El pasado 23 de agosto, el Gobierno de la CDMX, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) firmaron un convenio que tiene como objetivo brindar el derecho al agua a 22 millones de personas de la Zona Metropolitana del Valle de México. Se trata del proyecto de Habilitación del Lago Tláhuac-Xico, el cual inició en 2018 para revisar las condiciones necesarias de sanidad y mejorar la distribución de agua.
La cuenca del Valle de México vive una crisis ambiental de agua muy importante, y para generar una mayor sustentabilidad en el derecho humano al agua, es necesario rescatar y restaurar los recursos naturales en la zona. Para explicar datos concisos del tema la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, tomó la palabra unos minutos durante la conferencia “Segunda Caravana por el Agua Ome Atl”.
“El agua como recurso natural no debe privatizarse, tiene que ser un recurso que esté al servicio justo del derecho al agua y también de los ecosistemas de la producción alimentaria sustentable y del propio desarrollo de nuestro país en un marco de sustentabilidad. Esos grandes retos no son solo de la Zona Metropolitana sino también del norte y del sur del país”, señaló la mandataria.
El lago Tláhuac-Xico representa una reserva de agua de lluvia y al mismo tiempo de descargas que llegan a esta área, por lo que es posible convertirla en un reservorio de agua dulce, principalmente para abastecer a las comunidades de la zona, en términos turísticos y una alternativa para disminuir las inundaciones del oriente en época de lluvias. No se trata de un proyecto sencillo y por tal motivo se está llevando a cabo con el consenso de los ejidatarios de Chalco, de Tláhuac y alcaldías aledañas.
“Esta zona del oriente de la ciudad en realidad no existía hace 20 años, 25 años, 30 años. Este lago que hoy tenemos en realidad es producto de los hundimientos de la sobre explotación del acuífero, el crecimiento particularmente del Valle de Chalco durante la época de Salinas de Gortari provocó todavía un hundimiento en esta zona que hoy representa un lago bellísimo”, apuntó Claudia Sheinbaum.
Para la realización del proyecto serán destinados 4 mil millones de pesos, pues también se planea implementar los humedales como los del Parque Cuitláhuac, el Bosque de Aragón y en el Parque Ecológico de Xochimilco. Se espera que este proyecto de humedales de Tláhuac-Xico sea un ejemplo internacional porque en vez de plantas potabilizadoras de tratamiento se utilizarán esquemas naturales para poder sanear el agua, que posteriormente pueden pasar por una potabilizadora.
“Permite agua para alimentación, tiene la gran virtud de que restaure y construya ecosistemas y tiene la gran virtud de que puede atender una parte de la escasez de agua que hay en la zona para cubrir el derecho humano al agua”, detalló la Jefa de Gobierno.
Tenochtitlán se encontraba sobre un lago y es que el territorio que comprende a la Ciudad de México, lo ocupaba un cuerpo de agua de grandes extensiones, conocido como el Lago de Texcoco, que estaba entre lo que hoy es el centro de la ciudad de México y los municipios de Nezahualcóyotl y Ecatepec, en el Estado de México.
Hoy los lagos están prácticamente extintos, y varias zonas de la Ciudad de México sufren por falta de agua, contrario a lo que se podría pensar al saber que antes se encontraba un lago en esta zona. La decisión de desecar el lago comenzó en la época de la Conquista y se decidió que la nueva ciudad debería estar sobre tierra firme. El proyecto para lograrlo no fue nada fácil.
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