Si viviste en la época de la década de los años 80´s, seguramente recordarás un comercial que aparecía en la televisión, en donde aparecía la exitosa actriz Salma Hayek, con una canción con buen ritmo de fondo, en el que se promocionaba la cadena de hamburguesas mexicana más importante de ese momento, llamada Burger Boy.
Sin embargo, el éxito duró solo unos años, pues poco tiempo después la cadena de comida rápida desapareció, pues al país llegaron otras famosas marcas, como Mc Donalds, algo que no le sentó nada bien a la marca mexicana.
Sin embargo, hace unos siete años, un grupo de empresarios trató de revivir la marca sin éxito, pero ahora, la cadena podría volver a los menús mexicanos, pues se ha puesto en venta por hasta USD 500 mil.
En un desplegado, se especifica que “se vende la marca maestra con todos los derechos para vender franquicias o apertura de establecimientos tipo cafetería grande y/o puntos de venta express de comida rápida en los grandes centros comerciales y la venta de congelados de toda gama de productos, en los supermercados y tiendas de convivencia”.
Según el medio Forbes, la empresa cuenta con dos planes, el primero implica un pago de USD 300 mil y el 1% sobre las ventas totales; mientras que el segundo es de USD 500 mil con el que el comprador sería dueño total de la marca con todos los derechos.
¿Qué es Burger Boy?
Esta fue una cadena de fast food, o comida rápida, que tuvo gran éxito en la década de los setentas, y hasta mediados de los ochentas, luego de que, con la entrada de empresas extranjeras a nuestro país, llegara McDonalds, el gigante norteamericano que terminó con Burger Boy.
La idea original de la cadena hamburguesera nació desde 1968, cuando dos empresarios puertorriqueños, y uno cubano se decidieron a comenzar con el negocio. Teniendo en cuenta que querían igualar el modelo estadounidense de fast food, iniciaron abriendo cuatro restaurantes en México. Poco después se convertiría en un gran éxito.
Poco después, en 1974, Grupo Maseca, empresa que en ese tiempo era propiedad del empresario regiomontano Roberto González Barrera, compró la cadena, tras ver el éxito que tenía. En manos de Maseca, la cadena creció con celeridad por el país, hasta lograr ser la primera gran cadena de comida rápida en México.
Uno de los puntos claves para el éxito de la cadena de comida fue su publicidad, pues en sus comerciales aparecían celebridades del momento, como Salma Hayek, Paco Stanley, e incluso Chabelo, quien recomendaba una de sus hamburguesas llamada “Chamacón”.
Para mediados de los setenta, que fue la mejor época de la cadena, ya tenía unas 50 sucursales en el país, cifra muy grande, tomando en cuenta que no se trataba de una franquicia. Los dueños de la cadena sabían que debían llamar la atención de los niños, para que así, sus padres los llevaran a comer de vez en cuando a sus restaurantes. Por ello, les ayudó que en cada comida, regalaban un juguete, lo que lo hacía más llamativo para los infantes. También, por cada refresco que consumieran, regalaban “locopopotes”, un popote de colores y en forma de espiral, que pronto se volvieron populares e incluso hasta la fecha se siguen utilizando en fiestas o restaurantes.
Otra de las características que hicieron llamativa a la cadena, fue la forma en que nombraron a sus hamburguesas para el público infantil. Desde la hamburguesa más sencilla, hasta la más grande, tenían nombres curiosos: Unifante, Brontodoble y Dinotriple.
Pero en 1985 comenzó la caída del gigante de las hamburguesas en México. Tras liderar el mercado de la comida rápida en nuestro país por más de una década, la llegada de la cadena de restaurantes estadounidense, McDonald’s, provocó la caída en picada de Burger Boy.
Pronto se comenzaron a reportar perdidas bastante considerables y comenzó el cierre de sucursales. En 1994 se reportó una reestructuración en la empresa y se remodelaron las sucursales que quedaban en pie, además se agregaron nuevos platillos al menú. De poco les sirvió, pues tiempo después se declaró en bancarrota la empresa. En 1996, Grupo Maseca vendió Burger Boy a Whataburguer, una cadena estadounidense, que tiempo después terminó por cerrar el negocio.
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