasivo laboral, a las vacantes no cubiertas y al futuro esquema de pensiones”, informó en aquella ocasión el ministerio, sin dar a conocer más detalles.
El STRM había denunciado días antes que Telmex había incumplido un acuerdo previo sobre 2 mil plazas nuevas y que buscaba desaparecer la jubilación para los trabajadores de nuevo ingreso. En las discusiones, el sindicato solicitó a Telmex un aumento del 7.5% directo al salario de trabajadores en activo y jubilados, y un incremento en sus prestaciones del 2.9%, de acuerdo con información publicada en sus redes sociales.
La compañía, por su parte, ofreció un incremento del 4.4% a trabajadores activos y de 1.10% para las prestaciones.
Cabe destacar que la propuesta definitiva se presentará este viernes a la base trabajadora para ser sometida a votación nacional. Del resultado podría depender incluso que Telmex regrese a huelga, si la propuesta es rechazada por los trabajadores.
¿Cuál sería la propuesta a los trabajadores?
La premisa bajo la cual las huestes del hombre más acaudalado de todo México, y de Latinoamérica, llevan a cabo las negociaciones empresa-sindicato, es la viabilidad financiera de la empresa.
De esta manera, Carlos Slim y su gente aseguran que la única forma de mantener la operación de Telmex es reducir al mínimo el impacto de las pensiones sobre las finanzas de la compañía.
En este contexto, las negociaciones podrían llegar a una propuesta definitiva que sería sometida a la votación nacional del sindicato, para que se determine si se acepta o no. Pero incluso, aunque sea aceptada por votación mayoritaria, la decisión final sería totalmente voluntaria para cada trabajador.
En pocas palabras, la propuesta de Telmex a sus trabajadores sindicalizados y de confianza consiste en intercambiar su pensión por un paquete accionario, de tal modo que la disminución de la carga pensionaria opera con el paso del tiempo a favor de la capitalización de la compañía. Estos son los principales lineamientos:
1- Se intercambiaría de manera voluntaria el monto estimado de la pensión futura del trabajador por un paquete accionario; el cálculo para determinar el monto al que tendrán derecho dependerá de las condiciones laborales de cada trabajador y también de la edad (antigüedad en la empresa y nivel salarial, entre otras). Se realizarán proyecciones para determinar los montos individuales con base en la esperanza de vida de cada trabajador.
2- Se discute la posibilidad de que el paquete accionario incluya títulos de algunas de las empresas que conforman al Grupo Carso, no solamente de Telmex.
3- Los precios a los que se venderán las acciones será el que estuvo vigente en el año 1990, es decir el año de la desincorporación de Telmex y la venta de la compañía al empresario Carlos Slim.
4- Telmex garantizará que las acciones mantendrán el mismo valor de venta por los próximos 2 años; en ese tiempo los trabajadores no tendrán sobresaltos financieros y la empresa regresará al mercado de valores para realizar la colocación accionaria respectiva.
5- En esos dos años no se podrán vender las acciones de Telmex.
6- La propuesta incluye a trabajadores activos, y también a quienes ya están pensionados, sindicalizados y de confianza, en cuyo caso se realizarán las proyecciones actuariales respectivas para calcular la esperanza de vida y ofrecerles el monto equivalente en acciones; igual que los trabajadores activos, tomarán su decisión de manera individual.
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