La Fiscalía del Estado de Nuevo León dio a conocer que, desde el 19 de agosto, catearon el domicilio de una trabajadora del Motel Nueva Castilla, en el que hace cuatro meses se encontró el cuerpo de la joven Debanhi Escobar, al interior de una cisterna. Se trata del caso que ha traspasado fronteras como ejemplo de la violencia en contra de la mujeres en México. Y sigue estando bajo la lupa debido a las irregularidades en la investigación por parte de las autoridades de Nuevo León, mismas que fueron evidenciadas por los peritajes independientes y de ámbito federal.
La casa de la trabajadora del motel fue cateado tras haberse empezado la indagación en su contra por “falsedad de declaraciones e informes dados a una autoridad, así como encubrimiento”. Y es que las autoridades buscan dar con aparatos que contengan imágenes del día en que Debanhi desapareció y que pudieran ser ocultados por los mismos empleados del lugar que se encontraban trabajando en el momento de los hechos.
De acuerdo con la ficha informativa de la Fiscalía del Estado, el domicilio de la empleada se encuentra en la calle John F. Kennedy, de la colonia Moisés Sáenz, en el municipio de Apodaca. Ahí se encontraron los siguientes objetos: una laptop con la leyenda Acer y el cargador; tres memorias USB en color azul, morado y verde; un estuche de plástico y ocho teléfonos celulares.
Asimismo fue fijada la primera audiencia por imputación de cargos para esta mujer de quien no se dio a conocer la identidad. Trascendió en medios locales que esta se llevaría a cabo el próximo 31 de agosto.
Se trata de la primera persona a la que se le inicia un proceso penal en el caso de Debanhi, tras 324 entrevistas, 140 intervenciones y 341 estudios periciciales, 723 indicidos requisados, 88 dictámenes, 23 análisis de telefonía y más de tres mil horas grabaciones revisadas por los elementos de la fiscalía estatal.
Encuentran restos óseos cerca del motel
Por otro lado, este lunes se reportó el hallazgo, por parte de la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León (FGJNL), de una osamenta en una zona de matorrales que se localiza a orillas de la carretera a Nuevo Laredo, frente al motel Nueva Castilla, donde el pasado 21 de abril hallaron el cuerpo de Debanhi Susana Escobar Bazaldúa.
La notificación fue atendida por la subdirección de Investigación de Homicidios, que envió a su tercer grupo de agentes y al destacamento Escobedo de la Agencia Estatal de Investigaciones para que realizara las investigaciones correspondientes en el lugar.
Además de los restos, que ya están siendo investigados, los oficiales encontraron un trozo de tela, presuntamente de mezclilla, y un cinto. Hasta el momento no se ha podido determinar el sexo de la víctima ni su identidad.
Presuntamente el hallazgo lo hizo una persona que quería cazar pájaros en un baldío cercano, a más de 100 metros de carriles sur a norte de la carretera a Nuevo Laredo; al ver los restos llamó a las autoridades para reportarlos.
Frente al lugar donde encontraron los restos óseos está el motel Nueva Castilla, ubicado en la colonia del mismo nombre, donde las autoridades localizaron a la joven estudiante de Derecho sin vida en abril pasado.
Hasta el momento el padre de Debanhi, Mario Escobar, no ha dado ninguna declaración sobre el hallazgo de los restos óseos a unos metros de donde su hija fue localizada meses atrás.
Una de las más recientes demandas del hombre fue pedir avances del caso a la Fiscalía de Nuevo León y exhortar a los funcionario a renunciar en caso de que no estén logrando las expectativas de su puesto. Esto a horas de que finalizara el ultimátum de 15 días que le dio a la instancia el 4 de agosto.
“El fiscal general, Gustavo Adolfo Guerrero, debe renunciar por incompetente, porque no sabe hacer su chamba, y si hay que hacer manifestaciones las voy a hacer”, apuntó Mario Escobar el pasado 17 de agosto.
Recordó que el caso ya había sido aceptado como feminicidio y que incluso esto se confirmó en la segunda autopsia que tuvo el aval del Instituto de Ciencias Forenses (Incifo) y un perito internacional de la ONU-Mujeres, donde se determinó que Debanhi murió por asfixia; además, tenía entre tres y cinco días de haber muerto al momento que localizaron su cuerpo, lo que quiere decir que estuvo privada de la libertad por varios días desde su desaparición.
Luego de su exigencia la FGJNL aseguró que tenían conocimiento de que los padres de la joven buscan que la Fiscalía General de la República (FGR) atraiga la carpeta de investigación del caso, para que haya mejores avances en el caso.
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