La Fiscalía de Chihuahua analiza el video difundido para exculpar a José Noriel Portilo Gil, el Chueco, y advierte que el material fue para confundir a la población por las responsabilidades del cabecilla en cuatro asesinatos en Cerocahui, incluidos los de dos sacerdotes jesuitas ejecutados hace dos meses.
De acuerdo con la dependencia ministerial, por ahora se investiga junto con el Ejército la procedencia del clip que fue publicado en redes sociales y dura poco más de seis minutos, donde aparece un sujeto embozado que se identificó como el Chueco.
“Dicho material es analizado por personal técnico y especializado de ambas corporaciones para establecer su procedencia, ya que las declaraciones por más de seis minutos carecen de veracidad y sustento legal”, afirmó la fiscalía local.
Lamentamos la reproducción del contenido, cuyo objetivo es confundir a la ciudadanía y desestimar los esfuerzos que los tres órdenes de gobierno realizan
En el narcomensaje el sujeto con camisa blanca y cubierto del rostro asegura ser Portillo Gil. Después contó una versión para excluir su intervención, pero solo en el asesinato contra los curas Javier Campos Morales, el Gallo, y Joaquín César Mora Salazar, el Morita.
Durante la narrativa, el sujeto frente a cámara dijo que estuvo en el momento equivocado. Incluso acusó que quien cometió los crímenes de los sacerdotes jesuitas fue otro hombre, a quien encontró en la iglesia, luego de acudir por las detonaciones.
“Yo andaba en Cerocahui, dando la vuelta, cuando en eso escuché unos balazos rumbo a la iglesia”, comenzó su defensa. Luego alegó que puso sus manos en los cuerpos para identificar si aún estaban vivos para auxiliarlos, además, que el atacante estaba coludido con el párroco que presenció los asesinatos.
Entonces su reacción fue de coraje, pero no hizo mas que discutir. Supuestamente se fue tras ser amenazado y encontró a un par de turistas, a quienes avisó que la iglesia estaba cerrada y apuntó que ellos podrían corroborar que no andaba drogado.
Simón, lo acepto, sí estuve ahí presente, pero ya era muy tarde cuando yo llegué
En medio de contradicciones, señala que se subió a su camioneta y no supo más. Pero argumentó que deberían investigar al párroco, porque lo acusan de manera injusta. Presuntamente, añadirá más detalles sobre lo ocurrido aquel 20 de junio pasado, cuando el caso desde la Sierra Tarahumara de Urique conmocionó al país.
“Esas cosas no van, como dijo el presidente, el Obrador, hasta las últimas consecuencias, adelante”, agregó al referirse al Jefe del Ejecutivo.
Luego de que fuera difundido el video del supuesto Chueco, usuarios en redes reaccionaron acusando que se trata de una falsedad. Además, que quien aparece frente a cámara no muestra su rostro y alega sus acusaciones dos meses más tarde.
Otros sugirieron que su captura ya era inminente y por eso reaccionaba de esta manera, al verse cercado. Algunos apuntaron que ni siquiera había mencionado el asesinato contra el guía de turistas, Pedro Heliodoro Palma Gutiérrez, ni del beisbolista Paul Berrelleza Rábago.
De acuerdo con las investigaciones, el Chueco persiguió a Palma Gutiérrez hasta la iglesia de Cerocahui, luego de inconformarse por el escándalo que hacía con su música y pedirle que bajara el volumen. Ahí fue alcanzado por el lugarteniente del Cártel de Sinaloa y lo ejecutó.
Los religiosos presenciaron la escena, trataron de ayudar al guía de turistas, pero ya era demasiado tarde. Al verse confrontado nuevamente por los párrocos, decidió ultimarlos y raptar sus cadáveres, los cuales fueron localizados tres días después, casi 81 kilómetros al norte donde sucedió el ataque.
Ese día, el Chueco también había discutido con los hermanos Berreleza Rábago, a quienes exigió la revancha porque su equipo de béisbol perdió la final. Ellos le dijeron que así se haría, pero pidieron que todo transcurriera en calma, sin armas. El líder criminal se irritó y mató a uno de los jugadores.
También se llevó el cuerpo y el otro hermano escapó a pie, refugiándose durante días. Su familiar fue hallado hasta el 7 de julio en Cerro Colorado. Para ese entonces la Fiscalía de Chihuahuha ya había ofrecido 5 millones de pesos de recompensa por el supuesto multihomicida, quien ha escapado de las autoridades hasta la fecha.
El narcomensaje compartido este 24 de agosto recuerda las tácticas de José Noriel Portillo Gil, pues cuando fue responsabilizado por ejecutar a un turista estadounidense en 2018, habría enviado al sujeto en estado etílico que se presentó como el autor de ese crimen. Fue liberado y desde entonces se presume que fue enviado para exculpar al Chueco.
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