Pedro Gómez, quien fuera colaborador de Miguel Barbosa en la gubernatura de Puebla, fue acusado por el propio morenista de difundir una campaña de narcoterror del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la entidad, pese a la confianza que tenía en él.
El gobernador reveló que Gómez fue designado al frente del Sistema Estatal de Telecomunicaciones (SET) porque se desempeñó como un estratega durante su campaña, pero en las últimas semanas localizaron indicios que apuntan su presunta participación en propagar mensajes con el fin de generar pánico entre los poblanos.
“Yo le tenía un gran aprecio a Pedro Gómez y él lo sabe, yo tenía una gran confianza en Pedro Gómez, ganamos la elección, entramos al gobierno y lo designé”, reconoció Barbosa durante su videoconferencia matutina de este 25 de agosto.
“Ganamos la elección, entramos al gobierno y lo designé”, contó sobre el contexto para enteder cómo había llegado a su puesto y ahora se encuentra bajo investigaciones por la Fiscalía de Puebla.
Cuando me empiezan a traer evidencias que desde Puebla Comunicaciones se estaba desarrollando una campaña de guerra sucia contra mí y el gobierno, yo no lo creí, hasta que resultaron más evidencias
Pedro Gómez acudió a declarar de manera voluntaria la noche de este 24 de agosto a las instalaciones de la dependencia ministerial. Según el gobernador Barbosa, su excolaborador fue en calidad de testigo para esclarcer supuestas intervenciones en mensajes alarmistas que llamaban a un toque de queda por presuntos narcos del CJNG.
De acuerdo con el gobernador, los primeros indicios sobre Gómez fueron localizados durante revisiones a las oficinas del SET, donde se localizaron computadoras que prueban datos sobre la supuesta campaña de desestabilización desde la misma dependencia gubernamental.
“Nunca más me volvió a dar la cara Pedro Gómez y ya, dejó de ser parte del gobierno. Está vinculado con Fernando Manzanilla, desde el origen, desde el principio, siempre así fue”, afirmó el gobernador poblano sobre el político panista reconvertido de las filas de Rafael Moreno Valle a su escaño en el Partido Encuentro Social, aliado de Morena.
Pedro Gómez renunció a su cargo en 2019, luego de que fuera acusado de filtraciones mediáticas que derivaron en investigaciones de la Secretaría de Seguridad y de la Función Pública. Con lo revelado por Miguel Barbosa se presume que sus operaciones no habían terminado en el gobierno.
Al ser interceptado por reporteros locales este martes reciente aceptó que fue a declarar por unos mensajes. No lo dijo de manera específica, pero se entiende que su caso guarda relación con las alertas difundidas a nombre del CJNG para desatar un caos en Puebla del 19 al 21 de agosto.
“Los mensajes circularon en SMS, un tuit y todo eso, sobre crear miedo y pánico a los poblanos, porque el jueves, viernes, sábado, domingo de la semana pasada iba a haber terror, asesinatos, va a haber un desmadre, decían ellos, y que era el Cártel Jalisco Nueva Generación y todas esas cosas”, explicó el gobernador.
Supuestamente, el grupo criminal advertía a los pobladores para que no salieran de casa desde las 22:00 hasta las 03:00 horas del día guiente. Los mensajes circularon principalmente en WhatsApp, pero también se registraron mensajes directos a teléfonos móviles.
En el @Gob_Puebla estamos investigando los mensajes que tienen el objetivo de crear miedo entre la sociedad. Le estamos dando la debida importancia y no permitiremos que busquen amedrentar a la ciudadanía. pic.twitter.com/L2nEFIlqdh
— Miguel Barbosa (@MBarbosaMX) August 16, 2022
De acuerdo con el gobierno de Puebla, en la entidad permanecen cárteles de la droga que llevan años como remanentes de los Zetas y de la Familia Michoacana, los cuales no han desaparecido del radar y solo se han fragmentado en regiones donde tuvieron su apogeo. Pero han surgido facciones como la Sangre Nueva Zeta que domina desde el triángulo rojo de ductos de Petróleos Mexicanos.
Células de los Beltrán Leyva también mantienen sus actividades ilícitas en la entidad. A su vez,el Cártel Jalisco Nueva Generación y los exaliados del Cártel de Sinaloa operan en municipios como Palmar de Bravo, Cañada Morelos, San Andrés Cholula, San Martín Texmelucan y, en particular, la ciudad de Puebla.
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